-Argh, esto se vuelve aburrido.- Dijo Éster dejando su vaso sobre la mesa. Entonces los chicos la miraron descontentos.- Creo que me voy.- Dijo mientras se paraba de la silla. Estaba en una "fiesta" pero Éster lo llamaría "junta", era aburrido, con poca gente, y no hay diversión. Si no tuviese esas 3 cosas, sería una fiesta. Pero el hecho de que dos chicos estaban jugando videojuegos, 3 en la terraza charlando, 2 en la cocina haciendo estupideces, y 4 en el comedor haciendo nada, lo convertía en una junta.
Se dirigió a la puerta y la abrió, pero antes de cruzar el umbral se despidió de sus amigos.
-Los veo en año nuevo.- Dijo levantando la mano. Ya era 24 de diciembre, para ser exactos las 2:45 de la tarde. Si la "fiesta" de Éster era temprana. Todos hicieron el mismo gesto de Éster y volvieron a sus cosas, mientras ya Éster cerraba la puerta.
Éster no sabía donde ir. Un día aburrido. Tranquilo. Ese día no estaba hecho para ella. Después de analizar los tantos lugar que ella podía ir, decidió por ir al parque a molestar a alguien.
...
Después de pasar por muchas calles, llegó a el parque. Un lugar verde y amplio. Con árboles y muchos arbustos. Cosas que para Éster no eran importantes. Los detalles eran cosas no notables. A ella le gustaba lo central, lo importante. La gente que se encontraba y la diversión. Cruzó la entrada con las manos en los bolsillos y bostezando. La "fiesta" la había dejado algo con pereza. Cada vez que se acercaba más al centro del parque, más gente había, pero tranquila. Gente escuchando música apoyados en árboles, bancas o en el pasto. También enamorados haciendo un picnic, charlando o besando se. -¡Buah!- Pensaba Éster. Ella no creía en bobadas. Vivir la vida era lo importante. No distraerse en gente que disimula quererte. O así decía Éster. -Cuentos de hadas.
También había gente aún más tranquila, leyendo algo, sentados en bancas o el suelo. -Odio leer.- Y Éster bufó. Pero este bufido volvió a sus pulmones al ver a un chico con una gorra, camisón blanco y sencillo. Jeans y unas converse a sus pies. Ella lo distinguió enseguida y se dirigió hacía él agitando su viva mano.
-¡West!- Grito la joven. El chico reacciono aturdido. Su concentración en el libro era grande. Y una pequeña distracción lo podía caer en shock. Algo así como los sonámbulos. Si los despiertas dicen que pueden morirse. West la reconoció unos segundos después, estaba lejos podía ser momento de escapar, pensó. West se paró disimuladamente y se fue caminando, pero cada vez que Éster se acercaba más, el chico iba más rápido. Hasta qué Éster se abalanzó encima del chico, quedando en el suelo cubiertos de tierra.
-Uf no te quedas quieto.- Dijo Éster acomodando su pelo.-¿Te acuerdas de mí?- Dijo sonriente.
Él chico hizo un gesto para "fingir acordarse", rascándose la barbilla. Pero el sabía que si seguía así, la chica sabría que estaba fingiendo. Por el hecho de que fue solo ayer, era imposible de que se olvidara.
-¡Ah, Estrella!- Dijo poniéndose las manos en la frente.
-Uhm, no, É-S-T-E-R.- Dijo lentamente.
-Ah, es lo mismo.- Dijo West haciendo un gesto con las manos.
Los dos se pararon limpiándose la ropa, pero West miraba preocupado el suelo.
-¿Qué pasa?- Dijo Éster mirando igual que él.
-No encuentro mi libro.- Dijo mirando preocupado. Mientras Éster bufaba.
-Libros, Argh.- murmuro.
-No puede ser.- Dijo West mirando hacia arriba. Éster lo imitó y ambos pudieron ver a él libro colgado en una rama del árbol.- Por tú culpa esta ahí arriba, ahora ve a buscarlo.- Dijo West señalando hacía arriba.
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Opposite
RomanceÉster Williams, una chica fiestera y muy habladora, conocida por más bien su "swag", y West Vásquez, un chico calmado, amigable, algo Hipster y que le gusta pasar el tiempo leyendo un buen libro, son completamente opuestos, pero por alguna razón, su...