Capitulo 4

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Sam POV

Daniel me había prometido pasar por mi al colegio cuando terminara, estaba ansiosa de volver a verlo. Casi no nos conocíamos, pero desde el partido las cosas entre nosotros se habían puesto más serias, el me llamaba todas las tardes y pasábamos horas hablando de trivialidades.

- ¿Te vas con Daniel? - me pregunto Fer sacándome de mis pensamientos. Sonreí y asentí emocionada - Estás grave - dijo negando con la cabeza lentamente, pero con una sonrisa en su rostro.

Salí corriendo por los pasillos para llegar al estacionamiento y encontrar a Daniel, en el camino me encontré a varias personas que conocía, entre ellas Fran, quien solo me dio una mirada de arriba a abajo y rodó los ojos. Lo ignore y seguí mi camino hasta que me encontré con el, estaba recargado en su carro y cuando aparecí por la puerta principal del colegio se acercó a mí y me dio un abrazo.

- Te tengo una sorpresa - abrió la puerta del copiloto para que pudiera subir.

- ¿Qué es? - la intriga me estaba matando.

- Dije que es sorpresa - dijo divertido.

El resto del camino escuchamos canciones que ponían en la radio y el hizo bromas de cualquier tontería. Llegamos a mi casa después de haberle indicado el camino.

- ¿Hasta cuando voy a saber mi sorpresa?.

- Pronto, ¿Está bien si pasó por ti en un rato? - su comentario m había tomado más que desprevenida.

- Supongo - dije confundida.

- Genial, llego a las siete, por cierto es parte de tu sorpresa. - no me dejo decir nada más ya que arrancó su carro.

Entré a mi casa y vi que no estaba nadie, supongo que mi hermano está en la universidad y mis papás en asuntos del trabajo. Recordé que Daniel me iba a llevar a un lugar dentro de unas horas, pero no tenía idea adonde íbamos así decidí llamarlo para saber que ropa me iba a poner. Después del segundo tono el respondió.

- ¿Qué pasa?

- No sé adónde vamos a ir, así que no sé que ponerme. - se quedó pensativo por un momento.

- Una falda o un vestido.

- Bien, nos vemos al rato. - corte la llamada y baje a la cocina para comer algo porque moría de hambre. A pesar de que Daniel me había dicho que usara falda o vestido, todavía no podía decidir que usar. Luego de terminar mi comida subí rápidamente, me bañe y la ve mis dientes para después elegir lo que iba a usar. El ambiente en mi habitación se tornó aburrido así que tome mi celular y puse una de mis canciones favoritas.

Había decidido usar un vestido color dorado que tenía tirantes y no era tan ajustado, tomé unos tacones nude y un bolso pequeño en donde guarde algo del dinero que me quedaba para la semana y un labial. Me maquille con un poco más de lo usual y en mi cabello hice uña ondas no muy marcadas, luego recordé que mi madre no sabía nada al respecto así que la llame.

- Hola hija, voy a volver a la casa tarde, estoy ayudando a tu papá con cosas de su trabajo.

- Está bien, de hecho llamaba para decirte que Daniel va a pasar por mi en un rato más y no se hasta que hora vaya a regresar.

- Oh de acuerdo, no vuelvan tan tarde, nos vemos en la casa. - terminó la llamada. Me recosté en el sillón y vi mi celular por un buen rato hasta que el timbre sonó. Me levanté y abrí la puerta, la expresión de Daniel al verme había cambiado de una sonrisa a una cara de asombro. El vestía una camisa blanca de botones y un pantalón negro.

- ¿Es demasiado? - le pregunté refiriéndome a mi atuendo ya que no sabía exactamente al lugar que íbamos.

- Estas perfecta - su sonrisa había vuelto y al parecer el color de mis mejillas también.- Vámonos - rodeo mis hombros con su brazo y cuando llegamos a su carro abrió la puerta del copiloto como lo había hecho cuando me recogió horas antes en la escuela.

Con Daniel las cosas nunca podían ser incómodas, por más raro que parezca el siempre sabía cómo hacer el ambiente ligero con una de sus bromas. Llegamos al lugar y me sorprendí al instante, era un restaurante muy elegante y reconocido en la cuidad.

- Sorpresa - dijo Daniel sonriendo, le devolví la sonrisa y lo abracé.

- No tenías que hacer todo esto - decía la verdad, casi apenas nos conocíamos, pero de verdad estaba agradecida con el. Se encogió de hombros y rodeó mis hombros con su brazo para dirigirnos a la entrada del restaurante.

Teníamos una mesa reservada junto a un ventanal que daba vista al jardín, que aunque era de noche aún se podía apreciar.

- Estoy pensando en cambiarme a tu colegio - dijo de repente.

- ¿Por qué? - el levanto los brazos en señal de rendición.

- Si no quieres, entonces no - dijo bromeando, me reí de su reacción.

- No es eso, solo me dio curiosidad.

- Lo quiero hacer porque siento que prácticamente ya pertenezco a ese lugar, quiero decir, juego en su equipo de fútbol y conozco a varias personas.

- Deberías cambiarte - dije antes de tomar un bocado de lo que había pedido para cenar.

El resto de la cena hablamos sobre nosotros y tratamos de conocernos más.

Fer POV

Salí de la escuela sin la compañía de Sam porque se había ido con Daniel. Había decidido caminar hasta mi casa, no estaba tan lejos y el día estaba nublado.

Quería escuchar música, entonces busque en uno de los bolsillos del frente de mi mochila y recordé que los había olvidado en casa, seguí mi camino y mucho antes de llegar un carro se paró a un lado de mi y bajo la ventana.

- Déjame llevarte - era Diego, desde hace unas semanas había empezado a insistir en hablar conmigo, pero yo no quería escuchar lo que tenía que decir después de todo.

- Puedo ir sola - lo ignore y seguí caminando acelerando el paso ya que el me seguía.

- Es momento de que empieces a superar las cosas ¿No crees Smith?- Diego tenía la mala costumbre de siempre hablarme por mi apellido. -Sube, quiero hablar contigo.

- Dije que puedo sola - seguí caminando tratando de ignorar a Diego, pero me detuve cuando sentí que empezaba a llover con fuerza.

- ¿Ahora si vas a subir? - me pregunto con un tono egocéntrico.

- No - la lluvia estaba incrementando.

- Entonces supongo que tendré que irme - arrancó el carro levemente.

- Espera - frenó el carro y por adentro abrió mi puerta. Estar sola con el me traía muchos recuerdos, buenos y malos. Me dediqué a ver por la ventana para evitar su mirada hasta que nos detuvimos en un semáforo.

- No quiero esto para nosotros - empezó a decir - antes todo era tan fácil, digo, estar contigo era fácil, siempre parecía saber que era todo lo que te gustaba y me era fácil hacerte reír, y ahora mira que mal termino todo - seguí viendo por la ventana y una pequeña lágrima se me escapo, pero rápidamente la limpie con mi sudadera - No espero que digas algo, se que estás enojada y probablemente me odias, pero aún te quiero, mucho más de lo que puedes imaginar, te convertiste en una parte importante de mi vida y dejarte ir fue uno de mis peores errores. Lo siento Smith, y de verdad espero que algún día puedas perdonarme y darte cuenta de lo que siento. - dijo deteniendo el carro enfrente de mi casa.

- Gracias por traerme - salí del auto lo más rápido que pude ya que las lágrimas estaban a punto de salir. Subí a mi habitación corriendo ignorando los llamados de mi mamá y me encerré un buen rato pensando en lo que Diego había dicho. No estaba segura de creerle, no quería creerle.

FRAN EN EL INICIO.

Peligrosamente Irresistible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora