Capitulo 2.
-Taylor… de que hablas –susurro extrañada Allison.
-Tu solo sonríe querida, después hablaremos –esa forma de responderle fue demasiado autoritaria, seguía sin entender. ¿Casarse? A los diecinueve no le parecía lo mejor. Su cabeza era un lio ¿estaba dispuesta a casarse tan pronto? ¿Tendría otra oportunidad de encontrar a alguien que la aceptara si rechazaba a Taylor? Miro a su familia, todos escépticos y su padre con la mirada molesta, miro a la familia Powell y estos se miraban alegres a excepción de Henry que la miraba con desilusión. “Rayos” ahora sus padres se dirigían a ella mientras los demás terminaban de felicitarlos.
-¿Eso es cierto? –su padre se notaba furioso, eso le extrañaba.
-Yo… -agacho la mirada mientras se hacia esa pregunta a ella misma.
-Hemos tenido una relación oculta Frederick, esto no sucedió de la noche a la mañana. –sonrió Taylor. ¿Pero qué demonios pasaba? Ella ignoraba la razón de las palabras de Taylor, hasta que recordó el beso que ella le había dado hacia un mes en el día de San Valentín, solo fue un impulso pero.. ¿Eso le había bastado a él para pensar que existía una relación?
-Después de demostrarnos nuestro amor cierta noche, decidimos unir nuestras vidas.-Allison sintió el fuerte estruendo de la mano de su padre contra su mejilla, casi tumbándola al suelo. Y no es para menos, pues el comentario de Taylor estaba fuera de lugar, la había hecho quedar mal ante su padre. La ira lleno su alma, Taylor estaba soltando una mentira tras otra y la estaba destruyendo, ella no sabía cómo reaccionar & ahora con la cachetada que le propino su padre estaba fuera de sí.
-No sé cómo es que te echaste a perder Allison, pero si es como lo quieres, bien; se casaran en un mes.
-Papa! No es así, escúchame –detuvo su brazo, pero este la negó.
-Escuche ya suficiente. Buenas noches –se retiro sin dejarla hablar.
-Taylor, eres un desubicado –camino hasta a él y lo empujo.
-Cariño ¿de qué te molestas? Ahora seremos felices juntos –la abrazo por la fuerza y después se dirigió con su familia al auto- hasta mañana.-
No lo había notado, pero ya estaba sola en aquel enorme jardín, la conversación se había puesto tensa y seguro los demás prefirieron irse.
¿Ahora este era su destino? Se casaría a los 19, sin amor y prácticamente a la fuerza. Porque no dijo nada, porque no detuvo todo cuando pudo, porque no tuvo valentía, se reprochaba todo en la mente pero tendría que aceptarlo, porque su padre lo había dicho y lo que dice lo cumple.
Subió a su habitación y se quito el vestido, se desmaquillo, puso música y se dejo deslizar contra la pared, cayendo al piso; empapada de sus lágrimas.