Capitulo 3: Una "amistad" sin barreras de edad

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Ambos chicos estuvieron algo inquietos hasta que sus madres se fueron de la casa en ese momento, notaron sin dirigirse muchas palabras que ninguno de los dos era del tipo de tener muchos amigos.

Pero el mayor, el cual por su expresión se veía que sufría menos con ese problema rompió el silencio:
Hola... hizo una pequeña sonrisa en el rostro demostrando que no solo los niños son tímidos.

-Tobi respondió con la voz temblorosa: ho-hola... soy T-Tobi.
Y procedió a ruborizase y a rascarse la nuca bastante inseguro.

Llámame... Hiro: Dijo el mayor teniendo algo más de confianza en su tono de voz.

Tras un rato de que lograron presentarse adecuadamente ambos decidieron sentarse en el sofá de la sala la tensión y nervios era considerablemente más ligeras pero aún existían en eso el más grande interrumpió ese incómodo silencio preguntado:
Oye...? Sabes jugar ? Enseñándole un mando de su consola de videojuegos

-Tobi dijo: Si! C-claro, se había emocionado por la propuesta, el siempre pensó que los adolescentes bueno eran malos y crueles pero Hiro era muy amable era como si entre todas las personas que podría intentar ser amigo, aquel que más temía y que menos pensaba era el lo llegaría a comprender tanto.

Pasaron alrededor de hora y media jugando, rompiendo poco a poco la tensión y ya empezando a reírse un poco y a hacer pequeñas y falsas rabietas, ya saben cómo hacen los amigos jugando sus juegos, entonces cuando decidieron darse un descanso de jugar, el mayor dijo:
Hey.., tu me caes bien. Sin darse cuenta sonrió por inercia.

-El pequeño responde: oh, gracias tú también, sabes tomé la cuenta, ambos... hemos ganado 6 rondas cada uno, creo que tenemos que ser rivales...

Hiro algo sorprendido le muestra el puño en señal de amistad y dice: amigos y rivales, haremos nuestra revancha luego, mientas Tobi captó el gesto del puño y dócilmente lo choco con su nuevo amigo.

El teléfono del mayor sonó:
Era su mamá, la señora Catherine, le indicó que el velorio tardaría un poco y que en su dormitorio hay dinero, que lo coja no había problema, después de todo ambos tenían que comer.
El chico asintió por teléfono y agradeció, y luego pensó, realmente no es ser niñero si nos la pasamos más como amigos que como conocidos así que le dijo a Tobi:
Era Mamá, me dijo que el velorio todavía demoraría más, pero.. nos dejo dinero para comer y con una mirada curiosa y gentil le preguntó que te gustaría comer?

-Tobi respondió: que te gusta comer a ti?
Tras conversar un rato decidieron pedir pollo frito, y después de eso fueron arriba, para descansar, el mayor se durmió y el pequeño al poco rato también se durmió a su lado, tenían ambos una sonrisa en sus rostros, vaya que el día fue maravilloso para ellos dos.

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