"Tal vez..."
Ya eran las dos de la madrugada y HanGeng se removía con inquietud en su cama. Simplemente no podía estar tranquilo...quería ver, comprobar con sus propios ojos que el menor estuviese bien.
Llego al hospital después de una gran batalla interna sobre si ir o no. Se acercó a la mesa de recepción y pregunto en que habitación se encontraba el menor. Al momento en que la señorita que lo atendió le dio la información que necesitaba se dispuso a correr en dirección al lugar indicado, al llegar, abrió sigilosamente la puerta, suspirando una o dos veces antes de levantar la mirada y notar el interior del lugar. Se extrañó al divisar dos bultos en la camilla, se acercó con cautela para visualizarlos mejor. Sonrió tontamente al identificar quienes estaban en la camilla. KangIn, su mejor amigo quien decía ser el más rudo del grupo, se encontraba en ese momento recostado junto a su hermano menor, con su mano derecha sobre sus labios mientras que la saliva de este mojaba su hombro.
Reprimió una risa para no despertar a los hermanos
Rodeo la camilla para quedar al lado de KiBum, observó con detenimiento aquel dulce rostro en el cual ahora se podían visualizar unos grandes y marcados moretones. Llevo su mano con delicadeza hasta la mejilla del menor de los Kim, acariciando esta con cuidado.
Al sentir la piel ajena sobre la palma de su mano un escalofrió recorrió su cuerpo y diversos pensamientos inundaron su mente. Escucho como KangIn se acomodaba en la cama, giro su mirada alejándose instantáneamente de la camilla, negó a si mismo mordiendo su labio inferior.
"¡No! Carajo esto no puede ser, es un enredo de tu estúpida cabeza, ¡Reacciona HanGeng!" Se decía en la oscuridad.
Miro los dos cuerpos que descansaban plácidamente bajo las blancas sabanas de hospital. Impulso sus pies hacia adelante y salió corriendo del lugar.
No dejo de correr; no se permitió descansar hasta llegar a aquel singular y nostálgico parque de juegos. Se lanzó hacia el césped mojado (acababa de llover) suspiro con pesadez, y se reincorporo mirando hacia el cielo. "¿Qué es lo que pasa?" se preguntaba una y otra vez, miro su mano recordando aquella caricia que le había brindado al menor de los Kim, sintió su corazón aletear. Se golpeó el pecho con frustración.
- Pensé que ya había superado esto. – Dejo su diestra en el lugar que acababa de golpear y maldecir.- ¿Qué pasa? ¿Por qué te sientes así cuando él está cerca? – Susurro hablándole a su corazón. – Eso no puede ser, recuérdalo, él no puede corresponderte. – Musito con nostalgia recordando aquella conversación que había tenido con el menor un tiempo atrás.
Habían salido todos juntos a dar un pequeño paseo, y se habían quedado allí mismo, en el mismo parque.
"Maldito KangIn" Había maldecido al aire aquel día mientras su amigo lo abandonada, otra vez...
A pesar de ello, no sentía rencor por el castaño claro que le robaba la atención de su mejor amigo. El verlos juntos y así de unidos le alegraba el corazón.
Se notaba que LeeTeuk lo quería, y eso era más que suficiente para él.
Se voltio hacia donde se hallaba el único acompañante que tenía en ese momento: KiBum, el menor de los Kim observaba a su hermano con una sonrisa algo tenebrosa, como si estuviese planeando algo. HanGeng sonrió también y acercándose a este pregunto:
- ¿Qué estas tramando pequeño diablo? – La voz de HanGeng saco a KiBum de sus ensoñaciones, haciendo que sus mejillas se tornaran de un dulce color carmesí.
- No me digas así, ya estoy bastante grande para apodos ñoños, ¿No crees? – Gruño KiBum mirándolo de reojo. HanGeng soltó una sonora carcajada.
KiBum lo fulmino con la mirada, transmitiendo en ella el completo desagrado que sentía ante la actitud del dos años mayor.
- Para mí siempre serás un pequeño ñoño, así que acostúmbrate. –Dijo HanGeng entre risas. KiBum lanzo algunos golpes hacia el aire, pero el mayor logro esquivarlos con rapidez. Se dio lugar a una pequeña "Pelea", KiBum salió persiguiendo a HanGeng mientras le gritaba una que otra sandez.
Cuando ya se cansaron de gritar y correr, se lanzaron exhaustos en el césped y hablaron de temas triviales; planeando también cuidadosamente la venganza contra KangIn por haberlos abandonado.
El rato paso fugazmente, abriendo paso al repentino silencio de KiBum. HanGeng observo extrañado al menor.
- ¿Pequeño? – Le llamo tratando de buscar la mirada de este. - ¿Kibum, estas bien? – Insistió al no recibir respuesta alguna. KiBum levanto la mirada dejando ver las lágrimas que corrían lentamente por sus mejillas. - ¿Qué tienes?.- Pregunto HanGeng con preocupación.- Vamos, habla conmigo. –Lo animo al sentir su corazón y estomago retorcer. Nunca le había gustado verlo llorar, más que nada porque HanGeng solía compadecerse de las personas muy rápidamente, y en ese instante no pudo hacer más que sentir el dolor de aquellas lagrimas como un dolor propio, en especial cuando los hipidos del menor se escuchaban. – KiBum, confía en mi ¿Qué tienes? – Le tomo con cuidado una de sus manos para luego acariciarlas en un intento de retomar la confianza.
- Hannie. – KiBum tomo una profunda respiración para luego continuar. – Estoy enamorado. – Soltó al fin bajando su mirada nuevamente por la vergüenza. Ante los ojos de HanGeng aquella escena había sido muy enternecedora; el pequeño al cual vio crecer -sonaba algo exagerado considerando que solo le llevaba por un par de años, pero él lo sentía así -estaba enamorado, y se lo estaba confiando a él.
Algo no dejaba de preocuparle, ¿Por qué lloraba tan amargamente?.
- ¿Enserio pequeño? – Pregunto mirándole con dulzura, desconociendo su actitud de inmediato.
¿Por qué hacía eso?
- ¿Y de quien estás enamorado? – Sonrió pícaramente, tratando de eliminar aquella extraña tensión. Aquella sonrisa no duro mucho al sentir como el cuerpo ajeno se estremecía.
- Yo...no puedo, solo diré y afirmare que es un amor prohibido.
HanGeng se había estremecido ante aquellas palabras. ¿En que se habría metido el pequeño KiBum?.- Se había preguntado en aquella ocasión...
Ahora lo sabía, sabía porque entonces KiBum había llorado así, y sabia también que aquella no era la única razón.
Ahora acogía la idea de que KiBum había crecido, asimilaba por primera vez que aquella deslumbrante sonrisa, era a veces, tan solo una triste y oscura mascara, y entendía...
Lo comprendía.
HanGeng observó las estrellas y pensó en sí mismo y en lo que hacía.
Estaba loco. Se decía.
***
A una semana de los hechos, todo volvía a la normalidad.
O eso quería creer HanGeng, quien por aclararse la cabeza, había evitado de todas las formas posibles poner un solo pie en ese instituto.
Había sido difícil.
Era verdad; la curiosidad era inquietante y todo eso... pero el que su profesor repentinamente lo hubiese nombrado como uno de sus favoritos, era perturbador. El hombre siempre estaba pidiéndole favores, entre ellos ir por sus documentos y cosas... y él, él no podía negarse, no quería tener a uno de los más monstruosos profesores en su contra, no, ese profesor nunca.
Se acababa la jornada y con ello la temporada de exámenes se acercaba, había que prepararse para lo que venía, no podía permitirse reprobar ramo alguno... no si quería cumplir sus sueños.
Guardo sus cosas en su bolso negro, reviso la hora en su celular y se levantó de su asiento asintiendo. Era temprano, podría pasarse por la tienda para devolver la película que había arrendado hace unos días.
Salió del salón mirando hacia abajo. Por ello se desconcertó demasiado cuando dos largos y fuertes brazos le rodearon por el cuello y empujaron hacia un lado juguetonamente.
- ¡Hey!.- Gruño levantando la mirada.- Me has asustado, idiota.- Se quejó siguiendo su camino.
- ¿Cómo va tu día, compañero?.- Pregunto alegremente ZhouMi sin soltarse de su amigo.
HanGeng lo miro de reojo sin saber muy bien que responder. ¿Qué podía decirle? Su mente estaba tan en blanco que por un momento creyó no entender a lo que se refería su segundo mejor amigo.
¿Cómo iba su día?
No había puesto atención en ninguna de sus clases y tan solo se había dedicado a garabatear las blancas hojas de cuaderno.
Durante el almuerzo a penas había comido, y a poco habría hablado con alguno de sus compañeros de salón.
¿Cómo iba a saber que había sido de su día si ni siquiera había prestado atención a lo que sucedía a su alrededor?
- ¿Todo bien?.- Insistió ZhouMi al notar lo distraída que llevaba la mirada.- Estas peor de lo que imagine.- Asintió el castaño para sí mismo. Arqueo una ceja y sonriendo paso su brazo por el cuello de su amigo.- Creo que tenemos que hablar.- Lo pensó unos segundos observando el firmamento.- Muy seriamente.- Asintió llevándose a rastras a HanGeng.
***
ZhouMi lanzo el paquete de galletas, cayendo estas, en las manos de HanGeng.
- ¿Y bien?.- Pregunto ZhouMi tomando asiento junto a su mejor amigo.
- Eso es todo... KiBum me confunde... demasiado.- Confeso HanGeng abriendo su paquete de galletas.
- Es el hermano pequeño de KangIn.- Le recordó ZhouMi imitando el gesto de su amigo.
- Lo sé.
- Es decir, sé que lo sabes... tal vez esa es la razón de todo.- Explico con alegría y positividad.
HanGeng levanto la mirada y ladeando levemente la cabeza miro a su amigo.
- ¿A qué te refieres?
- Eras el único que sabía que KiBum estaba pasando por un mal momento, el único que sabía que a KiBum le estaban molestando... tu viste eso y viste que ni YeSung ni KangIn estuvieron con él... tal vez lo que sientes es eso... quieres protegerle como a un hermano pequeño, porque además de ser casi parte de la familia Kim (refiriéndome a nuestra gran amistad con KangIn) tienes a Henry... que también, es casi tu hermano... y simplemente lo viste reflejado en él...
A HanGeng se le ilumino la mirada.
¡Eso debía de ser!
Quiso saltar de la alegría, había encontrado su respuesta a toda aquella confusa situación.
Resultaba que veía al pequeño Kim... como veía a su pequeño primo Henry... como a un hermano...
Asintió simulando su felicidad, llevo una galleta a su boca y después de ingerirla respondió con tranquilidad. Como si no importara ya.
- Tienes razón... después de todo... esos dos son amigos... y creo que se me ha hecho imposible el pensar en Henry... supongo que si a él le hubiese sucedido aquello me sentiría de igual forma...- Al terminar de explicarse llevo otra galleta a su boca.
ZhouMi sonrío ante aquella respuesta y celebrando le dijo:
- No sé si sería lo mismo... pero me parece que eso es todo el embrollo.
- Gracias...
- No hay de que... Además... sería realmente raro verte a ti con KiBum... Imagina como reaccionaria KangIn... es como si yo de repente te dijera que siento cosas por Henry.- ZhouMi estiro sus piernas y luego de llevar una galleta a su boca dejo que sus manos cayeran a sus lados y se hundieran en el césped. HanGeng gruño bajito al procesar bien las palabras de ZhouMi...
- Eso no va a pasar.- Respondió observando su paquete de galletas con duda e inseguridad.
ZhouMi solo se limitó a reír.
Ni en sus sueños más locos, sucedería algo como aquello.
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Mi Pequeña Estrella.
Fanfiction"Estrellita ¿En dónde estás?" Autora: Joy~ Créditos a Ray. Pareja: HanBum~ Mención de otras couples y personajes. Genero: Yaoi~ Mención de M-preg Comentario de la autora: Ray: Holiii!!! Mucho gusto, aquí nuevamente en "Mi pequeña estrella" Como...