Su esposo tenía un amante. Esa era la única explicación por la que a pesar de que las cosas volverían a ser como antes o incluso mejores, él siguiera saliendo todas las noches. Aunque, claro, ya no llegaba tan tarde y su ropa no resultaba tan provocativa como antes. Y su relación ciertamente había mejorado. Ahora Taehyung llegaba temprano a casa, almorzaban juntos todos los días, paseaban y charlaban, casi como antes. Todo había mejorado, pero Jungkook seguía saliendo todas las noches. Estaban juntos en la cama viendo la tele, cuando él le dijo que tenía que salir.
—¿Salir? Pero ¿Por qué? Está haciendo frió y la película esta buena. Todos los días sales, ¿porque simplemente no llamas a tus amigos hoy y les dices que no vas? – Taehyung quería darle su espacio, no quería presionarlo, si él realmente tenía un amante, probablemente lo botaría, si él se pusiera a acosarlo ahora.
—Lo siento, no puedo—Por su cara podía decir que realmente lo sentía. Pero le resultaba increíblemente molesto vivir con aquella duda.
—Entonces... ¿por qué no me llevas? – Lo siguió, mientras él se terminaba de arreglar—Puedo acompañarte, estaríamos juntos, no faltarías a tu compromiso y podríamos venirnos temprano. —Su esposo le hizo un gesto al espejo y luego tomando su celular se acercó a él.
—Realmente quisiera que fuera posible, pero hoy no se puede. Se me está haciendo tarde. – Se acercó y beso sus labios. Tenía una expresión, casi de dolor en su cara. – Te prometo que apenas me desocupe, vuelvo.—Salió de la habitación dejándolo allí, pensando que podría hacer.
Después de dudar unos segundos, tomo su chaqueta, la cartera y sus llaves y salió por la puerta, dispuesto a seguirlo. Tenía que saber, de una vez por todas, que era lo que hacía su esposo todas las noches y lo más importante, con quien.
Acababa de entrar en el taxi, cuando su teléfono sonó. Al ver el número en la pantalla, dudo si debía contestar. Hacía semanas que no hablaba con Sara, pero ella tampoco había vuelto a llamarlo, quizá fuese una emergencia.
—¿Hola?... claro, ya voy para allá. – Quizá fuese una mala idea, pero no perdía nada con intentar. Le dio al taxista la dirección del apartamento de ella y respiro profundamente.
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Estaba totalmente agotado y ahora lo único que quería era ir a casa, con su esposo. Las últimas semanas habían sido total y completamente, perfectas. Tae, era de nuevo, aquel esposo dulce y encantador, que siempre estaba preocupado por él y con el cual podía compartir todo, sin importar que fuera. No habido llegadas tarde, excusas para evitar almuerzos o cenas. Nada de llamadas, ni actitud sospechosa. Parecía que el episodio de la rubia, había quedado totalmente en el pasado. En algunos momentos, sobre todo cuando estaba solo Jungkook recordaba aquellos días y sentía la rabia fluir en su interior, pero con el pasar del tiempo, la rabia y el rencor fueron desvaneciéndose, hasta desparecer totalmente. Lo único en lo que podía pensara ahora era en Taehyung, su amado TaeTae. El que lo abrazaba y besaba dulcemente en las noches, él mismo que también lo despertaba de forma apasionada y ardiente en las mañanas, el mismo, que sin importar que él no hubiese vuelto a pronunciar frases de amor hacia él, le decía una y otra vez que lo amaba, no solo con palabras, también con su cuerpo, con pequeños detalles, como dejarle notitas en el tocador o la cocina, o con las rosas, que iba a robar cada mañana, al jardín de las vecinas.
El mismo, que la había hecho el hombre más feliz de la tierra durante cinco años y ahora volvió a hacerlo de nuevo. Contaba los minutos para verlo de nuevo. Había pensado organizar una cena romántica y darle la noticia, pero estaba tan emocionado, que no podía esperar. Se lo diría esta noche. Le diría que sabía de Sara y su aventura, le diría que eso ya no le importaba, que lo perdonaba y volvería a decirle, te amo. Luego le daría la noticia del bebé. Cuando el doctor se lo había dicho en la mañana, casi que no lo podía creer. Un bebe. Estaba montándose en el coche, cuando le llego la llamada de Jimin. No le había dicho nada de la reconciliación con Tae, ni de lo que había pasado. Le hizo creer que él seguía con el plan de venganza, porque creía que su amigo no lo apoyaría, pero con el bebé en camino, las cosas eran diferentes. Además, Jimin era su mejor amigo desde el colegio, por su felicidad haría lo que fuera. Llego al edificio de su amigo y se detuvo en el estacionamiento, habían quedado de encontrarse en la cafetería de la esquina. Jungkook tomo sus cosas, pero antes de salir del carro, se fijó en una rubia que salía en pijama, de espaldas a la puerta del edificio, se quedó mirándola porque le parecía familiar. Sus ojos se ampliaron y luego se llenaron de lágrimas al reconocer al hombre que salía detrás de la rubia. Era su marido. Se quedó observando mientras él se despedía de ella con un beso en la mejilla y luego paraba un taxi para irse. Un golpe en la ventana de su carro, hizo que diera un salto. Giro la cabeza y vio a su amigo mirándolo con cara de lastima.
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—Es que... no puedo creerlo. – Estaban sentados en un bar. Luego de que Jimin llegara, habían conducido por una hora, hasta frenar allí. Jungkook sentía su corazón destrozado. No podía creer que después de cómo habían sido las últimas semanas, Taehyung siguiera con su amante.
—Realmente lo siento, kookie Si hubiese sabido que esa Zorra vivía en el mismo edificio que yo, jamás te hubiera dicho que fueras. Después de todo, el mundo es un pañuelo, mira que la amante de tu marido vivir en el mismo edificio que yo. — Jimin lo abrazo, pero eso no era suficiente consuelo para su corazón roto. – Igual era de esperarse que siguieran juntos, parece que después de todo, tu venganza no funciono. Creo que lo mejor ahora, es que le pidas el divorcio y lo dejes. Si quieres, ahora mismo vamos a tu casa y te ayudo a empacar. Puedes quedarte en un hotel. O nos vamos de vacaciones, a alguna parte, donde tú quieras. – ¿Irse lejos? ¿Dejar a su marido? ¿Justo ahora, que estaba esperando un bebé? No. No, no podía hacerlo. No sabía porque estaba Taehyung con aquella mujer, pero lo averiguaría. Haría lo que debió haber hecho desde un principio. Enfrentarse a él, con la verdad.
—No, Jimin, No me voy a ir a ninguna parte. Voy a hablar con él. – La cara de su amigo, le decía que creía que se había vuelto loco de remate. Eso no tenía importancia. – Le diré que sé que él tiene una... aventura. Y luego, le pediré que me lo explique. Debí habértelo contado antes, pero Taehyung y yo hemos estado mejor que nunca luego de que el llegara borracho a casa hace un mes. Las cosas han sido mejor, que cuando éramos recién casados. Yo... sigo amando a mi marido. Y no puedo creer que él me siga siendo infiel. Así que, voy a ir hablar con Tae y pedirle una explicación. Tal vez todo sea un malentendido y haya ido a terminar con ella. – Le rezaba a Dios porque así fuera. – Voy a hacer lo que debí haber hecho desde un principio. Darle la oportunidad de defenderse a mi marido—Se agacho a besar la mejilla de su amigo y salió.
El aire frió de la noche lo ayudo a despejar su mente. Mientras conducía camino a casa, pensó en todas las formas que podía encontrar de hablar con Tae, en todo lo que le diría. Aparco el coche en el camino de entrada y se bajó, no tenía tiempo de paquear dentro del garaje, tenía que hablar con su marido, ahora. Las luces de la casa estaban apagadas y todo en la calle estaba bastante silencioso. No importaba, despertaría a Taehyung y hablarían. Estaba buscando las llaves en su bolso cuando sintió un golpe en la parte trasera de la cabeza. Trato de agarrarse del pomo de la puerta, pero el mundo comenzó a dar vueltas y se desvaneció. Antes de perder el conocimiento pudo ver la figura borrosa, de un hombre que se agacho junto a él
—Lo siento, pero no puedo permitir que vuelvas con él. – La oscuridad lo absorbió por completo y lo último en lo que pudo pensar, fue en Taehyung...
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El Infiel [TAEKOOK] (ADAPTADA)
Fanfiction•Él lo ama •Él le es infiel •Él quiere venganza •¿Que sucede cuando no sale como lo planeas? •Están casados y todo parece ser perfecto. •Entonces él le es infiel. Él lo sabe, pero una vez que lo ve, el deseo de hacerlo sufrir tanto como él sufre, es...