Eres una de nosotros

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Mi nombre es Kendall Cold, tengo 17 años y estoy en mi último año de instituto. Chase es el clásico hermano sobreprotector que no me deja vivir en paz, aun así amo a ese cerdo que se hace llamar mi hermano. Chase tiene mi misma edad, y sus dos mejores amigos, Edward y West son los clásicos jugadores de football americano, por lo tanto conforman el grupo de "Los Populares". Yo a su diferencia soy muy solitaria, no es que sea una nerd o algo por el estilo, si no que soy la chica que se sienta al final de la clase y que nadie nota, lo prefiero así.

La verdad es que a veces tengo recuerdos, momentos que pasan como flashes en mi mente uno de ellos es cuando asesinaron a mi madre frente mis ojos, yo tenía tan solo siete años. Luego de esto, mi padre decidió que nos mudaríamos a Londres, para olvidar nuestro doloroso pasado. Al llegar, mi padre consiguió un trabajo que lo mantenía cada preciado minuto del día ocupado, así fue que yo sentía que vivía solamente con Chase ya que mi padre llegaba a altas horas de la noche y se iba temprano, dejando ningún rastro más que el ruido de la puerta al cerrarse.

CAPITULO 1: ERES UNA DE NOSOTROS

Esa mañana me desperté con el sonido del despertador que ahora descansaba roto en el suelo, décimo despertador roto en el mes, sentí como Chase me gritaba "¡Buenos días!" desde la cocina y pude sentir el olor a waffles, salí de mi habitación con mis pelos desordenados y la voz ronca, y baje por las escaleras.

-Así que ahí está mi camiseta- dijo Chase refiriéndose a la prenda que estaba utilizando.

-Cállate, tengo sueño-dije hablando ronca.

-Siempre tan tierna-dijo y yo lo mire de soslayo.- ¿Cómo has dormido?

-Acostada- dije sarcástica.

-Sabes a que me refiero.

-Bien, supongo. Con las mismas imágenes de hace 10 años- me dedicó una mirada triste y cariñosa, que me hacía sentir mejor, aunque no me consolaba para nada. El también había sufrido la muerte de nuestra madre, sólo que el no había visto un hombre con un cuchillo clavándolo en la espalda de ella.

Termine mis waffles y me dirigí a mi habitación. Me puse unos shorts de tiro alto de jean desgastado y una remera corta que decía "I love moustaches" y con un mostacho negro abajo de esta y mis preciadas converse negras, me dirigí al baño individual de la habitación y me mire en el espejo, estaba hecha un desastre, aunque me importo una mierda, deje mi pelo suelto, tome mi mochila y salí. Agarre mis llaves, mi iPhone y me dirigí a mi Scooter,  había ahorrado por mucho tiempo para comprarla. Detrás mío pude ver el Mustang negro de Chase, pase mi pierna al otro lado del asiento, coloque mis manos sobre los manubrios, y  "Fui corriendo hacía la cocina para mostrarle el dibujo que había hecho, pero ella no estaba sola, un hombre iba hacía ella con un cuchillo en sus manos '¡¡MAMI!!' Grite a todo  pulmón, pero ya era demasiado tarde, mi madre había muerto,  en ese momento una mano tapó mi boca, y comenzó a arrastrarme lejos de allí, mientras mis lágrimas caían sobre las manos de Chase..."

Di un respingo y me enoje conmigo misma por sucederme esto, esos eran los hartantes flashes o imágenes que pasaban por mi mente; pero ese no era el único, había muchos, y aún peores. Arranque la Scooter, me puse el casco y tome el camino hacia el instituto, siguiendo a Chase por detrás.

Al llegar estacione lejos de mi hermano ya que todos iban a prestarle atención y yo tal vez también lo hacía si iba por detrás de él, prefería prevenir, cualquier cosa. Me baje y tome camino hacia las grandes puertas de él instituto y me adentre en este, gire hacía la derecha por un pasillo hasta llegar a mi casillero, de él cual saque los libros que necesitaría para esa hora antes del recreo y deje los que no me harían falta. Me dirigí a mi clase y me senté en el fondo, a la par de la ventana como siempre. No me di cuenta de que la profesora de matemáticas había entrado a la clase y estaba tomando asistencia, y justamente me había nombrado y yo no respondía, y tampoco me di cuenta de la presencia de un chico con el cabello azul y ojos del mismo color en el banco de mi lado, dije “Presente” y continué mi análisis del chico, inspeccione toda el aula y me di cuenta de que el único asiento vacío era el de la par mía y el interesante chico peliazul tuvo que sentarse allí porque no había más remedio. Me dirigió una mirada amigable al ver que me di cuenta de su existencia y yo le sonreí, tampoco estaría mal tener un amigo que, en mi opinión, también pensaba que los cabellos morenos, castaños o rubios, lo que sea, eran aburridos y necesitaba teñírselo. Mis cabellos eran una mezcla entre violeta, azul y turquesa, variando en distintas zonas de mi cabellera, lo normal es aburrido. (N/A: xDDD)

-Kendall… mi nombre es August- dijo el chico sin siquiera moverse para dar un apretón de manos, eso me gusto, ya que siempre me veía obligada a hacerlo cuando conocía a alguien. -Interesante cabello.

-Lo mismo digo del tuyo-dije sonriendo.

Ignore la explicación de la profesora, e ignore a todos, solamente le preste atención al bello jardín con banquitos bajo la sombra de los árboles que tenía de vista desde la ventana; hasta que sonó la campana y tuve que guardar rápidamente mi libro, poner mi mochila al hombro y dirigirme a mi casillero, donde guarde todo, excepto mi iPhone y los auriculares, y me fui al ya mencionado jardín, donde nadie iba más que algunas parejas que de vez en cuando iban a besarse. Me senté en el tronco de un árbol y puse “21 Guns” de  Green Day a máximo volumen y cerré mis ojos. Tan fuerte estaba el volumen que no me había dado cuenta de que August se encontraba a mi par tratando de que vuelva a la tierra, me quite los auriculares.

-Holaap, ¿Qué sucede?-le pregunte.

-¿Cómo estas?

-Bien, aguantandome a la sociedad, ¿Y tú?

-Igual, con la diferencia de que los ignoro.-sonrei mientras pausaba la música.

El timbre sono y ambos nos paramos.

-Debo  ir a buscar mis libros-le dije

-Yo igual, ¿Que numero de casillero tenes?

-222, ¿Vos?

-223, a la par-ambos sonreimos y continuamos nuestros caminos sin mediar otra palabra mas. Al llegar yo abri el mio tanto como el abrio el suyo.

-¿Que materia tenes ahora?

-Biología

-Vamos por caminos distintos princesa, tengo Historia- lo mire extrañada por la forma en la cual se refirio a mi, "princesa". El simplemente me guiño el ojo y replicó: -Tan solo bromeaba-solto una risilla y se dirigio al aula de Historia mientras yo tome camino para el lado contrario, con mis libros de Biología en la mano.

Eres una de nosotros(EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora