Me desperté de mi sueño por la alarma de mi móvil. Las 7:00 a.m. Hora de levantarse.
Me levanté de la cama rascándome un ojo y me dirigí al baño. Salí y me cambié de ropa. Me puse una camiseta blanca sencilla, vaqueros azules y unas zapatillas blancas cómodas. Me miré en el espejo y arreglé mi cabello que estaba hecho un desastre. Luego fui a la cocina y desayuné algo sencillo: tostadas, zumo natural de naranja y leche. Al menos el desayuno sé hacerlo.
Cuando terminé de desayunar, me lavé los dientes, cogí las llaves de casa y del local y salí. Cerré la puerta de mi casa y bajé por las escaleras. Salí a la calle y cerré esta puerta también. En cuanto giré en dirección hacia el café, me encontré con él. Era el joven de cabello rubio y cejas rizadas del otro día. Llevaba puesto su abrigo negro y se encontraba fumándose un cigarrillo. Sostenía una caja blanca bajo el brazo. Parecía relajado. La verdad, no me lo esperé.
El hombre se giró hacia mí y dio una sonrisa satisfecha.
Sanji: Ya estás aquí - dijo -. Una chica puntual. Es un buen comienzo.
Me sorprendí. Arqueé una ceja con el ceño fruncido. Ese comentario me molestó un poco. ¿Y qué se esperaba? Tampoco soy tan incompetente.
Me dirigí hacia la puerta del café y me dispuse a abrirla. Una vez abierta, entré en la tienda con el chico rubio atrás mío, no sin antes tirar la colilla al suelo. Cerré la puerta pero sin cambiar el cartel donde ponía ''Cerrado''. Tenía la decisión firme de no abrir el local de momento hasta aprender todo lo necesario.
Cuando entramos en la cocina y encendí las luces, el hombre echó un rápido vistazo a su alrededor y dejó su caja blanca en la mesa de preparaciones.
Sanji: Tiene una buena cocina - murmuró impresionado -. Todo bien equipado, limpio y de calidad - sonrió -. Así es mucho mejor. Bueno... vete preparando y empezamos con la clase, ¿de acuerdo?
Tn: Sí... claro - contesté. Cogí mi delantal y me la puse. Recogí mi cabello en una coleta y esperé en la mesa de preparaciones. El joven se quitó el abrigo negro y lo colgó en el perchero. Pude ver que llevaba puesto un conjunto completo de chef, con su chaquetilla y todo. Y tenía un pañuelo azul anudado a su cuello. Me quedé impresionada. Le quedaba muy bien. Parecía un chef auténtico.
El joven se acercó donde estaba yo, apoyó una mano en la mesa y sonrió de nuevo.
Sanji: Bueno, pues yo me llamo Sanji y durante esta semana seré tu profesor particular de pastelería. ¿Podría decirme su nombre, por favor? - me dijo de forma educada.
Tn: Yo... me llamo Tn. Un placer conocerlo. Espero que nos llevemos bien - contesté con una reverencia.
Sanji: Muy bien - respondió con su sonrisa y apuntó con el dedo -. Antes de empezar - cojió su caja blanca que se encontraba a su lado, la abrió y me lo mostró -, he traído unas muestras de los dulces que pedí en la lista, sobre todo el de la tarta. Para que veas cómo son - acabó con una sonrisa orgullosa.
Eché un vistazo al contenido de la caja, curiosa. Había un surtido de dulces diversos y pequeños. Parece que trajo uno de cada, incluido un trozo de lo que parecía ser la tarta de cumpleaños. Me quedé muy impresionada. Aquellas delicias tenían una pinta increíble, digno de alta pastelería. ¡Daban ganas de zampárselos todos!
Tn: Son... son increíbles - contesté asombrada -. Deben de estar deliciosos.
Sanji: Pues eso es lo que vamos a hacer - contestó orgulloso -. Vamos a catarlos, a probar cada uno de estos dulces, y así memorizarás su textura y sabor.
Dicho esto, sacó del bolsillo del pantalón un papel. Era la lista de dulces que trajo aquel día.
Sanji: Yo te iré enseñando cada uno de los dulces que están en esta lista. Cada uno es distinto y verás su forma de presentación - dijo señalando la lista con un dedo -. Bien... vamos a empezar, ¿de acuerdo?
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Dulce desastre (Sanji x lectora)
FanfictionTn, una joven de 17 años a punto de ser mayor de edad, es dueña de una pastelería que la heredó de su difunto padre. Tiene problemas para sacar el negocio adelante y muchas deudas. Justo en medio de su desesperación, aparece un joven alto de pelo ru...