Narra Valeria:
Mi móvil no para de sonar,voy a girarme y acabo cayéndome al suelo y conmigo cae el móvil.
— ¿Sí? — contesto después de descolgar mientras me siento bien en el suelo.
— Anda que en estos cuatro meses das señales de vida,¿eh?
— ¡Mamá! Mmm...lo siento. — digo soltando una risilla nerviosa.
— ¿Qué harás hoy?
— Pues,por ahora no tengo nada en mente. — digo mientras observo mi habitación.
— Genial, ve preparando la comida que hoy como allí.
— ¿Qué? — respondo poniéndome de pie de un salto.
— Bueno,voy a hacer unas cosas.
— Pero,¿a qué ho...? — cuelga sin dejarme terminar.
Me levanto del suelo y me fijo en que son las 09:58a.m.Me posiciono delante del armario y elijo la ropa que me voy a poner,antes de irme directa a la ducha.Cuando voy a mitad de camino,me doy cuenta de que la casa está hecha un desastre y yo sola no voy a poder recogerlo,porque Ariana se fue ayer a Guadalajara.
Me saco el móvil del bolsillo del pantalón del pijama y marco el número de Christian.
— ¿Mmmm?
— ¿Estabas durmiendo?
— Pues sí. — dice todavía adormilado.
— Necesito que me hagas un favor. — digo tímidamente.
— ¿ Qué tipo de favor? — dice burlón y siento como mis mejillas se calientan.
— ¡Christian! — él ríe y yo le sigo.
— Vale,vale...dime.
— Pues...necesito que me ayudes a limpiar el piso,porque alguien viene a visitarme inesperadamente. — le digo mientras que recojo algunos platos.
— Bueno...¿y si digo que no?
— Pues no te hablo.
— ¿Y si sí?
— Te invito al Burger.
— No.
— A dar una vuelta por el retiro.
— Noo.
— ¿Al cine?
— Eso ya me gusta más. — dice e inconscientemente pongo los ojos en blanco.
— Te voy a ayudar por lo del cine,no porque seas mi amiga y esas cosas... — se pone sarcástico y me río.
— Ven lo antes que puedas.
— Vale,adiós. — y cuelga.
Vuelvo a mi habitación, cojo un chándal para cuando tengamos que limpiar y me dirijo hacia el servicio.
10 minutos después salgo ya lista y cuando me siento en el sofá,tocan al timbre.
Abro la puerta y me encuentro con Christian con unas ojeras increíbles. Me hago a un lado y él pasa, cierro la puerta y nos adentramos a mi casa mientras le miro preocupada.
— ¿Qué te pasa?
— Nada,no he podido dormir bien. — dice bostezando y ahora me encuentro haciendo lo mismo.
— ¿Gavin no te ha dejado dormir? — digo y sonrío al recordar a ese bichejo.
— No,A Gavin lo llevé a casa de mi madre ayer por la tarde. — dice mirando las llaves de su coche, que cuelgan de su mano. — Vamos,¿qué hay que hacer?