Una Cita.

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Es Sábado por la mañana yo estoy acostada en mi cama, la fiesta de ayer me dejo destruida físicamente tengo mucho cansancio es como si un camión me hubiese arrollado.

Mientras bostezo tomo mi celular y veo un mensaje en WhatsApp de un número desconocido, lo abro.

— Hola Em. Espero que hayas dormido bien, soy Tobías. —

Me sorprende un poco el mensaje pues no creí que se acordara de mí tan temprano siendo fin de semana. Bueno debo contestarle.

— Hola! si he dormido bien. ¿Cómo estás? ¿Tan temprano levantado un Sábado?—

— Bueno estoy bien, quería saber si quieres, no sé, hacer algo esta tarde quizá tomar un café o salir a comer. —

¿Sera verdad? ¿Acaso me está invitando a una cita? Lo debo pensar muy bien... pero si la dejo pasar...

— Claro me gustaría —

— Genial, ¿Te parece si nos encontramos en la plaza del centro a las cuatro?—

— Si, está bien te veo ahí ;) —

En que me acabo de meter... Debo llamar a Lana no sé qué vestir o que hacer.

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— Ok. Me estás diciendo que tienes un "cita" con Tobías y hasta ahora reaccionas que te pone nerviosa su compañía— Pregunta en obviedad.

— Si...— Estoy algo avergonzada por todo esto.

— Bien, hay un poco de trabajo que hacer son la... una de la tarde tenemos hasta las cuatro. —

Empezamos a revisar mi guardarropa, no hay mucho no puedo decir que soy una shopaholic tengo solo la ropa necesaria.

— Oh! Mira ponte esto... y... esto de aquí también. —

 Me dio para vestir unos jeans negros, una musculosa azul a rayas, mi suéter blanco con un corazón rojo en el medio y mis converse rojas

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Me dio para vestir unos jeans negros, una musculosa azul a rayas, mi suéter blanco con un corazón rojo en el medio y mis converse rojas.

— Bueno, que dices ¿Cómo me queda?— Pregunto realizando miles de poses graciosas.

— ¡Me encanta! — Dice mientras ríe a carcajadas. — Pero... le falta algo...—

Revisa en un pequeño cajón de madera en el cual guardo toda mi joyería y saca un precioso collar en forma de corazón, es dorado con detalles que solo se ven si lo miras detenidamente. Debo haber olvidado que lo tenía porque nunca lo había visto allí.

— Es precioso querida ahora te lo pones, ya debo empezar a maquillarte. —

Hago caso y luego de eso Lana saca de su bolso diversas cosas que parecen ser para maquillarme, rímel, base, delineador, sombras. Me maquillo lo más natural que pudo y me peine como siempre lo hice.

Cuando Te Darás Cuenta de Cuanto Te AmoWhere stories live. Discover now