" Bip Bip "

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[ Jueves, 1 de Octubre. 10:56 a.m ]

Mi cuerpo desconectó.
Quedé dormido poco después de que Kuroo llegase. Estaba cansado física y emocionalmente.

Un repetitivo "Bip bip, bip bip"  logró que mis ojos se abrieran. Supuse que sería la alarma proveniente de algún reloj pulsera.

Mis pupilas recorrieron cada esquina de la habitación, hasta que quedaron clavadas en el chico despeinado y de cabellos azabache que descansaba en una silla, justo al lado de la cama donde yo me hallaba.

¿Cómo supo lo de mi padre?

Ósea, comprendo que lo de mi abuela, ¿pero él?

Ni siquiera somos tan amigos. . .

Amigos.

Mi piel se erizó solo de pensar que podía considerarlo así.
Intenté incorporarme, sentándome en aquella cama repleta de cables y cosas extrañas.

Seguía observando al azabache, lucía muy tranquilo en aquel estado.

Extendí mi brazo, sin saber muy bien el motivo.
Entonces, mis dedos tuvieron contacto por primera vez con su mejilla.
Era suave, y de piel un tanto morena. Relucía aún más a causa de los rayos solares que entraban sin pedir permiso, en ese frío cuarto.

Pasados unos segundos Kuroo abrió los ojos e, irremediablemente, aparté mi mano.

Dios, qué vergüenza.

" ¡Buenos días! "

" Bu-buenos días. . "

Después de esas palabras, continuemos hablando durante horas.

Descubrí qué hacía allí, al parecer la abuela de Kuroo y mi abuela son antiguas compañeras y, cuando ella se dirigía al hospital para verme estaban juntas.

Así que claro, la abuela de Kuroo le avisó a él, sabiendo que me conocía.
Es una pequeña anécdota bastante curiosa. . .

[ 19:23 p.m ]

La comida del hospital era una completa basura.
Daría gracias sino muero por intoxicación.

Aquella tarde la pasé con Kuroo y mi abuela.
Yo intentaba ocultarme detrás de mi PSP mientras ellos contaban chistes o compartían memorias. Incluso jugaron a Trivial Pursuit Disney a los píes de mi cama.

Me hacía feliz verles así, ambos compartían su felicidad y yo encontraba la mía.

Olvidé todas las heridas de mi cuerpo, qué por cierto no tardarían demasiado en sanar, y me centré en aquellas risas de tiempos pasados y tiempos nuevos.

Quizás, esos sonidos serían los únicos que atesoraría para siempre.

[ 21:00 p.m ]

El chico de cabellos azabache iba a irse ya.
A pesar de que quería pasar un rato más con él, no podía tenerle encerrado aquí hasta que yo saliese.

" ¡Volveré mañana! Aunque traeré a una persona, quiere conocerte. "

¿Una persona?

Algo no me causaba realmente muy buena espina y, por un segundo, quise decirle que no quería ver a nadie.

Nunca sabes el daño que puede causarte conocer a nuevas personas.

Sin embargo, asentí.
Confiaba, no plenamente, en Kuroo. Tal vez aquella persona que quería verme no era mala persona y de todos modos, después de ese día seguro que no tendríamos más encuentros.

Después de despedirme, y de llevarme un abrazo, se fue.

Esta noche mi ángel guardián era aquella señora de avanzada edad.

[ Viernes, 2 de Octubre. 2:13 a.m ]

A diferencia de la noche anterior, esta no pude pegar ojo. Mis heridas habían comenzado a doler demasiado, y a decir verdad, no me las habían curado por la noche.

Por lo que tenía entendido, eran tres veces al día.
Pero no quise darle demasiada importancia, aún estaban bastante abiertas y, seguro que era algo normal.

[ 09:45 a.m ]

Conseguí dormir algo, pero no lo suficiente para que esas grandes ojeras no apareciesen.

Mi abuela había ido a comprar algo para desayunar, obviamente para su propio consumo. Yo tenía que tomar aquel a bazofia que servían.

Estaba intentando ingerir aquella "cosa" cuando la puerta se abrió.
Lo primero que entró en mi campo de visión fue el tan esperado chico azabache, tan bien vestido como siempre.

Ah, que ganas tenía de verle.

Pero poco después, todo se desmontó.

Una chica de cabellos blanquecinos y de mediana estatura entraba detrás de él.
Lucía el cabello suelto y corto. Similar ai corte de pelo.
Vestía con colores muy claros, incluso trasmitía tranquilidad.

Y por si fuera poco, en sus manos sostenía un ramo de florees.

También utilizaba lentes que, a pesar de ser sutiles, realzaban lo bonita y delicada que era su rostro.

¿Quién es? Quise preguntar. Pero no tuve el coraje suficiente.

" ¡Buenos días, Kenma! Espero que estés bien hoy, esta es la persona que quería verte.

Te presento a mi novia. "

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⏰ Última actualización: May 24, 2017 ⏰

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