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Adrien Agreste había intentado ir a ver lo que sucedía fuera del salón, pero la profesora no le dejaba. Con Marinette de camino a la oficina del director y Chlóe fuera para ir al baño, la maestra estaba histérica.

-Ladybug y Chat Noir nos salvarán-dijo alguien desde atrás.

"¿Podrás hacerlo todo sola, milady?" se preguntó Adrien.

Se moría por ir a ver si Ladybug estaba bien, y quería saber qué clase de villano deberían enfrentar esa vez. Había escuchado desde dentro del salón que hablaban de la lluvia y el agua. Pensó en un villano que controlara el clima y la idea de que Hawk Moth se estuviera quedando sin nuevas ideas se le habría antojado graciosa de no ser porque estaba preocupado por su lady. Si a Ladybug le pasaba algo mientras él no estaba, jamás se lo iba a perdonar. Solo podía confiar en que ella era lo suficientemente fuerte para defenderse.

Entonces recordó a Marinette, que era agradable y bastante torpe. ¿Le habría hecho daño el villano? Ni siquiera sabía por qué el villano estaba en su escuela. Chlóe también había salido del salón, con la excusa de ir al baño, y aunque desde que había empezado a ir a la escuela notaba mucho más los defectos de la rubia, seguía siendo su compañera de la infancia.

Se asomó por la ventanita de la puerta y miró el pasillo aunque la profesora insistía en que nadie se moviera. Adrien creyó ver la figura de Ladybug corriendo afuera, y se estremeció al pensar que la estaban siguiendo, sin que él cubriera su espalda. Entonces escuchó el grito que le resultó increíblemente familiar.

Ya no pudo aguantar ni un segundo más, salió del salón y cerró la puerta a sus espaldas, la maestra gritaba que volviera pero en vez de obedecer, corrió hasta donde pudiera transformarse. La escuela era un verdadero caos en ese momento, los alumnos que habían estado fuera de sus salones, y que segura el villano los había alcanzado, estaban empapados de los pies a la cabeza. Confundido, se preguntó qué estaba sucediendo, mojar algunas personas le parecía en extremo inofensivo. Pero, fuera como fuese, Adrien tenía que encontrar a su lady. Plagg había estado con él en todo momento, manteniéndose más callado de lo normal, pero no tenían tiempo que perder.

-¡Las garras!

Chlóe Bourgeois consiguió pidió permiso para ir al baño antes de que se desatara el caos. Siguió a Marinette hasta la oficina del director, y se burló cuando la nerviosa chica iba de una lado a otro, pensando en qué decir cuando la entrevistaran.

Entonces vio que Marinette se asomaba por la ventana y le sorprendió la expresión de su rostro al ver hacia el exterior. Se escondió detrás de un librero cuando ella pasó por su lado corriendo, y tuvo que elegir entre seguirla, o ver que había llamado su atención. Finalmente, la última opción le pareció lo mejor. Arqueó sus cejas con indignación al ver a la chica empapada que corría hacia la escuela.

-Que ropa tan ridícula-dijo Chlóe.

Decidió volver al salón pero mientras caminaba por el pasadizo, escuchó ruidos extraños y, asomándose por la escalera, vio a la chica de la lluvia de pie, sonriéndole.

En ese momento, alguien debería haber pegado la boca de Chlóe Bourgeois con cinta adhesiva. Su grito de espanto fue el que alertó a Adrien, y el chico, habría estado mucho mejor de haberse quedado en el salón.

La villana de tueno era una chica de cabello rojizo muy largo. Llevaba un vestido de encaje negro y un enorme sombrero de ala ancha del mismo color. No era nada extraordinario salvo por un collar del que colgaba una piedra verde oscura que brillaba más de lo que cualquier joya debería brillar.

-¡Yo soy...!-empezó a decir la víctima, pero no pudo terminar la frase.

-¡A nadie le importa!-murmuró Chlóe, interrumpiéndola.

-Que niña tan maleducada-dijo la villana-¿a qué le tendrás miedo?

Cuando la víctima akumatizada empezó a acercarse a Chlóe, Chat Noir ya correría en su dirección, blandiendo su vara. Ladybug le daba el alcance de por detrás.

-Ah, así que aquí se escondían los pequeños superhéroes-dijo la villana-Soy Tormento y quiero los Miraculous de Ladybug y Chat Noir.

Los ojos de Tormentosa se quedaron fijos en Chat y en su anillo, ella sonreía ampliamente.

-Gatito, gatito ¿a qué le tienes miedo?

Ladybug arqueó una ceja ¿es que acaso era lo único que Tormento preguntaba? Un rato antes se le había escapado, por alguna razón, no le había atacado ni una sola vez. Se había limitado a esquivarla. No le gustó la forma en la que miraba a su compañero de batallas, como a  una presa. 

-Chat Noir... yo creo que...

No terminó de hablar porque él de nuevo corría hacia ella. 

-Yo no le tengo miedo a nada-dijo. 

-¡Ya sé!-exclamó Tormento-al gatito no le gusta quedarse solo. 

Entonces la piedra de su collar empezó a brillar con fuerza, segundos después, volvió a la normalidad. 

-¿Eso es todo?-preguntó riéndose-Esto es un fraude milady, acabamos de una vez. ¡Cataclismo! El Akuma debe estar en su collar

Algo confundida, Ladybug asintió. Estaba apunto de usar su amuleto encantando cuando vio como todo se salía de control frente a sus ojos. De repente, Chat Noir corría hacia la villana, pero esta le lanzaba una silla, entonces Chat la tocaba y como es lógico, ésta se destruía. Pero la mano no había vuelto a ser normal, el Cataclismo continuaba ahí. Aterrada, Ladybug vio como, por mucho que él tocara las cosas, su mano continuaba con todo ese poder. 

-¡Chat Noir tienes que irte de aquí!-chilló Ladybug-Vas a destruir toda la escuela ¡Amuleto encantado!

Su Lucky Charm le dio un extraño guante, y nada más. Por mucho que pensó, ella no tenía idea de qué hacer con eso.

Tormento era ahora quien corría hacia Chat, él estiró su mano, esperando que se acercara. 

-¡No puedes tocarla!-gritó Ladybug, el malo era Hawk Moth, no ella. No la podía destruir. 

Dándose cuenta de su error, Chat llevó su mano detrás de su espalda. Tenían que purificar el Akuma, nada más. 

-¡Escóndete, Chat Noir! Quiere tu anillo. 

Desesperado y con su mano aún destruyendo todo, Chat corrió lejos de ahí. Ladybug encaró a su enemiga. Tormento estaba riendo. 

-Me parece que basta por hoy-dijo.

Se dio la vuelta y empezó a alejarse de ahí. Ladybug la siguió, pero antes de que pudiera hacer nada, Tormento se esfumó. Al ver que no podía hacer nada más, la heroína, todavía llevando su guante extraño, fue en busca de su compañero gatuno. Recorrió cada pasillo del colegio buscándolo sin éxito. Preocupada, se preguntó si habría dejado el edificio, estaba a punto de salir a buscarlo afuera cuando notó que le quedaba poco tiempo para transformarse. Tenía que darle de comer a Tikki y seguir buscando a Chat. Como le quedaban unos pocos minutos minutos más, dio un último grito. 

-¡Chat Noir!

-¿Milady?

La respuesta llegó desde ese mismo pasillo, en un armario del colegio. Ladybug corrió hacia él.

-Chat ¿estás bien? 

-¡Sí!-exclamó-vete, Ladybug. 

-Tengo que entrar-dijo ella-necesito verte. 

No le gustaba la forma en la que le hablaba. Ladybug puso su mano en el pomo de la puerta y tiró de ella. 

-¡No!

El grito ahogado llegó muy tarde. Y lo que Ladybug vio en ese momento, no tendría que haberlo visto. 

Qué desastre. 


Lluvia (Miraculous Ladybug Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora