Lo recuerdo perfectamente como si fuera ayer. Estábamos recién llegados a la ciudad y mis padres alquilaron una casa en las cercanías de la Plaza Paez,desde la ventana se veía diagonalmente la plaza y la iglesia. Mi madre,siguiendo las indicaciones de los vecinos cerraba todas las puertas y ventanas antes de las nueve de la noche. Este hecho me llamo mucho la atención y pregunté:
-¿Por qué nos recogemos tan temprano?.
-Porque todos los vecinos de La Ermita tienen miedo al fantasma -repuso mi madre.
-¿Qué fantasma?.
-Uno que sale todas noches en las cercanías de la iglesia,cruza la plaza y se dirige hacia el Pasaje Cumana.
-¿De verdad? -preguntó incrédulo.
-Eso dicen.
-¿Y cómo es?.
-No lo sé, lo único que me han dicho es que nadie se atreve a salir después de la nueve de la noche.
Esa noche y muchas más, me fui a la cama con el pensamiento puesto en el fantasma. Estaba tan intrigado que deseaba verlo y convencerme de que no era un cuento para amedrentar a los transnochadores.
Una noche de cuarto creciente en que la luna alumbraba tenuemente la plaza, decidí quedarme hasta tarde y comprobar si eran ciertos los comentarios. Cuando todos se acostaron me levanté muy despacio y me escondí detrás de la ventana. Abrí una rendija y a través de ella, atisbé. Todo estaba silencioso y por la calle no había un alma. En el reloj de la iglesia dieron las nueve... la media..., las diez..., las diez y media... No ocurría nada... Di un vistazo a la iglesia y a la Plaza Paez, todo estaba sumido en suave penumbra, pero, podían distinguirse algunos detalles. De pronto vi que algo se movía,venía de la iglesia,cruzaba en diagonal y pasaba delante de mí casa. Contuve la respiración y los vellos se me erizaron. Sentí miedo, quise gritar y la voz no salía de mi garganta. Con los ojos muy abiertos vi que bajaba una figura alta y estilizada que vestía de negro, la cabeza estaba cubierta por un capuchón; caminaba como si fuera etéreo,se dirigía a la parte baja de la ciudad.
El fantasma se perdió en la noche y yo me fui a la cama. Tuve muchas pesadillas y grité... Cuando a la mañana siguiente le conté lo ocurrido a mi familia no me creyeron...
Años después,supe que el fantasma era un curita travieso que todas las noches iba a visitar a su amiga.
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Leyendas y relatos de ultratumba del Tachira
TerrorPresentó un libro que contiene leyendas y mitos del Estado Tachira.Con el he querido rescatar parte de una literatura oral casi olvidada. A través de leyendas y mitos realizaremos un viaje sentimental por el Estado destacando el encanto del paisaj...