La Maquina Del Sueño

¿Que Esta Sucediendo?

Miercoles 30 De Noviembre Del 2054

Segundos de haber oído a Zaya, oí un desgarrador grito proveniente de ella; Fui directamente hacia la sala lo antes posible para ver cuál fue el motivo de tal grito.
Al llegar vi a un hombre con
Casco color negro al igual que su ropa y un chaleco antibalas sujetando a mi amiga. Al fijarme bien quién era ese extraño tipo me di cuenta que era un policía que estuvo espiandome todo este tiempo.

Después de verlos a los dos, nervioso y confundido, tome un frasco de vino y lo rompí contra el refrigerador. Aunque fue inútil ya que después de haber hecho eso, saco el arma y dijo.

Policía Federal: ¡Aléjate estupido!. Te he estado vigilando y lo que has creado no es normal... Por favor, ¡no trates de ser dios y no hagas nada de lo que te podrás arrepentir o serás enviado a la cárcel!.

Estaba tan asustado. Aunque, tenía razón... Dejé el frasco al lado mio, me inque, dejé mis brazos atrás de mi cabeza y dije.

Yo: llévate la maquina pero... No le hagas daño a ella, Es lo único que tengo.

Veía como se le brotaban a Zaya las lágrimas por la tristeza y frustración de sus ojos color rojo Cayena...

Era todo; tenía razón.
No podía hacer nada contra un Federal, pronto me enviaran a un interrogatorio y confiscaran mi casa. Este era el fin. Aunque...
Susurre lentamente con la cabeza mirando el suelo.

Yo: Puedo hacerlo... Aún puedo repararlo... *Risa silenciosa*

Policía Federal: Oye, ¿Acaso estas bien?

Luego de haberse acercado a mi, tome el frasco, lo golpee en el rostro y fui directamente a la cocina. No sabía que hacer puesto que era un Policía armado.

Tenia que pensar en algo elaborado antes de que llamase a refuerzos, y así fue, tome un aerosol inflamable y un encendedor. Me acerque a el y se lo restrege en la cara, tome las llaves que tenía en la mano el hombre y abrí el sótano. Pero justo cuando la puerta estaba a punto de abrirse, el Federal arrastrándose me había disparado en el brazo. Sentía mucho dolor, pronto la casa arderia en llamas. Le grite a Zaya a que me ayudase pero no me hizo caso en lo absoluto.

Yo: ¡Por favor Zaya necesito tu ayuda!

Hasta que por fin se acercó algo tímida y sería a ayudarme, abrió el sótano y me dijo con voz temblorosa.

Zaya: S-se que este es el peor momento para decirte esto pero.

Yo: por favor Zaya, no lo hagas...

Zaya: fuiste la mejor compañía que he tenido en toda mi miserable vida y me ayudaste cuando más te necesite. C-cómo por ejemplo, ayudarme a hospedarme en tu casa después de haberme fugado de mi hogar además de que me ayudaste a conseguir trabajo.

Yo: Oye... ¿Que tratas de decir?

Zaya: digo que, este es mi turno de ayudarte.

Después de ese discurso, Zaya me empujó al sótano y cerró el cuarto con seguro aún pensando que moriría habrasada por el fuego. No podía creer lo que estaba pasando ahora mismo; Toque la puerta lo más fuerte que pude y grite.

Yo: ¡Zaya! ¡Habré la puerta porfavor!

Llorando por lo que había hecho por mí, solo me quedaba encender la maquina y...

Volver a terminar lo que comence...