Capítulo 4

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Emily's pov

Fui hacia arriba indignada, ¿la hija de Kenneth? ¿quién cojones se creía que era? Esta era mi casa, mi familia. El hecho de que se casara con mi madre, no significaba que pudiera actuar como si esta casa le perteneciera estrictamente.

Dios, Kenneth era un creído, trataba de actuar como un "padre", pero no me lo creía. No necesitaba un padre, eso estaba claro, y sabía que me odiaba. Nunca me sonreía o halagaba, o incluso decir un buenos día la mitad del tiempo.

Y ahora, ¿había una mini Kenneth aquí? ¿y su nombre era Alison? Genial. Conoce a tu nueva hermanastra Emily, una puta pequeña rubia que pensaría que era una princesa y que sería tan molesta como Kenneth.

Bueno Alison, todo lo que podía decirte era bienvenida a la familia.

Fui a mi cuarto y cerré la puerta de un portazo con todo el poderío, tirando el móvil en la cama y suspirando.

Alison's pov

Por los varios segundos que nos llevó escuchar tras oír cerrarse la puerta, Pam y yo nos mantuvimos calladas. Esperar a que cerrara la puerta de un portazo antes de hablar, parecía que era un caso diario en esta casa.

- Lo siento- se disculpó. Sinceramente parecía estresada y avergonzada, y empecé a sentir compasión por ella. Tal vez incluso empatía. Si tuviera que lidiar con una idiota tan grande como Emily todos los días, probablemente tuviera tres ataques de nervios cada 24 horas- ella es.... Mira, salgamos fuera.

No gracias.

- En realidad, Brooklyn me ha tirado la bebida en la camisa, por lo que tengo que ir a cambiármela.

- Oh- dijo. Sus cejas se levantaron mientras observaba con una mueca la húmeda mancha de mi camiseta- espero que se haya disculpado por eso.

Mientras hizo su camino de vuelta al patio, finalmente fui hacia arriba- esta vez más rápido, sin parecer deforme- y me derrumbé en el cuarto, suspirando de alivio al segundo de cerrar la puerta. Por fin sola, sin que nadie me irritara.

Exactamente ocho segundos, eso fue, hasta que una música alta comenzó a escucharse de la habitación de al lado, tan alta que temía que fuera posible que la pared se colapsara. Hanna dijo que esperaba que mi cuarto estuviera en ninguna parte al lado del de ella; olvida que estuviera cerca- estaba justo al lado de ella-. Estaba sin palabras, furiosa y cansada mientras estaba en mitad de la habitación y observaba a la pared de al fondo. En la otra parte de ella, una imbécil dormía por la noche.

Menos mal que al de cinco minutos la música se apagó y estaba de nuevo en silencio, el único ruido era el sonido de una puerta abriéndose. Probablemente mi hermanastro ya se hubiera calmado. Y era esa esperanza que me llevaba a acercarme hasta mi propia puerta, abriéndola suavemente para encontrarme a una fiera de ojos calmados afuera.

- Hola- intenté de nuevo. Si esta persona era ahora un elemento permanente de mi nueva "familia", al menos tenía que hacer un esfuerzo- ¿estás bien?

Los ojos carbón negro de Emily se rieron de mí.

- Adiós- dijo. Con la misma camiseta roja de franela en su espalda y sus botas marrones en los pies, descendió con suavidad las escaleras y salió de la puerta principal sin que ninguna persona notara su salida aparte de mí. Era bastante claro que estaba castigada, pero parecía que le daba exactamente lo mismo.

Simplemente suspiré y arrastré los pies hasta mi cuarto. Al menos lo intenté, que era muy lejos de lo que ella hizo. Me quité la blazer y tiré la camiseta dejándola caer en el suelo, antes de que derrumbara por primera vez contra mi nueva cama. El colchón de gomaespuma envolvió mi cuerpo, y una vez que desarrollé la habilidad de desconectarme de la distante música atada con risas de borrachos, miré fijamente al techo y respiré. Respiré incluso cuando el motor de fuera gruñó de por vida e impulsó un coche por la calle. Presuntamente Emily.

Amor contra tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora