Capítulo 12

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La semana acababa de comenzar estábamos a segunda hora del lunes, no había visto ni a Jason, ni a Jay en el gimnasio el sábado, y Dan no me cogía el teléfono para saber dónde le dejaría el coche.

A primera hora tuve Historia y por culpa de la aburrida de la profesora acabé en el despacho del director aguantando un estúpido sermón de que no podía dormirme en clase y menos en historia ya que era la materia que peor llevaba. Así que mi queridísimo director me castigo después de las clases a quedarme en la biblioteca para hacer unos resúmenes del tema que estábamos dando en Historia.

Justo cuando salía del despacho del director entraba un chico de un curso más arriba que yo, se llamaba Alex, era alto, pero no tanto como Dan tenía unos preciosos ojos azules y su pelo era de un rubio muy llamativo, las chicas de mi instituto lo consideraban un Dios Griego. Era el capitán del equipo de futbol americano, pero era muy extraño verlo aquí ya que nunca se metía en líos porque si no perdería el puesto de capitán del equipo.

Traía el labio roto y un ojo rojo y por la cara del entrenador y la forma en la que venía vestido (todo manchado) se notaba que había tenido una pelea.

-¿Hola?- Le salude por cortesía aunque me daba igual lo que pensase. Él paso literalmente de mí.

-¿Señorita no debería estar en clase?

-Si ya iba. Adiós.

-Adiós.- Solo se despidió el profesor, Alex me puso una cara de asco y giro la cabeza, no me había dado cuenta de que el ayudante del entrenador o profesor de gimnasia traía a otro chico.

-Chaval eres mudo o que, se acaban de despedir de ti y aparte una mujer, así que despídete o ¿no te enseñaron modales tus padres?- Jason, como no, el también venia herido, pero no tanto como Alex no me extraño lo más mínimo.

-Cállate, Jason, o te volveré a patear ese culo gordo que tienes.

-Cállense los dos. Y pasen adentro ya, señorita White valla para clase y no olvide el castigo de esta tarde.

Cuando iba a salir la voz de Jason me detuvo en seco.

-Así que castigada, cada día me sorprendes más hermosa.

-Cállate Jason y no me llames hermosa.

Me fui lo más rápido que pude ya que llegaba 15 minutos tarde a mi clase de matemáticas.

¿Hermosa? Sir le gustas y mucho.

Ya no sé ni lo que pienso, de verdad, esto es una locura.

El día pasó bastante rápido y eso significaba castigo, en la hora del comedor hable con Jonas para decirle lo del castigo y que le inventase algo a nuestros padres, no esperaba quedarme hasta tarde.

-¿Jay donde te metiste ahora?- Ella seguía sin aparecer y eso ya era demasiado extraño, pero gracias al cielo Dan apareció por la puerta radiante como un sol detrás de él venía Jay, los dos entraron por el comedor ganándose la mirada de todos.

¿Pero qué pasa? ¿Se creerán modelos en una pasarela?

Pero eso no era lo peor, lo peor es que todas las miradas recayeron en mí.

-Te debemos una, Princesa de la Plebe.

-¿Qué quieres decir con eso Dan?

-Pues cariño, todo el instituto está al tanto de tu carrera, bueno, y la de Jason.

-Y la plebe te ama princesa, todos quieren ser tus amigos para así ganarse un lugar en la gran carrera y no tener que verla por internet.

-Espera, ¿Qué? ¿Cómo saben todos lo de la carrera? ¿Y un lugar en que carrera?- No entendía lo que mis amigos me decían hasta que Jay me paso su teléfono.

Pastillas para dormirWhere stories live. Discover now