Capítulo 4 ↘↗↘ ¡Soy el rey Arturo!

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Narra Valeria:

Mi móvil no para de sonar,voy a girarme y acabo cayéndome al suelo y conmigo cae el móvil.

— ¿Sí? — contesto después de descolgar mientras me siento bien en el suelo.

— Anda que en estos cuatro meses das señales de vida,¿eh?

— ¡Mamá! Mmm...lo siento. — digo soltando una risilla nerviosa.

— ¿Qué harás hoy?

— Pues,por ahora no tengo nada en mente. — digo mientras observo mi habitación.

— Genial, ve preparando la comida que hoy como allí.

— ¿Qué? — respondo poniéndome de pie de un salto.

— Bueno,voy a hacer unas cosas.

— Pero,¿a qué ho...? — cuelga sin dejarme terminar.

Me levanto del suelo y me fijo en que son las 09:58a.m.Me posiciono delante del armario y elijo la ropa que me voy a poner,antes de irme directa a la ducha.Cuando voy a mitad de camino,me doy cuenta de que la casa está hecha un desastre y yo sola no voy a poder recogerlo,porque Ariana se fue ayer a Guadalajara.

Me saco el móvil del bolsillo del pantalón del pijama y marco el número de Christian.

— ¿Mmmm?

— ¿Estabas durmiendo?

— Pues sí. — dice todavía adormilado.

— Necesito que me hagas un favor. — digo tímidamente.

— ¿ Qué tipo de favor? — dice burlón y siento como mis mejillas se calientan.

— ¡Christian! — él ríe y yo le sigo.

— Vale,vale...dime.

— Pues...necesito que me ayudes a limpiar el piso,porque alguien viene a visitarme inesperadamente. — le digo mientras que recojo algunos platos.

— Bueno...¿y si digo que no?

— Pues no te hablo.

— ¿Y si sí?

— Te invito al Burger.

— No.

— A dar una vuelta por el retiro.

— Noo.

— ¿Al cine?

— Eso ya me gusta más. — dice e inconscientemente pongo los ojos en blanco.

— Te voy a ayudar por lo del cine,no porque seas mi amiga y esas cosas... — se pone sarcástico y me río.

— Ven lo antes que puedas.

— Vale,adiós. — y cuelga.

Vuelvo a mi habitación, cojo un chándal para cuando tengamos que limpiar y me dirijo hacia el servicio.

10 minutos después salgo ya lista y cuando me siento en el sofá,tocan al timbre.

Abro la puerta y me encuentro con Christian con unas ojeras increíbles. Me hago a un lado y él pasa, cierro la puerta y nos adentramos a mi casa mientras le miro preocupada.

— ¿Qué te pasa?

— Nada,no he podido dormir bien. — dice bostezando y ahora me encuentro haciendo lo mismo.

— ¿Gavin no te ha dejado dormir? — digo y sonrío al recordar a ese bichejo.

— No,A Gavin lo llevé a casa de mi madre ayer por la tarde. — dice mirando las llaves de su coche, que cuelgan de su mano. — Vamos,¿qué hay que hacer?

¿Casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora