Seduciéndolo

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El baño retumbaba con la canción "Thief in the night" de Young thug mientras tomaba un baño de agua tibia. Ya casi caía la noche y necesitaba terminar un trabajo escolar por lo que decidí alargar mi ducha, para no sentir tanto estrés al estar estudiando y todo eso.

Cerré la regadera, saque mi brazo de la cortina de vidrio empañado por el vapor y quite la música de mi celular para tratar de tomar una toalla pero mis manos no sentían nada, mierda, había olvidado meter una al baño. No podía salir desnuda y ni tampoco ponerme mi ropa sucia.

-¡Shath!- grite con la esperanza de que hiciera caso a mi S.O.S pero no obtenía respuesta de su parte -¡Shath, vamos necesito un favor! -Escuche pasos acercarse desde el pasillo pero el idiota seguía sin contestarme. -Shath, se que estás ahí, enserio necesito un favor, ¿podrías traerme una toalla? Eh olvidado meter una- me coloqué bajo el tapete evitando derramar tanta agua acercándome un poco a la puerta.

-Podría, pero no quiero.- dijo en un tono divertido pero que sonó también un poco seco.

-Por favor, si no me traes una tendré que salir desnuda- trate de que sonara en forma de amenaza pero no resultó como esperaba. Esto ya me comenzaba resultar un poco desesperante.
Alcance a escuchar una risa de su parte.

-Créeme que yo no tengo problema en volverte a ver desnuda, amor.- solté un leve quejido, ¿pero qué demonios pasa por su cabeza?.

Vamos Corina, eres más fuerte que él, demuéstrale que no te da miedo.
Quite el seguro de la puerta y abrí rápidamente está, tape con mis manos las partes que pude de mi cuerpo y me dirigí a mi habitación con pasó normal tratando de provocarlo. Agradezco que el baño no estuviera tan retirado de mi habitación, cerré de un portazo dando un pequeño grito de frustración, ¡me voy a vengar de ti idiota!.

(...)

Eran alrededor de las 9:30 de la noche, mis deberes estaban terminados y mi estomago pedía comida. Salí de mi habitación para dirigirme a la cocina, tome un vaso para llenarlo de leche y tome de un estante pan para poder ponerle encima mermelada de fresa. Mientras comía tranquilamente tome mi celular y revisé mis redes sociales; en la parte de las notificaciones me indicaba que tenía un mensaje de Shath, pero como estaba molesta con él no pensaba abrirlo. Cuando termine de limpiar el pequeño desorden que hice apague la luz de la cocina para dirigirme a mi habitación y dormir ya que mañana tenía clases.

Me recosté en mi cama después de haber cepillado mis dientes y colocar mi cabello en una trenza, no estaba acomodada para dormir simplemente me quede ahí mirando el techo con una pierna flexionada pisando  la cama y la otra colgaba sobre ella.

-Vaya, que bonita vista tengo desde aquí.- no supe cómo entro y ni tampoco me importó, solo no supe de qué hablaba. Levante mi vista a él y me di cuenta que miraba mi entrepierna, mierda, de seguro se me miraban las bragas o más allá de ellas, pero no me moví, solo sonreí y seguí mirando el techo. Creo que justo ahora puede empezar mi venganza.

Me puse de pie, mire como Shath estaba dentro de mi habitación recargado sobre la pared a un costado mío; yo de pijama solo llevaba una camisa de hombre que compré hace tiempo junto con otras para utilizar al dormir, es de un color como entre gris y morado con la imagen de un lobo. Él llevaba solo el pans de un pijama sin camisa, podía mirar mejor su bien formado cuerpo.

Di unos pasos para estar ni tan cercas pero tampoco muy lejos de él.

Me quite la camisa lentamente, como en las noches no suelo usar sujetador deje mis pechos a la vista de Shath, el me miraba sorprendido pero con mucha curiosidad por saber que es lo que estaba haciendo. Termine de acortar la distancia a lo que Shath se enderezó en su lugar, seguía mirándome con atención.
Mis pechos estaban pegados en parte de su pectoral, teniéndolo así me siento tan pequeña porque el es una cabeza más alto que yo.

-¿Piensas quedarte ahí parado?- Pregunte tratando de mirarlo a los ojos pero el estaba volteando a otro lugar de la habitación mi tono de voz sonó como si me diera igual el que estuviera ahí -Necesito descansar, es mejor que te vayas y me dejes dormir- dije dando leves empujones en sus pecho y tratando de guiarlo a la salida

-¿Crees que después de hacer eso te dejaré dormir?- podía sentir su respiración chocar en mi rostro -Estás loca si lo piensas- susurró en mi oído para después morder mi oreja.

Me voy a volver loca, el plan era solamente seducirlo y luego huir.

Me tomo por la cintura con ambas manos haciendo que nuestros cuerpos quedarán unidos, sus labios hicieron un camino de besos sobre mi cuello, comencé a sentir extremo calor, mi piel se sentía un tanto caliente. Sus manos se desplazaron de mi cintura a mi trasero elevándome para yo poder enredar mis piernas en sus caderas, como suelo ser una chica obediente así lo hice; mis dedos despeinaron su cabello lacio.
Mientras bajaban sus labios por mi pecho me acerqué a su oído y en susurro dije

-Quiero que salgas de mi habitación.- mi voz sonó tan natural, despreocupada y autoritaria.
Desenrede mis piernas de sus caderas y baje de él tomando mi camisa del suelo para ponérmela.

Su cuerpo no se movía, no emitía ningún sonido, podría decir que se quedó estupefacto ante mi acción de provocarlo y luego ignorarlo.

En verdad agradezco el que no me haya besado en el transcurso de lo que acaba de pasar, porque de ser así yo no hubiera podido parar y esto quizá terminaría de una forma diferente. Pero al recordar que durante mucho tiempo el jugo con mis sentimiento mi tristeza vuelve, pero como me acostumbre podía disfrazarlo muy bien. Para él lo nuestro era como un tira y suelta; mis sentimientos hacia él siempre fueron sinceros, aún quedan intactos. Por más odio que intento sentir no puedo, nos conocemos desde pequeños y quizá sea la razón de que Shath no sienta lo mismo que yo.

Es por eso que si él quiere intentar algo conmigo así sea lo más mínimos tendrá que esforzarse mucho, no como la primera vez que tuvimos relaciones ya hace 2 años, para entonces éramos unos novios particulares, al principio creí que su forma de ser era natural pero me equivoqué en mucho.

Una relación es de dos, no de uno.
Mientras yo daba lo mejor de mi el solo intentaba alejarse. Pero cuando estuvimos en el plan de amigos todo era diferente, había más confianza, éramos más abiertos y unidos, nos contábamos todo y reíamos sin parar.

Shath es el tipo de persona que prefiere algo pasajero que algo duradero, a él no se le dan las relaciones formales de eso me di cuenta. No digo que le guste andar con todas y menos acostarse con ellas, porque no es así, él prefiere citas informales y pasarla bien con sus amigos sin tener alguien presionándole las espaldas o celándolo y que estarle presentando una novia diferente a sus padres cada semana.

Entre la duda y el rencorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora