Octubre 2

54 3 0
                                    

Querido lector:

Me llamo Eduardo Álvarez, y tengo 16 años. Nunca he sido una persona que hable mucho, y más con el resiente incidente que recibí, pero mi mente me puso al prueba y la verdad me interesaría mucho que más personas vean mi historia, tal vez no tenga nada interesante, pero me parece algo terapéutico. Además de ayudarme a dejar de ser tan introvertido. 

La verdad no es nada divertido tener que cambiarte de casa tan seguido por que no pueden pagar la renta de un lugar donde has vivido aproximadamente 4 o 5 meses. Ese fue el primer factor del problema.

Mi madre siempre hace lo mejor, por que no conocí a mi padre; el murió en un accidente pero no estoy muy seguro de que  ( la verdad nunca me ha dolido ese hecho pero a mi mamá le causa una gran tristeza el que yo tenga que crecer sin un padre ), eso dio como resultado que mi madre se quedara sola , ella es linda y con 40 años no les puedo negar que no le faltan pretendientes, pero ella no quiere ni querrá a nadie mas que en mi padre y no acepta ninguna de esas propuestas.

Como se imaginarán soy hijo único y eso hace fácil es que no vivamos en un lugar por más de seis meses, y me alegro que mi mamá nunca me pidió que me cambiara de escuela, pero esa ves seria diferente.
Entre a la preparatoria a los 15 años, y para ese momento ya llevábamos 3 meses en ese lugar y mi madre encontró una linda casa en venta, al llegar de la escuela tuve que esperarla un rato, por que ella salía de trabajar a las 6 y yo de la escuela a la 1; le ayudaba a hacer de comer y se suponía que tengo que barrer y lavar los trastes, pero me da mucha pereza, lo hago muy a menudo (comienzo a barrer cuando mi mamá llegue para que crea que he estado limpiando) y ese día llego muy cansada.

Ella trabaja en una agencia de autos, y normalmente me platica su día, pero esté en especial me dijo:

- Eddy, mi amor, necesito platicar contigo un segundo-
-que pasa mamá?- le pregunté mientas terminaba de barrer. Ella me platicó lo de la casa que encontró mientras volvía del trabajo, y me dijo que si queríamos irnos allá tendríamos que cambiarme de prepa.

En mi mente eso no sonó justo, las demás veces me podía quedar en mi primaria y secundaria, por que debería cambiarme?, se lo hice saber, y mi madre calmada me respondió:
- mi niño tienes que saber una cosa, a dos calles de esa casa está una preparatoria del mismo sistema en la que estás ahora , y sería más fácil para nosotros, esta cerca de mi trabajo y es muy linda, estoy segura que te encantará- mi madre tenía una cierta cantidad de estar en lo correcto mientras me hablaba, debo levantarme a las 5 de la mañana para tomar mi camión antes de las 6, luego bajo en la estación del tren y me lleva 5 estaciones más adelante para caminar unas calles para llegar a mi escuela.....diablos!, mi mamá tenía razón!!.

Mientras estábamos comiendo le dije que me gustaba la idea de cambiarme de escuela, ella me respondió que si quería hacerlo decía sacar un promedio de 9 como mínimo en el primer semestre para poder solicitar el cambio, no era difícil, siempre he tenido calificaciones muy básicas (sietes, ochos y nueves, es raro cuando saco un dies o un seis) y no se me dificultaría cambiarme, y así pasamos por primera ves 9 meses en un lugar, fue sorprendente, pero me emocionaba mucho el hecho de que al fin tendremos una casa propia, pasaron los meses y solo tuve problemas con una maestra, pero lo arregle a tiempo y obtuve un promedio de 92, pedimos mi cambio y  solo se tardaron un poco en dármelo, para este momento mi mamá ya había obtenido el 47% de la casa, y ya podíamos ir a vivir allá.

Dos habitaciones, una sala, cocina, un patio no muy grande, dos baños y dos pisos era lo que había encontrado mi mamá, y no les negaré que me enamore perdidamente de esa casa, pero no todo seria rosa, por que llega la peor parte, la razón por la cual escribo esto, la nueva prepa.

Era viernes por la noche y ya habíamos tramitamos el cambio a mi nueva escuela, la verdad me aterraba el tener que ir el lunes a clases, pero me emocionaba al mismo tiempo.

Quería disfrutar mi fin de semana antes de comenzar en mi nueva escuela, así que tome una ducha, la be mis dientes y me acosté para ir a dormir, mis ojos no tardaron en cerrarse y mi fin de semana fue como cualquier otro.

Mi corazón late por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora