Capítulo 2

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Hinata Shōyō

Había pasado aproximadamente dos semanas desde que nos mudamos a Tokyo, nos estábamos quedando en el departamento que tenía la hermana de mi madre, la cual no se encontraba aquí. Nos había prestado el departamento y aquello nos vino muy bien.

Iba a inscribirme en la preparatoria Nekoma, pero no quería que Kageyama se enterara de dónde me encontraba así que decidí inscribirme en una preparatoria llamada Seirin. Este iba a ser mi primer día de clases, estaba muy nervioso porque no conocía a nadie de ahí.

Observé el cielo y luego me quedé un rato en silencio observando a la nada.

Caminé un poco hasta sentir algo chocar contra mi brazo.

— Lo siento. — me disculpé, pero al ver a mi lado no había nadie. Arqueé una ceja algo confuso.

— No pasa nada. — me sobresalté al ver al chico en el piso recogiendo sus cuadernos.

— ¡Pe-perdón! No te vi. — le ayudé.

— Me sucede todo el tiempo, así que no te preocupes.

«Qué optimista.»

— Ten.

Le di los pocos cuadernos que recogí.

— Gracias. — lo miré a los ojos, y luego miré su uniforme.

— ¿Vas a la preparatoria Seirin? — pregunté un poco emocionado, asintió—. ¡Oh! Soy nuevo, me llamo Hinata Shōyō.

— Kuroko Tetsuya, mucho gusto.

Alguien llegó detrás de él y me examinó de arriba abajo con un aura amenazadora, tragué saliva algo asustado.

— Kuroko. — el nombrado abrió sus ojos con algo de sorpresa y giró un poco su cabeza para mirar al chico—. Te dije que me esperaras.

Kuroko se sonrojó un poco y luego bufó.

— ¿Quién es él?

Me apuntó.

— Hinata Shōyō, se acaba de transferir a nuestra preparatoria.

— Hola. — saludé y este suavizó la mirada un poco. ¿Qué será?

— Kagami Taiga, soy el novio de esta cosa sin presencia. — colocó su mano en la cabeza de Kuroko y las mejillas de este se tornaron un rosado casi invisible, pero que pude notar claramente.

— Mucho gusto. — reí entre dientes y de un momento a otro Kagami se encontraba en el suelo por el golpe que le había dado el otro en las costillas.

— Llegaremos tarde, vámonos. — me tomó del polerón y asentí algo asustado al ver cómo Kagami se retorcía en el suelo unos metros atrás.

Caminamos en silencio hasta que decidí preguntar por Kagami.

— Estará bien, además se lo merece por llamarme así. — desvió la mirada y sonreí—. Bueno, cambiemos de tema. ¿Sabes que la preparatoria te exige inscribirte en un club?

— No, no lo sabía.

— Entonces mantenlo en mente.

Bajé la mirada. Tal vez inscribirme en algún club me despejaría un poco, pero ¿a cuál? Voleibol ya sabía de antemano que no me haría nada bien y no he hecho ningún otro deporte más que ese. Suspiré.

— ¿A cuál vas?

— Básquetbol.

— Suena interesante. — me quedé algo pensativo.

— ¿Hacías otro deporte antes?

Asentí.

— Voleibol, pero en este momento no quiero integrarme a ese club.

— Entonces ven al club de básquetbol, o ven a conocerlo un poco.

— Lo tomaré en cuenta. — sonreí. Cambiar un poco de ambiente y actividad no me haría nada mal.

Al final acabé en la misma clase que Kagami y Kuroko, lo cual me hacía feliz.

Las clases empezaron y no estaba tan perdido como pensaba que lo estaría, matemáticas fue una tortura como siempre, pero las demás materias no habían estado tan difíciles.

— De pie.

— Nos vemos la próxima clase, ¡y no olviden checar un poco la materia! Hay control con nota acumulativa. — dijo la profesora de ciencias antes de irse con todas sus cosas.

Respiré profundamente antes de levantarme y ordenar un poco mis cosas, los demás estaban yéndose. Los únicos que quedaban eran algunas chicas junto a Kagami y Kuroko, los cuales hablaban un poco sobre el club.

— Hinata. — miré a Kuroko—. Hablé con la entrenadora y dijo que no había ningún problema el que vayas a ver el club en estos días.

Miré al vacío por un momento, recordando que mi madre y hermana irían a ver los alrededores y llegarían tarde.

— Hoy. ¿No hay problema?

Negaron los dos al mismo tiempo.

— ¿Vamos?

Caminamos por los pasillos en silencio, bueno, yo era el que iba en silencio porque los otros hablaban entre ellos. Me paré a contemplar el cielo, estaba entre naranjo y rosado, extrañaba a Kageyama. Tenerlo a mi lado era una rutina.

Miré los chicos, los cuales iban tomados de la mano. Observé la mía con soledad.

— Olvídate de él. — susurré. Iba a caminar, pero una chica paso al lado mío, corriendo, y se tiro a la espalda de Kuroko, cayendo al suelo.

— ¡Tetsu, te extrañé! — gritó la chica pelirrosa.

— ¡Quítate de encima de Kuroko!

— ¡Cállate!

— ¿Momoi?

— Hola Tetsu. — se pararon—. Hola Kagami. — dijo cortante.

— Momoi. — le regañó Kuroko achicando los ojos.

— ¡Ya! — hizo un puchero. Y luego dirigió su mirada hacia mí—. ¿Viene con ustedes?

— Hola, me llamo Hinata Shōyō.

— Lo siento por lo que viste. — rió—. Mucho gusto.

— ¡Eh! ¡Satsuki! — una voz detrás de mí me sobresaltó y me giré bastante asustado, unos ojos azules se fijaron en los míos y recordé a Kageyama por el color.

— ¡Dai-chan! Lo siento, se me olvidó que habías venido. — rió y el moreno le apretó la cabeza.

— ¿Quién fue la que me rogó que la acompañara a ver a Tetsu? "No quiero ir sola, por favor, acompáñame, Dai-chan." —la imitó—. Mis cojones.

— ¡Perdón, perdón! — lloriqueó—. Duele, Dai-chan.

— La próxima vez que me dejes en la entrada te juro que no te perdonaré.

— ¿Qué hacen aquí? — preguntó Kagami con un tic en el ojo. Los dos chicos lo miraron y luego se miraron entre sí.

— Satsuki quería ver a Tetsu. — se rascó la nuca—. Aprovechando, ¿qué tal un uno contra uno?

— Con mucho gusto.

Miré algo perplejo la situación, no entendía mucho lo que estaba pasando realmente. Miré a Kuroko el cual estaba siendo abrazado por la chica pelirrosa.

— La entrenadora es un demonio cuando se enoja, así que mejor nos apresuramos. — sentenció Kuroko, saliendo del agarre de la chica.

— ¿No los alejarás? — miré a los dos chicos, los cuales se encontraban peleando.

—Siempre son así cada vez que se encuentran.

Reí con nostalgia, me recordaban a mí con Kageyama los primeros días. ¿Cuándo fue que nos dejamos de pelear?

El peor ERROR de Mi Vida | Haikyū!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora