Han pasado ocho años desde el primer beso de Integra, la rubia aun se estremece cuando cruza por su cabeza lo que hubiera pasado si Walter no hubiera tocado la puerta.
Después de eso no volvió a mencionar una palabra al respecto y por fortuna suya Alucard tampoco.
Lo que ambos sabían de sobra era que en ese momento había habido una conexión, una chispa, que había amenazado con transformarse en un incendio por algunos minutos.
Integra estaba como siempre en su estudio, revisando ochenta y tres mil papeles pendientes, estaba algo cansada, había sido un día agitado y no quería saber nada más de nada, iban a dar las dos de la mañana.
Integra miró su reloj y suspiró, todavía había mucho por hacer y ya no podía con su alma del cansancio, arregló los papeles para continuar mañana.
En ese momento sintió como una mano pasaba por su cuello
–si quieres yo puedo ayudarte a no pensar en nada –dijo la voz de Alucard detrás de ella
–olvídalo, yo no quiero tener nada contigo –dijo Integra sin alejar al vampiro, no tenía ganas de pelear con él a esas horas de la noche
–creí que sí, o por lo menos eso me diste a entender –dijo él estrechándola contra su cuerpo
–que no te haya alejado de mí antes no significa que me encante que me manosees, simplemente hoy no tengo ganas de pelearme contigo –dijo ella apartándose y caminando hacia la puerta
–oh, vamos ¿ni siquiera merezco un beso de buenas noche¿Un beso francés, quizá? –Preguntó él burlonamente
–eres un maldito descarado –dijo ella lanzándole un bofetón y regresando a la puerta, molesta
–no pensabas eso cuando estabas ahí –dijo él pasando su mano por la cintura de Integra
–suéltame de una vez –dijo ella molesta, pero él la estrechó contra su cuerpo
–te lo advierto, déjame tranquila –dijo ella saliendo de la habitación,
caminó a su recámara bastante furiosa y avergonzada
"han pasado ocho años ¿Por qué tenía que sacarlo al aire ahora?… menos mal que no pregunté como se tiene un bebé" pensó Integra entrando en su habitación,
se quitó el saco y la camisa, los aventó a un sillón y se sentó en la cama, se quitó el pantalón y lo aventó junto con la camisa, suspiró y se dejó caer hacia atrás,
pero en lugar de caer en el colchón unos brazos la recibieron
–creo que nos quedamos en este punto –dijo Alucard sonriendo
–déjame en paz… te lo he dicho un millón de veces no entres de esa manera a mi recámara –dijo Integra furiosa, se levantó y se metió en el closet, se quitó los zapatos y los calcetines y comenzó a buscar su pijama entre los cajones más bajos del closet.
En ese momento sintió las manos de Alucard en su cadera y un escalofrío recorrió su cuerpo,
el vampiro pegó a la rubia a su cuerpo mientras ella se levantaba
– ¿Qué demonios crees que haces? –preguntó ella molesta e intentando aparatarse, pero se topó con los cajones del closet
–vete ya –le dijo ella regresando a su recámara
–tu no quieres que yo me vaya… tu lo sabes mejor que nadie –le dijo él sonriendo burlonamente
–sí, sí quiero –contestó ella y se volteó molesta,
pero se encontró al vampiro a tres centímetro escasos de su cara y antes de que se diera cuenta sintió de nuevo los labios del vampiro empujar los suyos hasta que los abrió y él introdujo su lengua en la boca de la mujer.
El corazón de Integra latía a mil por hora, sentía como la lengua del vampiro recorría su boca y sus colmillos mordisqueaban suavemente sus labios, las mismas cosquillas en el estómago regresaron después de ocho años.
Integra lo empujó con todas sus fuerzas y le plantó un bofetón marca diablo
–imbécil, descarado –dijo ella molesta
–tu sabes que quieres terminar lo que comenzamos –dijo Alucard sonriendo burlonamente
–di lo que quieras, canta misa si ese es tu deseo, pero no te atrevas a tratarme así de nuevo… ahora ¡FUERA! –Dijo ella furiosa
–tu fuiste la que dijo que quería terminar –dijo él acercándose a la puerta,
Integra se acercó y lo besó intensamente
–ahora ya terminamos –le dijo a media voz al oído y abrió la puerta para que se fuera
–yo creo que no… no sé por que te molestas, si mal no recuerdo estabas disfrutándolo mucho –dijo él sin moverse
–tenía quince años, fue mi primer beso y en ese entonces mis hormonas estaba volviéndose locas igual que yo y… y… y ¿Por qué demonios te digo eso? …yo no tengo por que darte esas explicaciones ¡FUERA! –gritó ella más que molesta,
ya iban dos veces que lo corría tan explícitamente, si a la tercera no se iba, lo iba a lamentar mucho.
Alucard cerró la puerta y se acercó más a Integra
–creo que empezó más o menos así –dijo él tomando el rostro de la mujer y acercándose
–y yo creo que terminó en que me fui a dormir por que tenía que ir al colegio al siguiente día –dijo ella burlonamente y caminó hacia la cama,
pero antes de que se metiera en las cobijas Alucard la abrazó por detrás
–déjame en paz, quieres –le dijo ella molesta.
Alucard comenzó a besar su cuello, Integra cerró sus ojos y se dejó llevar un momento y a morderse el labio.
Alucard le desabrochó el bra y luego lo empujó a lo largo de los brazos de Integra.
Pasó una mano por su abdomen y con la otra comenzó a acariciar el pecho de la mujer.
Integra dio media vuelta hasta que sus labios se encontraron de nuevo, sintió un escalofrío recorrer su espalda y despertó de la fantasía,
lo empujó con todas sus fuerzas y le dio un bofetón
–infeliz desgraciado… ¿Qué te pasa¡Pervertido del demonio¡No vuelvas a tocarme! –gritó Integra y se encerró en el baño, se metió en la tina vacía y abrazó sus rodillas.
Sintió una lágrima rodar por su mejilla y se sintió más furiosa, una parte de ella realmente había querido terminar lo iniciado… pero eso no iba a pasar… ella era una Hellsing, no se entregaría al vampiro aunque fuera la última criatura sobre la faz de la tierra y ella la solterona más desesperada.
Debía mantener en alto el orgullo de su familia y mantener el honor de su sangre intacto…
…pero él besaba delicioso, había que admitirlo, y eso hacía que las rodillas de Integra temblaran, aunque ella no lo quisiera.
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¿Un beso francés?
FanficLa joven Hellsing tiene una pregunta y es su fiel sirviente quien se la responde, aunque no de la manera que ella esperaba