[ 21:25 p.m ]
Por fin entré a casa después de lo ocurrido con mis padres, concretamente con mi padre.
Aún me dolía la cara.Estaba todo muy oscuro, incluso apostaría que nadie había entrado en todo el día. Eso implicaba que debía buscarme la vida, hacerme de comer yo solo, los medicamentos. . .
Pulsé el interruptor de la luz pero no funcionaba, alguien había desactivado los contactos. Eso me llevaba a la conclusión de que x persona sí estuvo en la casa antes, y lamentablemente, estaba presente. Sentía que no estaba solo.
Con el movil en mano ( linterna encendida ) y el corazón en la garganta, avancé por el oscuro lugar al que solía llamar 'hogar'.
De repente, mis pies se mojaron de algún líquido bastante espeso, algo caliente. No lo miré, simplemente continué caminando.La puerta del cuarto de mis padres estaba ligeramente abierta, cogí aire y me acerqué.
Nunca he abierto los ojos tanto como lo hice en ese momento, nunca mis cuerdas vocales han producido un sonido tan agudo como el que solté en ese momento.
Ahí estaba yo, paralizado delante del cuerpo sin vida de mi madre.
O lo que quedaba de él, estaba completamente descuartizada.Me quedé en blanco, no sabia que hacer, ni si quiera podía llorar. Solo observaba sus extremidades encima de la cama teñida de rojo, y entonces deducí que era lo que había pisado antes. Comencé a temblar como un cachorro indefenso en cuanto mi cuerpo quiso obedecerme, pero ya era demasiado tarde.
Unos fuertes brazos rodearon mi cuello, como si me abrazaran por la espalda.
" Shhhh, deja de gritar, asustarás a los estúpidos vecinos. Ya fueron suficientes con los gritos de tu asquerosa madre. "
Conocía esa voz, la conocía demasiado bien.
Fuiste descubierto, papá.
Sentí como la fría hoja de su cuchillo me separaba la carne del abdomen.
Él me arrojó a la cama, cayendo encima de lo que quedaba del cuerpo de mi madre, apenas me quedaban fuerzas para gritar.Mi vista se nublaba al mismo tiempo que perdía sangre a litros.
Su cuerpo se abalanzó sobre mi, y después todo se tornó negro.Kuroo, ven a salvarme ahora.
[ Miércoles, 30 de septiembre. 14:56 a.m ]
Llegué a pensar que nunca más abriría mis ojos.
Supongo que debo estar agradecido por ello, pero una parte de mí me dice que habría sido mejor si esos policías no hubiesen entrado en la casa pocos minutos después de la cuchillada, y todo gracias a mis gritos.Desperté en un hospital, me dolía muchísimo el abdomen, seguro que a partir de ahora tendré una cicatriz ahí.
Ya he estado antes en el hospital, pero para hablar con psiquiatras.Recordé todo lo que vi.
Mi madre muerta y el responsable, mi padre.
Siempre he sabido que ellos no tenían una relación muy buena a pesar de estar casados, siempre fueron así.Y no es por qué fueran distintos el uno del otro, si no porque eran tan iguales, que chocaban.
Una señora mayor entró por la puerta.
Cabello blanco, baja estatura, algo de sobrepeso, y una tierna sonrisa entre tantas arrugas. Su mirada dorada se posó sobre mí, compasiva.
Sin saber el por qué, comencé a llorar cuando la vi.
" ¡Abuela! "
Quería saltar de esa rígida cama de hospital para ir a darle un cálido abrazo, pero no podía moverme entre tanto cable.
Así que fue ella quien se acercó y me abrazó como pudo, mis lagrimas caían sobre su hombro mientras pensaba:" Su hija acaba de morir, y ella aún sonríe. "
Ella siempre fue, es y será la persona en la que más confío, por no decir la única.
Es la mujer más fuerte que existe.Estuvimos hablando un rato, y me dio la noticia de que ahora viviría con ella, aunque aún tenia que estar en el hospital.
No le pregunté por qué sonreía, simplemente pensé como ella.
" Mi hija ha cometido muchísimos errores en esta vida, es ahora de que comience una nueva, llena de paz. "
O eso es lo que pensaría yo, si fuese ella.
Nuestra conversación fue interrumpida por otro policia.
" Señor Kozume, le traigo visita. . . "
Pensé que se había equivocado en cuanto dijo la palabra visita. Yo ya no tenia otro familiar aparte de mi abuela.
Mi padre había dejado de ser mi padre.
Entonces, unos ojos rasgados entraron en la habitación.
Kuroo, has acudido a mi llamada.

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Week
Hayran Kurgu" Ring Ring " el despertador avisa con su sonido que la última semana de Kozume Kenma está comenzando. La vida de Kenma no deja de dar vueltas como una peonza. Sus padres, la escuela y su estúpida enfermedad hace que cada vez hace que sus ganas de...