Asocial

269 33 19
                                    

Últimamente mucha gente confunde las palabras antisocial y asocial. Por los sufijos que tienen , la diferencia radica en que una persona antisocial esta en contra de tener que socalizar y el asocial no puede socializar (pero puede querer hacerlo!) .
La verdad es que de pequeña siempre habia tenido dificultades para socializar pero cuando lo pienso tenia más amigos que actualmente. De pequeño parecía mucho más fácil hacer amigos.  Solia tener (y admito seguir teniendo) una imaginación terriblemente potente, por lo que entre mis amigos yo era la persona que inventaba los juegos, de manera que al presentar una idea llamativa solían querer jugar conmigo.

Aun así con el tiempo la gente va y viene, nunca me llevé especialmente bien con compañeros de clase así que mis amigos eran más de gente del vecindario o hijos de conocidos. Y la gente se muda, o algún dia tienes que despedirte de ellos , ya por no decir que las personas irremediablemente cambian.

A la gente ya no le apetecía oír sobre juegos o historias fantásticas de otros mundos que a mi me gustaba crear y mostrar. De alguna manera los recreos donde jugaba pasaron a ser recreos donde todo el mundo solo hablaba de la vida de los demás. Si, yo nunca entiendo la necesidad que tiene la gente de meterse a opinar y juzgar a otras personas. Por eso me quedé jugando sola y pensando sola en mis mundos.

Cambiarme de escuela cuando empecé el instituto fue la muerte definitiva de mi infancia. Nadie y absolutamente nadie tenia interés en cosas creativas. Escribir para los demás era una tarea aburrida mientras yo me refugiaba en la escritura para calmar mi insaciable imaginación.  Las personas solo se interesaban en fiestas y mas fiestas , lugares ruidosos que no soporto donde me veo obligada a socializar.

Me solía agradar hacer amigos cuando era pequeña, pero en cuanto la gente cambiaba yo desaparecía en el fondo y dejé de ser alguien interesante al no compartir sus ganas de hablar sobre las vidas de otras personas. Poco a poco mi soledad hizo que perdiera incluso el interés en las personas,  al punto de que empezaron seriamente a irritarme. El verano pasado empece a tener urticaria cada vez que me encontraba en situaciones sociales. Y es que no soporto el metro ni la clase , ni siquiera la calle.

Confesiones de una AspieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora