Otra más

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Aquella noche en Rány prometía ser otra de arduo trabajo terminado para Sophie Valentine y sus compañeras del Departamento de Diseño Editorial en "Catwalk". Como era costumbre cada fin de plazo, la mayoría de ellas habían quedado de salir de fiesta, olvidando bocetos , fotografías y artículos que entregar, aunque fuese tan sólo por unas horas, antes de empezar la edición del siguiente mes.

De las siete chicas que formaban parte del departamento, quedaban tres solamente en el edificio, luego de que las demás se habían adelantado para no perder su precioso tiempo. Éstas eran Sophie y sus amigas, Kassandra y Esther

--Ya quiero irme ¡no aguanto más! ¿En verdad va a tardar tanto?--pregunto Esther a Kassandra,refiriéndose al novio de ésta última, quien había dicho que pasaría por ellas en su auto

--O sea,si tienes tanta prisa, vete ya-- respondió la otra, bastante enfadada,por ser la sexta vez que preguntaba lo mismo en cinco minutos --No soy yo la que controla el tráfico ¿sabes?

--Ya chicas, no peleen,mejor hay que aprovechar para darnos un último vistazo ¿o no?--preguntó Sophie,esperando que con eso sus amigas perdieran las ganas de matarse entre ellas

--Como si lo necesitarás, nena...sólo mirate ¡estás guapísima! Ya veo por que Rick no deja de salir contigo-- dijo Kassandra,con un poco de envidia en su voz, deseando tener esa química con los hombres y no relaciones de deseo.

"Una chica con suerte" pensó

Y es que lo era. Con las medidas perfectas, una feminidad natural y unos bellos ojos esmeralda enmarcados por suaves bucles de largo cabello chocolate, físicamente era alguien bastante deseable, aunque claro, en lo demás no se quedaba atrás. Podía decirse que ella era creativa y trabajadora en su mera esencia, lo cual le estaba haciendo crecer profesionalmente a pasos agigantados. Una joven mujer de 25 años con un gran futuro por delante, a menos que a Rick se le antojara truncárselo...

--Pero incluso alguien como yo necesita verse mejor, Kassy. Y hablando de eso, voy a retocarme un poco, igual y me termino quedando con Serguéi también,querida-- le contestó a la otra de una manera entre seductora y juguetona, antes de echar a andar por el pasillo que llevaba al tocador

--Sigue soñando ¡perra!-- le gritó Kassandra,antes de que rompiera en carcajadas ante la mirada de Esther,quien se limitó a golpear su frente con la mano.

Diez minutos después llegaría Serguéi, acompañado por Rick. Aparcaron en uno de los lugares vacíos del estacionamiento del edificio y salieron del automóvil,dirigiéndose al ascensor de empleados para llegar a donde se encontraban las chicas. Una vez allí,sin embargo,solamente encontraron a dos

--Ya estaban listas ¿huh? preguntó sarcástico Serguéi a Kassandra --Muy apresuradas por irse y ahora falta tu amiga la buena-- recibiendo justamente al terminar d decir eso un codazo en el estómago

--Para que aprendas a respetarme-- dijo Kassandra enojada.

--Menos mal que no fuiste tu, hermano-- dijo Serguéi mientras se sentaba en un escritorio, recibiendo un segundo golpe en el estómago que lo dejó acostado entre los papeles

--Serás un hijo de p...-- alcanzó a exclamar, abres de retorcerse en muecas de dolor

--A todo esto, creo que debería buscar a Sophie, para ver si todo está en orden-- dijo Esther, tratando de tranquilizar a todos mientras se dirigía al tocador.

En cuanto llego al tocador, decidió abrir para ver que todo estuviera en orden, encontrándose con la puerta asegurada por dentro. Pensando que su amiga tendría ciertas "dificultades", prefirió tocar para saber que pasaba

--Sophie, cariño, Serguéi y tu hombre ya están aquí-- canturreó de manera queda.

No recibió respuesta

--¿Sophie? No me digas que justamente ahorita te acaba de bajar...

De nuevo, silencio. Esther comenzaba a sentir escalofríos. Algo no marchaba bIen allí

--Sophie ¡abre la puerta! ¡Me estás asustando!-- comenzó a gritar Esther mientras golpeaba la puerta de manera insistente. En circunstancias normales, esa intensidad de golpes llegaban a hartar a cualquiera, logrando que se abriera la puerta con alguien muy malhumorado detrás, o muerto de risa, al menos

Pero ese no era el caso ahora. Lo único que logró Esrher con eso fue que Kassandra y los dos chicos llegaran a donde estaba ella, a punto de sufrir un ataque de histeria.

--¿Que pasa?-- preguntó Serguéi, alterado

-Vine a ver a Sophie para saber si iba a tardar, pero no me contesta y la puerta está cerrada. Me estoy preocupando-- soltó aceleradamente,mientras trataba de tranquilizarse un poco, resultándole imposible.

--SOPHIE ¡BASTAEDA HIJA DE PERRA! ABRE LA JODIDA PUERTA DE UNA VEZ,QUE NO ES GRACIOSO!-- gritó Kassandra histérica, ganándose la mirada atónita del resto de los presentes. Estos últimos se sumaron al coro de llamados y toques insistentes, sin conseguir respuesta

--Hay que tirar la puerta-- dijo Rck, de una manera serena, ocultando con ello todos los terrores posibles que pudieran reunirse en una persona, esperando que todo estuviera bien

--Viejo ¿que dices? ¿Y si solo está haciendo sus necesidades como todas? -- preguntó Serguéi,un tanto incrédulo --¿No crees que se va a asustar?

--No fue una sugerencia,fue una orden-- respondió rabioso, mientras intentaba que la puerta cediera. Ante tal respuesta, Serguéi se unió, logrando que la puerta se abriera,cayendo los dos dentro.

Lo primero que vieron no era precisamente lo que esperaban encontrar. Rick esperaba ver a Sophie desplomada en el piso,victima de algún desmayo o del sueño rezagado. Serguéi,en cambio, quería una excusa para analizar su anatomía de alguna manera vulnerable, tal vez haciendo sus necesidades o cambiando de ropa.

Pero no así...definitivamente no así

--No entre...gritó Rick a las chicas, rompiendo con ello el silencio creado. Pero era demasiado tarde. En cuanto ambas atravesaron la puerta, no pudieron evitar el lanzar un grito de horror

--Dios mío...-- exclamó Esther, mientras se cubría la cara con las manos

--Esto no puede ser verdad...No puede ser verdad-- empezó a murmurar Kassandra, mientras corría a llorar al hombro de Serguéi, que ya se había levantado y que ahora miraba la escena totalmente impactado, sin saber que decir.

Rick aún seguía viendo todo desde el suelo, sin poder levantarse. Parecía que ya no podía hacerlo desde el momento en que atravesó la puerta. Era comprensible, sobre todo cuando era una persona a la cual amabas.

En la barra de los lavamanos,ahora salpicada de un líquido rojo y viscoso, yacía Sophie con el cráneo roto y bañada en sangre. En lo que alguna vez fue un rostro bello y vivaz había incrustados enormes pedazos de cristal, los cuales provenían del espejo que había frente a los lavamanos. Sus últimas muecas habían sido de terror,y se hubieran apreciado mejor, de no ser por aquellos órganos que ahora se escurrían como una macabra gelatina dantesca

Pero había más. En lo que quedaba del espejo, el asesino había escrito el encabezado de una carta con lo que se podía suponer,la sangre tibia de Sophie

Rány, 12 de mayo de
20XX

Querida Reny...

Nadie de los presentes pudo decir nada. Era demasiada información y dolor por procesar.

--Hay que llamar a la Policía-- murmuró Esther,antes de desplomarse...

Una mirada en el espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora