Capítulo III

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Era una tarde lúgubre que anunciaba la pronta llegada del invierno, caminábamos por los corredores que daban al campo ella al frente como si estuviera lista para dominar al mundo, sus compañeros de la casa Slytherin la saludaban a lo que ella correspondía con un simple: "Hola" o un movimiento de cabeza.

—Tremenda fachada—susurre, ella volteo abriendo los ojos divertida y yo solo le sonreí. Leta continuo con la vista alta moviendo sus rizos negros yo la seguía detrás, íbamos en camino a un lugar alejado.

Ella era Slytherin y yo un Hufflepuff.

Ella cargaba con su apellido, una de las famosas "Lestrange" y todo lo que conllevaba serlo.

Yo cargaba con mi incomodidad con las personas y mis fallidos intentos de sociabilizarme con ellas.

Los dos compartíamos un vínculo, nuestra fascinación hacia los animales y lo fácil que era estar uno con otro.

Aunque por mi parte podría decir que ella era una, mejor dicho, única amiga que había logrado hacer en mi estancia en Hogwarts, confiaba en ella ciegamente.

Los corredores estaban llenos de bufandas de diferentes casas y profesores que pasaban ocasionalmente.

De pronto sentí un empujón en mi hombro que me hizo salir del camino y caer al suelo, escuche risas detrás mío y me reincorpore lo más pronto posible— Leta—dijo el gryffindor más vanidoso del cual había llegado a escuchar: Leon Sapworthy.

Ella volteo, me busco con la mirada y al encontrarme, volvió la vista a el — ¿Si?—dijo con un desdén de desprecio.

Sin darle importancia a su tono, él sonrió de lado—Bueno sabes que ya se acerca la fiesta de navidad—Leta suspiro e hizo ademan de darse la vuelta, cuando la tomo del brazo— seré breve, querida—impuso y mis músculos se tensaron— Quiero que vayas conmigo al baile de navidad—mis labios se secaron y mi corazón palpitaba con fuerza ¿Qué me pasaba? ¿Por qué deseaba saber la respuesta con tantas ansias?

Al estar sacudiéndome las rodillas pude notar que los estudiantes de ambas casas se paraban alrededor ansiosos por saber el desenlace, Leta dio una breve y rápida mirada a sus compañeros de casa quienes la fulminaban con la mirada.

Algunos murmuraban: "Que osadía" "Sangre sucia osando invitar a una Slytherin" "A una de los Lestrange" "Que rayos espera"

Leta sonrió pretenciosa y por un momento no la reconocí—No asistiré a esa estúpida fiesta y si lo hiciera, créeme—dijo soltándose el brazo— jamás iría con un sangre sucia como tú. El cual su única cualidad es su dominio en el Quidditch y de eso no se puede decir mucho ¿Verdad? —sonrió con frialdad, dándose media vuelta continuo con su camino alzando su cabeza.

Su respuesta me produjo satisfacción pero duro poco, sus palabras habían sido tan duras, frías, carentes de duda y por un momento creí que tenía una lengua viperina. "Digna Slytherin" ¿Era solo una fachada? Sacudí de mi mente esas dudas, tenía que serlo, debía ser una fachada.

A su alrededor algunos compañeros de casa se rieron del pobre rechazado otros continuaron su camino satisfechos con el resultado.

Alrededor de Leon se había formado un grupo de gryffindor quienes lo consolaban y gritaban improperios a Leta. Para mi sorpresa Leon salió del grupo y grito— ¡Alabadores de la sangre, maldita sea la familia Lestrange!

Leta ni se inmuto y continúo su camino. Leon respiraba furioso y al pasar por su lado, detecte un indicio de llanto en sus ojos pero no, no eran de tristeza sino de rabia—Aléjate de ella Scamander, antes de que sea tarde—me susurro luego dio media vuelta y se fue.

Siempre te amaré... //Newt Scamander y tu//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora