capitulo 13: la verdad

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-hola, Cari- me dijo

-hola- conteste y agache la cabeza.

Estaba confundida, nerviosa, con ganas de abrazarla pero me contuve, ella me abandono, y no le iba a dar el gusto de perdonarla tan fácil.

-bueno, pasa- se corrió de la puerta y  pase- ¿queres algo para tomar o para comer?- pregunto

-no- conteste

-como quieras, sentate- me dijo amable.

Yo me senté en un sillón individual, y ella se sentó en el sillón que se encontraba enfrente de mí. Mis  sentimientos seguían jugándome en contra, pero por suerte podía controlarlos. Me sentía tan incomoda, ella me miraba y no sabia como reaccionar.

-quiero que hablas, no que me mires- dije

-tenes razón- dije- antes, de que te cuente todo, se que lo que pensas de mi, y no te voy a decir que no me duele pero te entiendo, y se que no es fácil para vos todo estos y obviamente para mi tampoco lo es-

-si con todo esto que me estas diciendo pensas que vas a lograr aflojarme, no te gastes porque no lo vas a lograr, lo único que quiero es saber porque termine en un orfanato- le dije sin mirarla 

-No es para q aflojes, pero tenes razón, te tengo que contar lo que paso. Cuando tenia 15 yo quede embarazada de vos, aunque era chica, sabia que quería cuidarte, pero mi papa no quería que lo hiciera, después de que vos naciste, y me dieron el alta en el hospital yo te lleve a la casa de mis padres, pasaron tres días, y cuando yo volvía de la escuela vos ya no estabas, mi mama me dijo que mi papa te había llevado a dar unas vueltas, pero cuando el volvió estaba solo, le pregunte en donde estabas y me dijo que había echo lo mejor, yo no te abandone jamás hubiese pensado en hacerlo. Cuando mi papa murió me confeso que vos estabas viva, me dijo en donde te había dejado pero cuando yo fui no me dieron ninguna información, te juro que te estuve buscando, jamás perdí las esperanzas de que te iba a encontrar y acá estas- me iba a acariciar la cara pero yo me corrí- no se exactamente lo que sentís, pero me lo imagino-

Vi como empezó a llorar, no sabia que hacer me sentía rara, tampoco sabia si creerle o no, trate de no llorar pero me fue imposible, cuando callo la primer lagrima, me levante y salí corriendo, abrí la puerta y me fui, no pare de correr hasta que llegue a mi casa.

Llegue a mi casa y toque el timbre para que Camila me abriera.

-hey amiga ¿que paso?- me pregunto Camila después de que me abrió la puerta 

No le conteste, solo la abrase y seguí llorando- te juro que no entiendo nada, es muy raro todo Cami- le dije

-tranquila, se que no es fácil, ¿me queres contar que paso?- asentí con la cabeza

Nos sentamos en el sillón y le conté lo que me había dicho Nadia, cuando termine me dijo

-es lo mismo que me contó  a mi, nomás que un poco mas detallado te lo contó-

-¿vos lo sabias?- le pregunte

-si, no te enojes, no te lo conté porque quería que te lo contara Nadia, ella era la única que tenia que hablar con vos, pero si vos no querías hablar con ella yo te lo iba a contar-

-no me enojo, pero me siento rara, te acordas que el año pasado, te dije que sentía algo rara en mi, como si me faltara alguien o algo, ahora ese espacio vacío ya no lo siento, y Nadia es la que ocupo ese lugar-

-te fuiste de la casa de ella porque no querías llorar ¿verdad?- me dijo

-si, no me gusta llorar en frente de alguien, una cosa es cuando paso lo de mi mama, pero otra es esto, por eso me fui no quería que me viera llorar- le sonreí

Al fin juntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora