• Cap. 03

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PDV ALICIA

Hay una gran tormenta de nieve afuera que me impide volver a mi hotel, joder.

No lo quise creer cuando lo he visto al pasar por delante de la televisión.

Enciendo mi móvil e intento llamar a Darcy. Sin señal.

–– "¡Maldición!" –– Golpeo el volante del auto alquilado.

¿De que me sirve tener noventa por ciento de batería si no puedo usarlo para hacer una miserable llamada?

Resoplo y cierro mis ojos.

Odio la nieve.

Debería a verme ido hace un rato atrás.

Un golpeteo en el vidrio me hace saltar del susto y abro mis ojos colocándome una mano en el pecho.

La misma secretaría que me atendió para ver al Señor Styles.

–– "¿Quieres matarme de un susto?" –– Es lo primero que le digo cuando bajo la ventanilla.

La mujer me regala una media sonrisa. –– "Lo siento Señorita Alicia. El Señor Styles me pidió traerla de regreso en su oficina. No va a parar la tormenta hasta dentro de dos horas más. Nadie puede estar transitando las calles en este momento."

Eso lo sé, sino ya estaría fuera de este lugar.

Evalúo rápidamente mis opciones.

A) Puedo quedarme sentada en el auto jugando en el móvil hasta que la tormenta acabe.

B) Puedo ir y subir, pretendiendo ser amable otra vez y conversar temas que no me importan en absoluto.

C) Podría dormir cómodamente aquí y despertar dentro de dos horas, pero no sabría si terminó la tormenta porque no tengo señal.

D) Sólo salgo de aquí sin importar nada.

Muy tentada por la opción D, me resigno en salir del auto. Vuelvo a guardar mi móvil en el bolso junto con las llaves del auto.

–– "¿Ocurre a menudo en época de invierno estas tormentas?" –– Le pregunto a la mujer. Tomando más atención me puedo fijar que es hermosa. Vaya, mi autoestima cae cuando me sonríe amablemente.

–– "No, rara vez ocurre algo similar."

Por supuesto. Solo a mi me pasan estas cosas.

Darcy se volverá loca cuando me demore cada vez más. En esta ocasión si que no es mi culpa.

Nos metemos en el elevador y presiona el último piso, para ser exactos el veinte.

No pregunto ni digo nada y, ella tampoco lo hace para mí suerte.

Me quedo observando los números cada vez que se encienden con una luz al estar en el número del piso. Unas raras sensaciones se apoderan de mi estómago al ver que falta solo un piso. ¿Por qué me estoy sintiendo nerviosa tal cual como cuando llegue aquí?

No hay ninguna razón para estarlo. Es una persona más que no importa. Ignorando el echo de que sea un hombre y no de mi total agrado. Todos los hombres son iguales.

¿Fobia a olvidarte?  |H.S| #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora