Capítulo 2

8 1 0
                                    

Me metí a su perfil para saber si podría reconocerlo con alguna foto pero no tenía ni una foto de él, solo encontré en "Etiquetado" y la de su perfil no ayudaba de mucho. «Tiene novia... No sé quien es, pero a lo mejor lo veo por ahí junto a ella» pensé mientras aceptaba su solicitud.
Después de tanto revisar y guardar imágenes, decidí publicar algo; una que me gustó en la cual describía lo que me gustaría de un hombre, algo lindo pero a la vez simple. Nada fuera de lo común. «Alan Garcia comentó tu foto» leo y selecciono para leer lo que escribió.

–Yo conozco a alguien así– comentó.
–¿A quién?– le respondo en el momento. Pasan unos cuantos minutos y recibo un mensaje en el que dice: "Te lo presento el martes". Era él.
–Okay – le respondo. Entre broma y broma, nos fuimos conociendo y yo ya sentía la necesidad de querer saber quien es. Al parecer nos gustaban las mismas cosas, por el momento tengo pensado que él me tuvo bastante confianza para contarme bien de sí mismo, por lo menos para conocer lo básico de él: gustamos de la misma música, rock, mi preferida Guns n' Roses, su canción favorita de ellos: Civil War y Sweet Child Of Mine. Aún no tengo bien informado más, pero hasta ahí, su gusto de música es genial; sé que tiene dos hermanas, una de 8 años de edad y otra de 11 años, no le tomé importancia y por ello no recordaba sus nombres...

–Me dijo Sebastián que le gustaste a un amigo suyo– me manda mi amiga.
–¿A cuál de todos? –bromeo.
–A uno güerito, alto de cabello oscuro.
–No recuerdo haber visto a otro güero a parte de él– me cuestiono.
–Yo tampoco, pero eso me dijo. Está loco– lo dice burlesca.

                                  〰〰
Ha pasado ya el fin de semana y no he parado de hablar con él. Los días se me han pasado como agua entre mis manos pero justo hoy eso cambió; el pequeño chorro de agua que caía entre mis dedos fue cambiado por un balde lanzado hacia mi cuerpo desnudo. Lo importante aquí no es el agua derramada que hace honor a mis días anteriores a hoy si no, las gotas de agua que quedan sobre el cuerpo; la lentitud que tienen para caer. Mi día era como una pequeña gota de agua sobre mi cuerpo, esperando lentamente a llegar a su final, desvanecerse de ese lugar, agregando algunos cuantos nervios. Ansiaba mucho poder conocerlo en persona.
«Este chico es una gran persona, ¡me agrada!» confieso en mi mente mientras sonrío de oreja a oreja.

La noche empieza a caer, mis nervios y la emoción que llevo dentro, empieza a elevarse. Cada minuto ansiaba que ya fuera la hora para despertar y tener que arreglarme para dirigirme a la preparatoria.
                             
                                     〰〰
–Hoy entro a la una, ¿y tú? –le informé.
–A las 2:00 p.m – respondió. Nos despedimos y me fui a la preparatoria emocionada por conocerlo. Vi a mi amiga y le conté al instante. Le agradó la idea y decidimos esperarlo en la puerta de la entrada para poder hablarle en ese instante.

–Danny, creo que ya entramos –dice, mientras se asomaba hacia donde está el salón. –Iré a ver.
–Te acompaño– le digo mientras busco a quien no tenía idea de como era físicamente. –Le hablo al rato si tenemos hora libre. Subimos al salón, por suerte, el maestro aún no llegaba. Fer y yo salimos a recargarnos al barandal que se encuentra afuera del salón. Empiezo a buscar. En eso veo pasar a un muchacho alto de cabello muy obscuro, güero; traía una sudadera negra con verde fosforescente. «Wow! que guapo, Dios. Nunca lo había visto, ¿quién será?» pienso sin perderlo de vista. En ese instante pasa el maestro y empieza la tortura: La hora de clase.

Han pasado algunas clases y avisaron que a la próxima tendremos hora libre. Por fin podré hablar con él.

¿Esto es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora