Ninfa del bosque

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Me desperté en medio de la noche sin saber por que, un pánico inmediato me abrazo al encontrarme sola en el bosque pero recordé todo lo del día anterior y poco a poco mi corazón regreso a su ritmo normal sin sufrir ningún ataque ni nada por el estilo, era grandioso poder respirar sin ninguna dificultad. Di varias respiraciones grandes para oler el aroma nocturno del bosque, fue ahí donde lo vi. Dos luces verdes y pequeñas me miraban desde la lejanía, supe que eran ojos porque conforme se fue acercando note que parpadeaban.

Al principio pensé que se trataba de un hada pero después de verla bien mas bien parecía una ninfa, una ninfa del bosque. Era hermosa, con su cabello verde claro, sus ojos que parecían esmeraldas y su piel de tonalidad verde perlada vestida con un ligero vestido blanco con degrade en verde. Toda ella emanaba una luminosidad verde que se reflejaba en la espesura del follaje.

- Te encontré - susurro en la oscuridad luciendo aun mas hermosa cuando sonrió. Su voz era suave y cantarina como campanillas.

- Tu, eres como yo - no era una pregunta ella era como yo en todos y cada uno de los aspectos excepto por la piel verdosa. Ella era mi respuesta.

Gracias Josh

- Veo que Josh te dejo el mensaje

- ¿Conoces a Josh?

- Claro, es el guardián que mande para que supieras que hacer, no podías solo regresar a casa así, sin saber lo que eres.

- ¿Guardián? - si escuchaba de nuevo esa palabra iba a explotar

- Esta bien, empecemos desde cero

Camino hacia mi con la soltura de una bailarina hasta quedar frente ami e hizo una seña extraña con su mano derecha.

- Soy Iliana y tu debes de ser Gisselle - Como diablos sabia mi nombre

- Gi, solo Gi - respondi sin preguntar nada, era mejor ir al grano de una vez

- Bien Gi, seremos muy buenas amigas yo me haré cargo de ti, yo te ayudare en lo que necesites y tu me ayudaras a mi en las misiones.

- ¿Misiones? - Okay eso si que era ir al grano

- ¡Estrellas! lo siento, me estoy adelantando a las cosas. Ven siéntate, tengo muchas cosas que explicarte.

Hice lo que me dijo y mire sus ojos verdes y amables.

- Creo que ya te habrás dado cuenta que no eres una chica de este mundo ¿cierto?

Asentí. Mi corazón a mil por hora.

- Bien, empecemos desde el principio.

Alzo sus manos al aire y de sus manos salio una luminosidad ambarina y de ella se formo un mundo de distintos colores de verde.

- De aquí es donde venimos, es un mundo llamado Oriana que esta a millones de años luz de este sistema solar. Este mundo era habitado solo por mujeres como yo y como tu que eran amenazadas por una raza extraterrestre a la que llamamos: Demonios de Astaroth.

La imagen cambio y ahora mostraba algo horroroso que era a lo que ella llamaba demonio de Astaroth y efectivamente parecía un demonio de ojos grandes negros y malvados, no tenia nariz y de su boca salían dos colmillos afilados de su único labio inferior, su cuerpo era corpulento y con protuberancias por todos lados y ni hablar de su piel escamosa y asquerosa.

- Ellos nos quitaban nuestros recursos naturales para poder construir un mundo al que ellos mismos habían dejado morir explotando sus recursos naturales. Al no ser compatibles con nuestra atmósfera, y al no tener materiales para fabricar su atmósfera en nuestro planeta, se vieron obligados a renunciar a hacer una exterminacion masiva de nuestra raza. Débiles, sin armas y sin saber como defendernos murieron millones de inocentes cuando descubrieron que teníamos en nuestro poder las gemas de cristal.

Una Chica Fuera De Este MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora