Todo Pasa Por Algo

Jote

¿Esto es enserio?

Mi jefe se sorprendió al ver mi cara de molesta y impactada.

- ¿Se conocen? - pregunta el jefe.

- Nn...

- ¡Si! - interrumpiendolo, mi mirada estaba fijamente en sus ojos con rabia.

- Pues que bueno, se van a llevar aún mejor.

- ¿Porque dice eso jefe?

- Porque estarán trabajando en la misma oficina para que tú lo ayudes y orientes más fácil.

- ¡Pero que fantástica idea! - sarcástica.

- Bueno, entonces los dejo para que conversen, suerte Ethan y no me decepciones - dándoles palmadas en el hombro.

- No se arrepentirá jefe - le dió una sonrisa.

Quedamos solos así que me senté y continúe con mi proyecto ignorando su presencia adelante mío. Como lo notó decidio sentarse en su escritorio en la que se me quedó viendo harto rato, lo mire y seguí trabajando.

- Linda blusa, lo malo es que está un poco manchada ¿Qué es lo que es? ¿Café? - note su sarcasmo.

- Y más encima lo preguntas ¿Qué acaso no te acuerdas que fuiste tú quien paso a llevar mi café provocando esto? - señalando mi blusa.

- Aah fue a tí - río.

- No me parece chistoso, más encima te volteaste a mirarme jurando que dirías "Lo siento" pero nooo me miraste como si YO hubiese tenido la culpa ¿No me viste o qué?

- seguia riéndose - Uff ya. Te confieso que si te ví y quería provocarte eso.

- ¡¿Pero porqué quisiste hacerme algo así?!

- Porque te ví de lejos y te encontré linda... hasta atractiva, entonces queria llamar tú atención.

- Pero por favor... que estupidez llamar mi atención de esa manera, lo encuentro muy rutinario de película - reí burlescamente.

- ¿Asi qué no te gusta lo rutinario? - lo dijo coqueteando en la que se paró de su escritorio se ganó al lado mío poniendo mi cabello detrás de mi oreja y diciéndome al oído - Pues a mi tampoco.

Mientras dijo eso sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo pero me molesto tanto que lo aleje de mi empujándolo con todas mis fuerzas - ¡Quitate! Será mejor que te lleve al estudio o si no harás el ridículo conmigo -  me iba dirigiendo hacia la puerta pero me azota contra la pared.

- Vamos dilo, dime que te pongo nerviosa - sus enormes manos las tenía apoyadas sobre la pared haciendo que no tenga escapatoria.

- Pues no, no lo logras y jamás lo harás.

- No mientas Eliza.

- No me digas ese apodo, solo las personas cercanas me dicen así.

- Pero si estaremos más juntos ahora... y a la vez más cerca - me miraba mis labios con deseo.

- le seguí el juego - ¿Me quieres besar? ¿Qué esperas? - me mordi el labio.

Su deseo fue tanto que se acerco pero yo rápidamente le pegue en el entrepierna y se alejó de mi. No iba a dejar que lo hiciera es un jote que a todas se lo hace para llevarlas a la cama, pero conmigo no lo conseguirá.

- No llegues tarde otra vez y procura fijarte por donde caminas, te espero arriba - salí de la oficina.

- Parece que me saliste difícil - susurrando.

Antes de que abriera la sala Ethan venía detrás mío.

- Espero que no hayas chocado con alguien está vez - sarcastica.

Se rió y entramos. Le expliqué el funcionamiento de las máquinas para que servía cada una y lo oriente al ritmo de la empresa. Lo bueno que es que captó rápido y eso fue mejor para así irme a mi casa.

- Bueno eso es todo lo que tienes que hacer, no es nada del otro mundo.

- No, no es complicado, es divertido y fácil.

- Ya que bien, entonces me iré.

- Oye pero discúlpate primero.

- ¡Perdón! Para tu información estamos iguales, si tu no te disculpas yo no lo haré, así que depende de ti, adiós.

- Por dios que me saliste dura - río.