Parte 1

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Esperando Por Ti

~*~Llevo años aquí, esperando por ti~*~

Tiene los ojos cerrados, siente cómo lentamente la consciencia llega y, ese día en especial, pone atención al calor de la luz del sol entrando por su ventana, había olvidado cerrar las cortinas; escucha sonido de motores cruzando por su avenida, e incluso el tren a lo lejos, jura que casi puede escuchar la brisa suave entrando por las ranuras de esa ventana resquebrajada que tenía pereza de cambiar; siente su pecho subir y bajar, al ritmo de un par de suspiros que se confunden con el canto de un pajarito que después de cantar un par de canciones se va y le deja con ese sabor extraño de ser y existir en ese día tan especial.

Con algo de dificultad abre los ojos y se ve a sí mismo en posición fetal, abrazando un tonto peluche que durante la noche le consolaba y le decía, con su textura suave, que ese día sería un día más, si es que él lo quería ver así. Sólo que no podía evitar sentir todo al máximo, cada emoción removiendo cada célula en su interior, casi sentía que la ansiedad se lo carcomería poco a poco, más aun con esa sensación en la boca del estómago que le hacía sentir que flotaba y que caía, pero sin fin.

La noche anterior se había acostado rezándole a las deidades en las que no sabía si creer, después de todo jamás les había dado la importancia necesaria, pero esa noche si había necesitado algo de paz, y cerró los ojos pidiéndoles que calmaran esas aguas salvajes en su interior, por lo menos para el día próximo en el que necesitaría una sonrisa pintada en sus labios, y no esas ganas frenéticas de llorar que acongojan su pecho.

Era un momento de la vida que muchos vivían, que él jamás antes había entendido, y tal vez era porque a veces necesitaba vivirlo para poder ser capaz de sentir algo de empatía por las personas; sabía que su vida cambiaría, que ese día no lo viviría más que sólo esa vez, más que durante las horas de fiesta en las que debía terminar de comprender que era una etapa más de la vida, que debía seguir y que pese a los cambios, había decidido continuar de esa forma su vida.

Dejaría de ser ese joven un tanto irresponsable que aún se negaba a ser independiente por completo ante los ojos de los demás, que todavía solía quedarse a dormir en la casa de sus padres de vez en cuando, porque a veces sentía que necesitaba demasiado de su familia, y nadie lo sabía, él sentía que era algo que nadie más podía, porque el mundo parecía feliz de alejarse, pero él siempre tuvo esa necesidad de estar rodeado de su cariño, de mucho cariño.

Las circunstancias le obligan a seguir adelante, a madurar y a superar cada etapa de la vida.

Otro suspiro más y no puede evitar que la ansiedad le genere esos temblores en todo el cuerpo, ese miedo de que todo llegara a cambiar, pronto, nada más en un par de horas.

Pero tampoco podía negar que estuviera feliz y que esa ansiedad fuera parte de ese paquete de emociones que explotarían, y no sabía cuándo.

Y en contra de sus predicciones, esa semana había pasado demasiado rápido corriendo de aquí para allá con los preparativos que temía saldrían mal; y esa noche pasada sería demasiado larga, pero, en contra de todo lo que esperaba, había podido dormir como si nada, como si al día siguiente la vida simplemente seguiría su curso natural, y no existiera nada que pudiera hacer, y pasarse la noche en vela no cambiaría las cosas.

Sentía una extraña calma mezclada con nervios a flor de piel.

La música divertida de su celular suena y sabe que era hora, era el tono de su alarma. No podía llegar con retraso ese día, en especial ese día, o él lo mataría.

Destapa las sábanas y se sienta sin muchas ganas. Se estira y camina perezoso hacia la ducha. Siente como el agua lo despierta y lo prepara para ese día tan esperado.

Esperando Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora