Meses después.
Camila saltaba de lado a lado, buscando a su mejor amiga. En vacaciones, ella y su grupo de amigas habían acordado en recibir a la niña nueva. La maestra solía mandar a los nuevos con quien creyera que iba a llevarse mejor para que le mostrara el colegio, y Camila quería asegurarse de que fuera ella. Su profesora la apreciaba muchísimo, ya que era una de las alumnas que mejor se comportaba en clases.
Luego de un rato de correr entre padres y alumnos, encontró a Dinah hablando con unos chicos.
—¡Cheechee! —Al verla, Camila corrió hacia la chica más alta, dándole un gran abrazo de koala, que eran su especialidad.
—¡Chancho, ten cuidado! —Dinah le advirtió entre risas, tratando de mantener el equilibrio. Abrazó fuertemente a su amiga.
—¿Mani y Ally? —La chica se separó del abrazo, mirando hacia atrás de su amiga, buscando por las chicas.
—Ya están en el salón. —Dinah se disponía a ir también al salón, pero Camila la tomó de la muñeca.
—¿Ella ya está allí? —Le preguntó a su mejor amiga, nerviosa pero emocionada.
—No, aún no llega.
—Bien, entonces me voy a quedar en la puerta esperando. —Dinah entró a la sala, y Camila se quedó fuera, jugando y balanceándose con la manilla de la puerta.
Pasaban los minutos y la chica nueva no llegaba, y Camila cada minuto que llegaba se emocionaba más.
Fijó la mirada en una linda ojiverde, que se despedía –aparentemente– de mala gana de sus padres. Luego de esto, se acercó a la puerta.—Hola, puedo suponer que eres la niña nueva. —Camila la saludo con una sonrisa. La chica, que era más alta que ella, alzó la mirada para encontrar su mirada, asintiendo. —Me llamo Camila, ¿y tu?
—Me llamo Lauren. —Dijo en voz baja.
—Lauren... —La morena pensó un poco. —Es un nombre muy lindo. —Sonrió y se apartó de la chica, dejándola pasar. Los demás la vieron por unos segundos, y luego se voltearon de nuevo para seguir hablando.
Camila se sentó rápidamente en su asiento, pero esta vez, Dinah no se sentaba con ella. Su puesto estaba vacío. Camila revisó los nombres escritos en los papeles pegados en las sillas. Si, no se había equivocado de puesto, la señorita Holly –la cual aún no llegaba– le había asignado esa silla. Y también le había asignado junto a Lauren.
La chica nueva buscaba su asiento, y al ver que era el único vacío, se sentó al lado de Camila, para después darse cuenta de que ese era el suyo. Luego de dejar su mochila colgando en el respaldo de la silla la profesora llegó.
—¡Hola chicos! —Entró al salón con una gran sonrisa en su rostro, mientras todos, menos Lauren, decían al unísono "Hola señorita Holly". Dejó su bolso en su escritorio y se paró frente al pizarrón. —Oh, veo que nuestra nueva alumna ya llegó. —Miró a Lauren, quién estaba avergonzada de tener que presentarse. —¿Podrías acercarte y decir algo sobre ti?
Lauren se levantó de su puesto y se paró a un lado de la profesora.
—Eh... Bueno, me llamo Lauren. Tengo 11 años. Me gusta dibujar, escuchar música y tocar la guitarra... Me gusta escribir... —Pensó que más podría decir, pero no se le ocurrió nada más. La profesora le agradeció, y la mandó a sentarse. Se mantuvo pensando por unos minutos.
—Oye... —Lauren tocó el brazo de Camila para captar su atención. —¿Qué está haciendo? —Preguntó refiriéndose a la profesora, quién estaba aparentemente reflexionando en su escritorio.

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problems; camren
FanfictionCamila está muy emocionada. Su maestra le contó que llegaba una niña nueva. Le emocionaba la idea de conseguir una nueva amiga. Lauren Jauregui, una chica de 11 años bastante curiosa, talentosa e inteligente, pero no muy sociable; con problemas. Por...