La sospecha

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Al día siguiente, Adrien había llegado a la escuela, estaba ansioso por ver la escritura de sus compañeras aunque, no sabía como. Adrien entró al salón.

-¿Dejaron algún trabajo?- dijo Plagga susurrando.

-Si, una investigación- dijo Adrien.

-Puedes decirle al profesor que si lo puedes ayudar a calificar- dijo Plagga.

-Buena idea- dijo Adrien.

-¿Con quien hablas?- dijo Nino riéndose.

-Ehh... yo...- dijo Adrien nervioso. -Es para la tarea de hoy, la estaba estudiando-.

-Genial- dijo Nino dejando su mochila en su lugar. -¿Qué harás el fin de semana?-.

-Pues creo que nada, ¿por que?- dijo Adrien sentándose junto a él.

-Iba a invitar a Alya al cine...- dijo Nino nervioso y sonrojado.

-¿Ajá?- dijo Adrien picaramente.

-Yo... hermano, sabes que no podré estar solo con ella- dijo Nino sonrojado.

-(Adrien se rió) Bro, no puedo acompañarte en una cita especial- dijo Adrien tocando el hombro de Nino.

-Pero Adrien, no podré estar solo- dijo Nino.

-Tu podrás, te lo aseguro- dijo Adrien.

-Gracias, por tu apoyo- dijo Nino mostrando su pulgar.

Alya y Marinette entraron al salón.

-Y si lo hace, no estaré contigo, que pena- dijo Marinette.

Flasback.

Marinette y Alya estaban en la entrada de la escuela, platicando.

-Marinette, Alix me dijo que quizá Nino me invite al cine- dijo Alya sonrojada.

-¿Y que tiene? ¿no es lo que has querido?- dijo Marinette mostrando una sonrisa.

Empezaron a caminar hacia el salón.

-Pues, ¿y si hago alguna tontería que me deje en ridículo?- dijo Alya nerviosa.

-No pasará- dijo Marinette.

-¿Me acompañarías?- dijo Alya.

-¿Qué?- dijo Marinette infartada.

-Por favor Marinette- dijo Alya.

-No, no estaré contigo en algo de dos- dijo Marinette. -Y si lo hace, no podré estar contigo, que pena- dijo entrando al salón.

Fin flasback.

Marinette y Alya tomaron sus lugares, detrás de Nino y Adrien.

-Pss- hizo Nino.

-¿Qué pasa?- dijo susurrando Adrien.

-¿De que será que estuvieran hablado? ¿Y si alguien ya la invitó a salir?- dijo asustado Nino.

-No creo, ¿por que lo dices?- susurró Adrien.

-Por lo que decía Marinette- dijo Nino.

-Escucha, invitala de todas formas- dijo Adrien.

-Esta bien- dijo serio Nino.

Nino estaba preocupado por Alya.

El timbre sonó, era hora de iniciar la clase, Adrien pondría en práctica su plan. El profesor entró al salón.

-Buenos días, calificaré los trabajos- dijo el profesor.

-Profesor, ¿puedo ayudarle?- dijo Adrien nervioso.

-¿Adrien? Claro, así será más rápido- dijo el profesor. -Entreguenle los trabajos a Adrien-.

Todos le entregaron su trabajo a Adrien, excepto Marinette que no lo encontraba.

-Espere... no esta... no lo encuentro...- dijo Marinette.

-Marinette, ¿lo hiciste?- dijo Alya

-Claro, solo que no se por qué no esta en mi mochi... olvidalo, aquí está- dijo aliviada.

Marinette le entregó el trabajo a Adrien, ambos rozaron sus manos y se sonrojaron. En ese momento, para Marinette se detuvo el tiempo.

Adrien y el profesor estaban calificando los trabajos, Adrien se fijaba en la escritura de sus compañeras, algunas eran parecidas, pero no eran las mismas de la carta.
Adrien dejó a lo último el de Marinette por que había sido el último en ser entregado. Cuando Adrien vio la escritura, se sorprendió demasiado. Esa letra tan limpia y bonita era la misma, excepto por los corazones en los puntos de las "i".

-Quizá como es tarea, no puso el corazón en la "i"- se dijo así mismo Adrien.

-¿Adrien? ¿Terminaste?- dijo el profesor.

-Si, tome- le entregó el trabajo al profesor.

-¿Marinette? No puede ser... ella no puso el corazón en las "i"... pero su letra es la misma que la de la carta...- se dijo así mismo Adrien.

Adrien ya sospechaba de que la dueña de la carta, era Marinette.

La carta de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora