Naufragio

2. La película cambió

Las olas se agitaban alborotadas y los gritos en cubierta se escuchaban desde cualquier parte del barco junto con las pequeñas explosiones causadas por armas de fuego. Esa noche Adeline soñó que estaba sumida en una antigua batalla naval, épica al puro estilo de Piratas del Caribe. Despertó por los gritos de la marinera con la que compartía camarote. No entendía nada de lo que decía en su rostro se reflejaba el terror puro así que no dudó en seguirla cuando le hizo señas con las manos para animarla a salir.

En el exterior los tripulantes corrían de un lado a otro gritando ordenes y llevándolas a cabo. Alrededor del barco se encontraban otras naves, cerca de cinco. Algunas más grandes que la suya y otras tan pequeñas que no podían ser más que lanchas.

Las personas pasaban exclamando maldiciones en una lengua desconocida para ella, muertos de miedo pero llevados por la adrenalina del momento. La camarografa también la sentía, sentía el sudor frío por su cuerpo y oía su corazón palpitando en sus sienes.

Todos se agachaban cuando ráfagas de balas impactaban los costados de la nave y abatían a sus tripulantes así que ella comenzó a imitarlos. 

De reojo distinguió la rubia cabellera de Jason entre el fervor de la batalla e intentó llegar hasta él.

Fue muy lenta.

Cayó de costado contra el suelo en el instante que una ola golpeó el barco y cuando se levantó, tambaleante y aturdida notó su antebrazo manchado de sangre, su propia sangre. No sentía dolor aún por la adrenalina pero por su cuerpo se había extendido ese frío típico del miedo a sufrir.

Caminó insegura hasta el lugar en el que había visto a su compañero pero ya no estaba, en su lugar había un rastro de sangre y algunos agujeros por el impacto de los proyectiles. Se tiró al suelo y arrastrándose siguió el camino. Cerca sintió fuertes pasos y una voz grave que se escuchó sobre todo el bullicio, cuando se giró se encontró a un hombretón tatuado al que nunca había visto abordo con anterioridad. Cuando el hombre le apuntó con el arma que llevaba entre las manos, ella en un puro impulso se lanzó por la borda.

La película había cambiado de ser una aventura llena de nuevos descubrimientos a una terrible masacre en alta mar.