prólogo

1.3K 74 5
                                    

¿Que hubiera pasado si en vez de haber pasado Emma y Pinocho a través del armario hubieran sido Snow y Pinocho? Y si, ¿Regina se hubiese quedado con Emma?...

Dia del hechizo.

El rubio sostenía a su hija recién nacida entre sus brazos, cubierta por la manta bordada que le había regalado la abuelita - mira Snow,tiene tus ojos ,es tan pequeña,fragil y hermosa - pero la morochas tenía otros planes, aun con el dolor del post parto, se levantó y miró a su esposo con algo de tristeza.

- vamos David,tenemos que cruzar las dos el portal,es nuestra oportunidad antes de que la reina malvada pueda llegar hasta aquí - el rubio asintió, aun poco convencido de aquella idea, no quería dejar a su esposa y no quería que algo malo le pasase a su pequeña hija - en cuanto pase el hechizo te buscaremos - sin embargo, nuestra querida Snow no podría cuidar a la pequeña rubia puesto que ya no podrían transportarse dos personas si no, solo una, debido a que pinocho ya habia usado la mitad del poder.

Se dirigieron hasta el armario,David durante su pelea por salvar a su esposa e hija, había sido herido pero con algo de esfuerzo lograron derribar a los guardias de la reina malvada para así poder llegar hasta la habitación de Emma. - bien David, una vez que allá cruzado, debes poner a Emma, estaré esperando por ella - asintió, cerró el armario y hasta esperar ver la magia iluminar su interior. Acomodó a la pequeña bebé con delicadeza sobre la madera y volvió a cerrar las puertas, en espera de que su hija cruzará con su madre. Entonces la puerta de la habitación se rompió en mil pedazos, el rubio se interpuso entre la imponente morena y el armario, aun esperaba que este se iluminará y su hija cruzará pero la reina no tenía intenciones de esperar, pronto levantó su mano y lo mandó volar por los aires, dejándolo aún más mal herido.

La sonrisa de la morena creció aún más cuando, al abrir aquel mueble, a su parecer mal hecho, encontró a la bebé rubia - mira que tenemos aqui,si es la pequeña Emma - David se sentía impotente, no podía moverse, la herida de un costado de sus costillas hacia amage a no querer dejar de sangrar y sabía que si se seguía moviendo, moriría incluso antes de llegar a la morena. Regina, por su parte tomó con mucho cuidado, entre sus brazos a la bebé y luego volteó hacia con David, quien la miraba con horror.

Pasó saliva, esa mujer era capaz de lo que fuera con tal de vengarse de su esposa, no quería imaginar que le pasaría a su pequeña quien ahora dormitaba plácidamente entre sus brazos - no le hagas daño Regina, te lo pido, por favor - el hechizo entro por todos lados, destrozando todo a su paso - ella no tiene la culpa de los errores de Snow - suplicaba entre adolorido y angustiado, a lo que nuestra Reina le observó con indiferencia.

Devolvió su mirada hacia la rubia - oh, querido,¿Acaso me crees tan desalmada como para hacerle daño a un ser inocente e indefenso? - David se sorprendió ante el brillo que ahora habia en sus ojos,era algo totalmente diferente a las miradas que antes habian sido dirigidas hacía el o su esposa, en esta no había odio, ni sed de venganza, todo lo contrario, sus ojos brillaban, de una manera demasiado dulce, que tomó desprevenido al rubio.

Sentía que en cualquier momento perdería la consciencia, habia perdido demasiada sangre - ¿A donde nos piensas llevar? - el cristal del techo explotó en pedacitos, haciéndose uno con el remolino de la maldición que pronto los rodeaba - ¿Qué piensas hacer con Emma? - su mirada jamás se separó del dulce y regordete rostro de la pequeña en sus brazos - ¿qué ganarás con todo esto? - le observó de reojo, con uan mirada mordaz.

El suelo bajó sus pies comenzó a agrietarse, rompiéndose de poco en poco - nos llevaré a un lugar donde el unico final feliz sea el mio - pronto las paredes volaron junto con la nube de cristales, trozos de madera, etc que arremolineaban junto a la maldición. - al fin conseguiré mi venganza y no te preocupes por Emma, ella va a estar bien pero no creo que eso importe ya, de todas maneras no la recordaras y mucho menos a Snow - pronto todo desapareció, el reino, sus habitantes, la reina, la pequeña princesa y sobre todo sus recuerdos, pasando a ser modificados, olvidándose unos a otros, revolviendo sus historias, haciéndolos creer que todo era totalmente diferente.

Storybrooke;Maine,año de 1989,10 de julio.

Despertó en su cama apenas el aire lleno sus pulmones por completo, se sentía distinta, pasó una mano por sus cabellos, habían sido cortados, sonrió levemente, era un nuevo comienzo. Se sentó a la orilla de la cama, sintiendo un peso muerto al otro lado, se giró, encontrándose con David.

Con forme lo observaba, pequeños destellos pasaron por su mente, eran los nuevos recuerdos de aquel hombre en su cama, ahora él era su marido. Observó su mano izquierda, llevaba una alianza de oro, una alianza de matrimonio.

De pronto recordó a la pequeña princesa que había robado su corazón en el instante que la sostuvo en sus brazos, empezó a buscarla con la mirada alrededor de la habitación, no la encontrandole.

En un momento a otro, un llanto proveniente de un radio baby, le tranquilizó, había conservado a la pequeña, en un principio por avaricia propia pero después, el amor naciente por la pequeña bebé, había ganado la batalla.

Al otro extremo de la cama David se removió - Te toca esta vez - lo vió cubrirse con la colcha - ya fui yo anoche como tres veces y como supuse que estabas cansada, preferí no despertarte - refunfuño bajo las mismas - pero yo me muero de sueño y Emma no quiere otra cosa que no sea a su madre - sonrió ampliamente, ella era SU madre,ese pequeño angelito que estaba en la habitación de continua era biológica y legalmente era suya - esta bien, puedes seguir durmiendo, mientras iré a ver por que llora - se acomodó el traje de seda para dormir que llevaba y se puso por encima una bata que estaba encima de la mesita de dormir y se levantó para ver a su pequeña princesa

Llegó frente a la puerta que estaba semiabierta, seguro el rubio la había dejado de aquella forma para asegurarse de que si no escucharán el radio para bebés, seguro oirian los llantos de su hija. La habitación era en realidad hermosa, el tapiz era de un color crema con dibujos de animales pintados en las paredes, el techo tenía pintado una obra maestra del cielo repleto de ángeles que parecían cuidar en todo momento la cuna, la cuál estaba situada al centro de ésta, donde se encontraba la pequeña rubia. Caminó hasta ella y tomó a la pequeña entre sus brqzos,pero esta de inmediato comenzó a llorar nuevamente y aún mas fuerte - no llores pequeña mía, por favor - pero aquello solo había aumentado su llanto, trató de mecerla con suavidad - vamos peque dame una oportunidad, te lo pido, solo una y juro que jamás voy a decepcionarte - suspiró pesado, jamás pensó que consolar a una criatura tan hermosa, sería tan difícil. - solo te pido un chance, ¿puedes? - y como si la rubia le entendiera dejó de llorar inmediatamente, esto le causa una alegría que jamás pensó experimentar. Desde ese momento nuestra nueva alcaldesa supo que ya tenia una razón más para seguir luchando,para vivir,tenia una personita que la iba a querer solo a ella sin juzgarla.

Pero el destino es cruel con los villanos, bien lo había dicho rumplestilskin una vez, ahora sólo era cuestión de tiempo...

¿Que hubiera pasado si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora