No había muchas personas en el funeral porque era una familia separada y eso la convertía en una realmente pequeña y con sinceridad no podría asegurar que ese hombre tuviese muchos seres queridos que lo sufrían su ausencia, su familia era bastante rota. No me atreví a acercarme a Matthew en el momento que lo vi, perdí el valor cuando lo vi sujetando la mano de Julia al frente de la tumba. Había un nudo en mi garganta cada vez que bajaba la mirada y lo veía de rodillas mientras lloraba, cerré los ojos y di unos pasos en su dirección cuando entendí sus gestos pidiendo a la chica un momento a solas y se alejó de la multitud.
Mi corazón dio un vuelco cuando empecé a correr tras él y aún agitado llegué para dar un suave toque en su hombro, y sentí un alivio ante el contacto.
—Troye.
—Matt, discúlpame si te incomodo. Solo quería saber que estabas...
—Troye... no hay nadie que necesite más en este momento que a ti.
Cerré los ojos perpetuando el momento en mi corazón cuando me dio un abrazo y lloró sobre mi hombro mientras yo intentaba contenerme, pero era en vano intentar reprimir el sentimiento que había vuelto a despertar por sí mismo.
Sentía sus labios sobre mi hombro repitiendo la misma frase y añadiendo un "perdón" cada vez que sacaba de sus pulmones el aire pesado almacenado. Sus palabras eran siempre tan sinceras para mí que quedaba sometido en cada frase que susurraba para mí. Ver a Matt en un momento de debilidad nunca era inusual pero las ultimas veces que lo había visto su llanto solo me rompía por dentro.
Ninguno de los dos quería separarse de aquel abrazo confortante, es más, quisiera decir que en ese momento estaba seguro que tanto él como yo moría por un beso.
Pasaron varios minutos hasta que su respiración se volvió de nuevo uniforme y soltó mi cintura para tomar mi rostro entre sus manos que temblaban, como sucedía cada vez que me tocaba.
—Perdóname, por no aceptarme a mí mismo.
Di un suspiro largo cuando me acercó a sus labios y viví los colores del cielo en su esplendor con un beso largo pero inocente.
En ese momento asimilé que Matthew sería por siempre lo más importante para mí y pensé que tal vez yo podría serlo para él. Pero ambos sentimos una energía estremecedora en todo el cuerpo cuando escuchamos el grito de Julia al frente nuestro.
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The Blue Neighborhood
Short StoryLa verdad corre salvaje Como niños sobre concreto Intentando sedar, mi mente en su jaula Y adormecer lo que veo. Despierto, ojos abiertos Estoy gritándome Intentando mantener la fe y la imagen de su rostro Dirigiéndome su mirada Sin perder una pieza...