Capítulo 2: ¡Maldición!

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~ Narra Ed ~

Eran las 3:00 de la tarde, hora de irme a casa, y caminé por los salones buscando el de Yash. Aún no me aprendía donde quedaba su último salón. Me perdí, sinceramente me había perdido.

En esos momentos, como si un ángel en el cielo lo hubiera mandado. Juan había llegado a mi lado.

–Hey, ¿Que haces por acá? Vámonos ya es hora de salir de la escuela. – se echó una carcajada. Se estaba riendo porqué pensó que quería seguir en esta cárcel.

–De hecho, Juan, estaba buscando en salón de mi amiga... Pero al parecer todos están cerrados ya. – dije observando todos los salones viendo como ya estaban todos cerrados.

Juan siguió riéndose y me dirigió hasta la salida, en ella veo a Yash sentada en un banco esperándome.

–¡ED! –Gritó con alegría. –¡TE ESTABA ESPERANDO!

–Yo te estaba buscando. –Reí de como ambos nos estábamos literalmente buscando.

Me despedí de Juan y caminé junto a Yash hasta su casa. Háblamos de cosas simples, como de que haríamos mañana, como le fue hoy en la escuela, etc.

Al llegar a su casa se despidió de mi con un abrazo y entró a su casa. De ahí caminé a la mía para encontrarme a Marie esperándome.

Corrí hacía ella con una sonrisa enorme, y la abracé.

–Te extrañé, hermanita. –Confesé riéndome.

–¿Hermanita? Sabes que yo soy la mayor, idiota. El hermanito eres tú. –Se rió de mi. –También te extrañé.

Marie ya estaba en universidad, mientras que yo apenas estaba en mi último año de secundaria.

Las pocas amigas que tenía Marie allí eran horribles, como personas y en físico. Marie era la única que aún no se daba cuenta. Ellas intentaban entablar una conversación conmigo pero no las dejaba, simplemente no me gustaba hablar con ellas.

Entramos ambos a casa, y Marie fue por algo de comer. Yo no tenía hambre así que subí a mi habitación y saqué mi celular, entre a Facebook y observe una petición de amistad. Sinceramente nunca acepto a nadie ya que no me gusta tener extraños en mi facebook pero observé bien de quien era, y era de nada menos que de el nuevo empleado de la tienda. Fui rapido a su foto de perfil, lo encontraba tan perfecto. Su sonrisa, su mirada, todo. El era simplemente tan hermoso.

—¿Pero que estoy pensando?,–me miré al espejo hablándome a mi mismo. –YO NO SOY GAY.–mencioné un poco asustado de darme cuenta de mis gustos hacia otro chico.

No es que fuera homofóbico, simplemente no aceptaba que me gustara otro chico.

Toda mi vida me habían gustado las chicas, ¿porque hasta ahora me doy cuenta de esto? No puede ser posible.

Volví a ver su foto y al verlo sonreír en cada una de ellas más me encantaba este chico. ¿Como es posible?

Marie subió a mi habitación.

–¿Te encuentras bien? –Mencionó ella mirándome fijamente como si ya supiera lo que me pasaba.

–Sí, sí. –Mentí –Es que ya sabes, esos vídeos que aparecen en facebook con gemidos de momento. Solo eso, me asusté por eso.

Al parecer me creyó, me miro fijamente y luego me sonrio.

–Bueno, te serví un poco de comida. Baja para que comamos juntos.

Bajé al comedor y me senté allí a esperar que Marie llegara con la comida, mientras ella llegaba yo estaba pensando en aquel chico, su hermosa sonrisa, sus perfectos hoyuelos, todo.

Marie había dejado tres platos sobre la mesa.

–¿Mamá llegó temprano hoy? –pregunté con entusiasmo.

–No, hoy tenemos un invitado Ed, quería disculparme con él por haberlo tratado mal y lo invité a cenar. –Admitió ella poniéndose un tanto roja.

–¿A quién trataste mal Marie? –pregunté dudoso, pero luego caí en cuenta que el último chico a quién ella había tratado como mierda fue a Gabriel.

Ella iba a responder pero tocaron la puerta.

–Debe ser él, voy a abrir.

Se levantó y fue a abrir la puerta principal, lo llevó a el comedor y yo quedé en un estado de shook. Sí, quién estaba allí al frente era el chico de la tienda. Gabriel.

–Bueno Ed, él es Gabriel, el chico de la tienda. –Dijo Marie pero sinceramente ni le presté atención, estaba aún en shook. ¿Porqué Marie lo invitó? ¿Porque estoy sonriendo viéndolo? ¿PORQUE ME ESTA SONRIENDO TAN HERMOSAMENTE?Debía calmarme.

–Ho-hola. –mencioné nervioso. –Bueno, vamos a comer, tengo hambre. –mentí, no quería comer pero era lo único que me iba a distraer de que el estuviera aquí en mi casa dándome esa sonrisa que me tenía hechizado.

La cena estaba muy rica, Marie sí qie sabía cocinar y bueno, hoy que teníamos un invitado más aún. No sé cuánto tiempo pasó, pero nos encontrábamos los tres viendo una película en la sala y mi madre llegó.

Mi hermana presentó a Gabriel, y le contó a mi madre que él era el chico de la tienda y muchas cosas más las cuales no presté mucha atención. Él miró su reloj y se despidió de todos con la excusa de que ya era un poco tarde.

Mi madre nos mandó a bañarnos y a dormir, ya que por supuesto mañana tendríamos clases. Pero de nuevo estaba en un estado de shook.

No lo sé, me gustó ese chico y tal vez sea un poco gay por él. Es que aún no lo sé, no sé.

Sí solo pudiera leer las señales frente a mi, encontraría el lugar de quién soy en realidad. Oh oh, sí solo...

Bien, ahora tendría esa canción pegada en mi cabeza todo el tiempo.

Al terminar de bañarme fui a mi habitación y me puse mi pijama. De momento los recuerdos de la cena de hoy llegaron a mi mente, su sonrisa era majestuosa. Aunque no lo crean, la sonrisa es lo más hermoso que esa persona tiene, además de su mirada.

Oh, ¡Maldición! Si ayer no pude dormir, creo que hoy tampoco lo haré. No puede ser, no puedo seguir desvelandome así. Aúnque en realidad, me importa una mierda.

El Novio de Mi Hermana [gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora