Blackstairs, MEMMA

¿Por qué mentir?

Cuando se volvió hacia ella, Emma nunca lo había visto tanto como un ser mágico. Tenía los ojos cargados de una diversión salvaje, un descuido que hablaba de un mundo donde no había ninguna ley humana. Pareció llenar el dormitorio con el espíritu salvaje de Feérea, una magia dulce y fría que,sin embargo, era amarga en su raíz.
«La tormenta te llama como me llama a mí,¿no es cierto?»
Le tendió la mano, medio llamándola, medio ofreciéndose.
-¿Por qué mentir?-preguntó.

Emma no supo decir que es lo qué pasó exactamente, en un abrir y cerrar de ojos Mark y ella se estaban fundiendo en un cálido roce de labios, Emma siempre había pensado que el chico los tendría gélidos y agrietados a causa de las frías noches de la cacería salvaje, Emma no sabía que le sorprendía más, la suavidad de esos labios o el hecho de que se fijaba mucho más en Mark de lo que creía.
la joven se separó de él ruborizada, se sorprendió a si misma deseando que la volviese a besar; como si de un adivino se tratase, el chico le tomo el rostro divertido, y volvió a rozar sus labios, incluyendo caricias poco a poco, tomándola , entregsndose a ella; pronto los besos comenzaron a intensificarse, se buscaban el uno al otro con urgencia, como si no hubiese un mañana, aquello ya había dejado de ser un simple juego, Emma sabía de sobra que si no se detenía ahora ya no podría dejar ir al chico; levantó el pecho de Mark hacia arriba y se sentó en el borde de la cama, jadeando.
-¿Qué estamos haciendo Blackthorn?
preguntó Emma confundida.

Mark se inclinó para susurrarle a Emma muy cerca del oído, provocándole un agradable escalofrío.
-No tengo ni idea, Carstairs...
Eso le bastó a Emma para tomar la invitación que le volvía a hacer el joven. Emma se sentó sobre él a horcajadas , mirándole a los ojos, pensó que a su manera eran hermosos, uno del color del amanecer y el otro del color del océano que tanto caracterizaba a su familia. Una imagen de Julian pasó por su mente como un fogonazo, Emma le amaba , pero sabía que nunca podrían estar juntos por su vínculo parabatai, si tan solo pudiese volver atrás y no haber aceptado esa propuesta... Inmediatamente Emma apartó esos pensamientos, si no hubiesen sido parabatais no podrían haberse visto más , y Julian necesitaba su apoyo más que nunca, sin Emma el chico no hubiese podido cargar con tantas responsabilidades. Nunca podría estar con Julian, pero ahora estaba con Mark.
Emma enredó sus manos en el cabello de él y empezó a recorrer con su cara con los dedos , explorando sus rasgos y su piel, Mark se sorprendió por el repentino afecto de la chica, parecía tan dura y fuerte en combate, que descubrir su lado dulce hizo que se ablandase. Emma le sacó la camiseta a Mark , admirando el torso del chico , delgado pero fuerte, agradeciéndole a la naturaleza lo bien que lo había erosionado; recorrió su abdomen haciendo que Mark se estremeciera notablemente, lentamente pasó a sus fuertes hombros , bajó sus manos por la espalda llena de cicatrices , ya eran hermosas solo por el simple hecho de formar parte de él; Mark cogió las muñecas de Emma y la separó de él , se apoyó abatido contra el cuello de la chica, cabizbajo.
-No tienes que hacerlo, se que soy...
Emma sorprendida y entiernecida por la inseguridad del chico contestó algo que hizo que ambos se sorprendiesen.
-Maravilloso, eres maravilloso , todo en ti lo es ,Mark Blackthorn.
decidido, Mark le desabrocho la camisa a Emma con una rapidez vertiginosa; la joven sintió cierto pudor . Mark notó la incomodidad de ella, admirando la belleza de sus curvas le dijo -no deberías sentir vergüenza, Emma ¿es que nunca te vas a dar cuenta de cuan hermosa eres?
Emma iba a reprochar, pero Mark le puso un dedo en los labios, silenciándola. El mestizo se levantó repentinamente de la cama y apagó las luces , caminó hacia la ventana y la abrió , dejando el espacio iluminado únicamente por la luz de las estrellas y el halo de la luna; volviendo a la cama con los ojos cargados de una extraña mágia, como poseído por la fuerza de la noche , immobilizó las muñecas de la joven conuna sola mano, sujetándolas a la cama, riendo maliciosamente, empezó a besar a Emma por todo el torso desde su cuello hacia su vientre , haciendo que jadease cada vez más fuerte entre beso y beso. Emma atrajo a Mark hacía si y le quito los vaqueros ágilmente, el chico hizo lo mismo con ella . Ahora entre ellos solo quedaba una capa de ropa ; sus bocas se enfrentaban un choque de dientes, lenguas y labios, que poco a poco se intensificaba dejándolos sin aliento a ambos. Mark cogió a Emma por la cintura y presionó su cadera, haciendo que soltase un gemido, el chico cogió la cinturilla sus bragas , haciendo un ademán de bajarlas, a lo que ella respondió con un leve asentimiento de cabeza. Mark la contempló, ahora que estaba totalmente expuesta él, pudo darse cuenta de que su cabello parecía brillar con luz propia, como Julian le solía decir, su cabello no era solo rubio, era trigo, caramelo y miel. Emma le quitó los boxers , ruborizada, más por la excitación que por la vergüenza , que se había transformado en deseo.Ambos se quedaron unos instantes contemplando la desnudez del otro, preguntándose en silencio el uno al otro si era esto lo que deseaban. el joven tomó la iniciativa bajando su mano hacia el sexo de Emma haciendo mágia sobre ella, obligándola a gemir, la sensación era tan intensa que no pudo evitar soltar un grito, Mark le tapó la boca riendo, por lo que Emma no se quiso quedar atrás y le mordió la oreja a su novio, que le había dejado a ella el control de la situación, cosa que no duró mucho ,ya que él la estaba besando por todas partes volviéndola loca de placer. Emma enroscó las piernas alrededor del chico , que arqueaba la espalda con movimientos urgentes, pidiendo cada vez más . Después de unos eternos segundos la joven habló con seguridad - Hazlo, Mark , yo soy tuya, y tu eres mío.- Mark se estremeció de placer con solo escuchar eso. Temblando, no se lo pensó dos veces, y abarcó el cuerpo de Emma como abarca el cielo a la tierra, encajando a la perfección. Los dos quedaron pasmados, ambos ya habían tenido experiencias anteriormente, pero nunca lo habían sentido con tanta brutalidad, los chicos hacían verdaderos esfuerzos por no gritar. Emma se movía al ritmo de las embestidas de Mark, clavándole las uñas en la espalda, dejándole nuevas cicatrices, rogándole que no se detuviese; haciéndose​ nuevas promesas entre beso y beso, susurrando cosas que nunca se habían imaginado que pensaban.
-Mark, esto... ha sido maravilloso-
Mark cogió el rostro de Emma entre sus manos, mirándola con aquellos ojos que parecían contener todos los astros del cielo, la besó en la nariz y le habló dulcemente.
-Mi Emma.-
Los dos permanecieron abrazados , como dos niños perdidos, buscando el consuelo del otro, entregándose el afecto que tanto les había faltado, susurrándose hasta que cayeron en un sueño profundo y libre de preocupaciones y pesadillas por una sola noche.