ERES UN JODIDO BIPOLAR

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He ganado la apuesta y volvería a repetirla con tal de besar otra vez a Christopher.

Joel me trajo el desayuno a la cama y ahora fue en busca de crema para hacerme un merecido masaje.

-¿Dónde lo quieres?.- Pregunta al entrar en la habitación.

-Espalda y cuello.

Me recuesto boca abajo y espero sentir sus manos masajeando, pero no, aún nada. Me giro y está parado midándome con cara de molesto.

-¿Qué?.- Pregunto sin entender.

-¿Es en serio? Los masajes na se hacen sobre la ropa.

-Pero... me da vergüenza.

-No te preocupes, he visto a chicas que sí tienen atributos.

Es un estúpido. Sé que no soy muy voluptuosa, pero no es necesario que me lo recuerde, aunque no me complica.

Me deshago de la camiseta, quedando solo con ropa interior en la parte del torso.

Me recuesto boca abajo nuevamente. Siento la fría crema por mi espalda y finalmente las cálidas y expertas manos de Joel.

No sé cuánto tiempo ha transcurrido. Estoy totalmente sumida en sus perfectos movimientos que me dejan de maravilla.

-¿Te gusta?

-Me encanta.- Digo con los ojos cerrados.

-Y eso que aún no sabes todo lo que puedo hacer con estas manos y más.

No digo nada, estoy concentrada en el masaje. De pronto siento que sus manos bajan con lentitud hasta mi trasero.

-¿Qué estás haciéndo?.- Me giro, pero luego recuerdo que tengo el sujetador suelto.- Me estás tocando el trasero.

-No te creas, no tengo tan mal gusto.

-Mejor sigue masajeando.

- ______ , llevo más de una hora.

-¿Es en serio?

-Sí.- Comienza a levantarse de la cama.

-No, no, no, espera... cinco minutos más, por favor.

-Está bien.- Rueda los ojos.

Comienza nuevamente y a los segundo aparece Rebecca del otro lado puerta.

¡Mierda!

Su cara es lo máximo. Su boca está tan   abierta que pareciera que tocará el piso. Está horrorizada.

-No es lo que parece.- Dice Joel.

-Vamos a conversar ahora mismo. Los espero abajo.- dicho esto. Sale de la habitación.

-¿Ves lo que haces?

-Es solo un masaje.- Respondo.

-Pero no lo parecía ¿Qué quieres que piense si te ve desnuda la espalda y yo encima tuyo?

-Que estás cumpliendo tu sueño.- No me aguanto y estallo en risa.

-No es gracioso.- Me mira malhumorado.

-Está bien ¿Me puedes abrochar el sujetador?

Hace lo que pido.

-No entiendo para que lo usas si no tiene nada que sujetar.

-No me jodas, yo a ti no te digo nada por que te falta cuerpo.

-No digas mentiras.- Sonríe con superioridad.- tengo todo, nena.

-Bueno, como digas.- Lo empujo para que salga de la habitación.- vamos abajo, nos esperan.

Llegamos a la sala de estar y está Rebecca junto a James sentados con cara seria.

-Tomen asiento.- Dice James.

Nos semtamos juentos en el sillón grande. Esto no se ve nada bien.

-Joel, tu madre me acaba de decir que entró al cuarto de _____ y los encontró desnudos. Bien sabes que no quiero ser abuelo aún, soy demasiado jóven.

-Papá...

-Espera, aún no termino.- Lo interrumpe James.- Tu madre ha quedado mal al ver a su bebé haciendo cosas de grandes, como dice ella. Debes cuidarte, Joel, si necesitas algo me hablas y te compro lo que sea necesario para cuidarte.

-Señor James, señora Rebecca.- Ambos me miran.- Nosotros no estábamos haciéndo nada de lo que ustede creen, si bien yo estaba con el torso desnudo era porque me estaba haciéndo un masaje... y no, Joel no me vio desnuda.

-Cariño, con James usamos la misma técnica.- Habla esta vez Rebecca.- El masaje es le primer paso para que finalmente lleguen a hacer cositas ¿No es así, James?

-Sí, y después unos besos en la boca, cuello, terminando en...

-¡Argh, papá!.- Grita Joel.- No queremos saber lo que hacen ustedes.

Dios, quiero reír.

-Bien, eso era lo que debíamos conversar. Si necesitan algo solo pídanlo y todo con cuidado, nosotros sabemos cómo son las ganas de...

-¡Papá!.- Grita nuevamente Joel.

-Nosotros vamos a salir.

Dicho aquello, subimos al segundo piso, pero esta vez a su habitación.

-¿Qué haces acá?.- Dice Joel.

-Hum... te estaba siguiendo.

-No te quiero acá, quiero mejor vista.

-¡Jódete!

Salgo de la habitacion y lo escucho reír. Idiota.

Al momento de que me alego del cuarto de Joel siento sus brazos rodear mi cintura y sus labios posarse en mi cuello. Me giro para quedar de frente y encararlo, pero une sus labios con los míos en un beso.

Me alego y marco mi mano en su mejilla. Fue la mejor bofetada que he dado.

-Eres un jodido bipolar. Hace un momento me querías fuera de tu cuarto y ¿Ahora me besas?,¿qué mierda pasa contigo? Decídete.

No le doy tiempo para responder, doy la vuelta y sigo mi camino hasta la cocina.

Tengo deseos de comer algo dulce y el mejor lugar es la cocina. En esta casa hay de todo lo que uno quiera.

Me sirvo un vaso de jugo de piña junto a un trozo de queque.

Suena el timbre de la casa y me quedo sentada esperando a que Joel vaya a abrir la puerta. Cuando creo que ya no irá, me levanto y quedo parada escuchándo la conversación entre Chris y Joel.

-Oh, eres tú.- Dice Joel.

-Sí... ¿Está _____?

-¿Por qué?

-Quisiea invitarla a salir.- Dice confiado.

-Está enferma en cama.

-¿Qué le pasó?

-Nada.- Digo acercándome a ellos.- No le creas a Joel. Estoy bien.- Sonrío a Chris.- Voy arriba por mis cosas y bajo de inmediato para que salgamos.

Subo corriendo a mi cuarto en busca de mis cosas. Saldré con Chris en algo parecido a una cita, pero no lo es, sino una salida para conocerse.

HERMANO DE INTERCAMBIO (JOEL Y TU) (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora