Capitulo Uno: «La muerte de una extraña»
El sonido estruendoso de la alarma empieza a sonar, abro mis ojos con agotamiento, estiro mi brazo para apagar el despertador y doy un suspiro, me volteo y quedo bocarriba mirando mi blanco techo, me levanto de la cama, voy directo hacia la ventana y arrimo las cortinas para dejar que entre el sol, al instante siento como mis mejillas se calientan por sus rayos matutino, bajo mi mirada y veo a mi planta. La había plantado hace ya unos meses atrás y con suerte creció, ahora está marchita y no encuentro la manera de reanimarla. Con mi pulgar acaricio una de sus hojas levemente tintadas de marrón, tonos oscuros y opacos de verdes.
—Buenos días Lizzy— Si, le he puesto nombre a mi planta.
— ¿No la has terminado de asesinar?— Dice mi hermano menor, Tobbías, la familia de cariño le dice tobby, pero yo le digo...
—Mocoso— Gruño, me doy la vuelta y lo veo recostado en el marco de la puerta de mi habitación con una sonrisa burlona—. Ve abajo y deja de molestar— le indico.
— ¿Y si no quiero?—responde retándome, inclino mi cabeza y levanto una ceja viéndolo incrédula.
— ¿Qué pasaría si tu amigos se enterarían de "Bobby el cariñosito"?— Pronuncio el nombre del oso de peluche en forma de burla.
—No te atreverías— dice ofendido.
—Pruébame— le reto, él me mira a los ojos entre cerrando los suyos retadoramente, yo levanto mi ceja aun mas demostrándole que no hay debilidad, su mirada se vuelve dudosa, lo piensa y por último él suspira y se rinde.
— Esta la ganas tú— me señala—, pero será la última— es lo último que dice y desaparece de mi vista, sonrió victoriosamente y camino hasta mi ropero a tomar la ropa que me pondré el día de hoy, tomo unos jeans, una camisa blanca, una camisa a cuadros morada y mis clásicos converse viejos, tomo la mochila que está al lado de la puerta en una silla y bajo trotando las escaleras hasta la cocina, empujo la puerta con mi cadera y entro.—Buenos días hija— Dice mi madre frente la estufa, me acerco a ella la abrazo y tomo uno de los tocinos que están en la sartén, muerdo una parte de el tocino, me acerco a la mesa para sacudir el pelo de mi hermano y salgo de la cocina, escucho decir a mi madre un: « ¡No llegues tarde! », me dirijo a la puerta, tomo las llaves del auto y salgo de la casa dando mi típico portazo matutino. Voy al garaje y extraigo las llaves del bolsillo de mi mochila, enciendo mi vieja camioneta y arranco.
De camino al instituto enciendo la radio y no me puedo resistir a cantar la canción cuando empieza a sonar por las cornetas.
— You I'll tell you what I want, what I really want— empiezo a cantar— .So tell me what you want, what you really really want ...— Y así todo el camino, a voz alta coreo la canción, las personas se quedan viéndome como si de una loca se tratara, otras igual de subnormales que yo me acompañan, y de este modo es como se maneja, haciendo el ridículo sin importar el qué.
Aparco el auto en el estacionamiento del instituto, enciendo el reproductor de música, me coloco mis audífonos y Bruno Mars empieza a sonar, disfruto la canción mientras voy caminando por los pasillos, mejor dicho, bailando por los pasillos.
—Got kiss myself I'm so pretty— canto en voz alta, beso mi mano y la pego a mi mejilla.
Llego a mi casillero y lo abro, quito mis audífonos y los meto dentro junto con el reproductor.
— Admiren a la maravillosa Jessica Young— Dice mi mejor amiga Amanda como si presentara un acto de circo, yo rio negando.
— Hola Amanda— le respondo riendo. Ella hace lo mismo que yo, abre su casillero y empieza a meter y sacar libros.
— ¿Cómo sigue tu planta?— pregunta casualmente. Sí, mi mejor amiga sabe acerca de Lizzy, le gusta hacerme burlas porque no soy capaz ni de cuidar una simple plantita. Yo hago una mueca ante su pregunta— ¿Ya la terminaste de matar?— voltea a verme con una expresión de asombro.
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HUMAN (Libro #1 de "The Chronicles Of The Divine Blood")
FantasyElla es una mundana con una daga celestial ¿qué tan bien puede ir eso?