1850

499 54 7
                                    

1850

El mundo en este tiempo no era fascinante si a tecnología nos referimos, las personas iluminaban sus casas con lámparas de velas, las calles eran de tierra y las clases sociales estaban realmente marcadas, personas con dinero y personas sin dinero.

Las familias son muy reservadas, y las cosas nuevas son vistas de mala forma.

Las mujeres lucen vestidos largos, falda y corsé con sombreros o tocados que llaman la atención a dónde quiera que ellas van, mientras que los hombres usan trajes poco ajustados, y sombreros.

Xx: ¡Camila!

Se acercó a la cama de Camila, y movió sus hombros ligeramente para lograr despertarla

Xx: Camila, es hora del desayuno. Levántate antes de que tu padre se de cuenta que no has despertado -dijo la señora con voz temblorosa y el rostro fruncido con preocupación-

Repitió el movimiento intentando despertar a Camila.
Unos pasos resonaron en la habitación, de alguien que subía las escaleras con fuertes pisadas

Camila: ¿Mamá?...¿Qué está pasando? -preguntó Camila recargándose de la cabecera y tallando sus ojos con las manos-

Sinu: Tú padre viene, rápido, levántate y vístete

Sinu salió rápidamente por la puerta y la cerró a sus espaldas recargándose de ella

Alejandro: ¿Qué pasa? ¿Por qué Camila no ha bajado? Estamos separándola para desayunar -dijo el hombre enojado-

Sinu: Ella está cambiándose, ya sabes cómo es -dijo ella intentando sonreír- aún le es difícil amarrar su corsé, sólo necesitaba mi ayuda, pero ya lo he arreglado.

Alejandro: Que no tarde más, estamos hambrientos

Alejandro la miró enojado y bajo las escaleras dando pisadas fuertes que sonaban por toda la casa; cuando finalmente estaba fuera de la vista de Sinu, ella suspiró aliviada aún recargada de la puerta, se dio la vuelta y abrió.
Vio a Camila sentada en la cama con las dos manos en la espalda intentando amarar su corsé.

Camila: Hola mamá -dijo Camila divertida- tengo problemas con el corsé

Sinu sonrió ante la torpeza de Camila, tan animada como siempre, camino hacia ella y le ayudó a amararlo.

Sinu: Camila, recuerda que tienes que amararlo antes de ponértelo, y después sólo es cuestión de apretar los hilos -sonrió cálidamente-

Camila: es cierto, siempre lo olvido -dijo riéndose-

Luego de 5 minutos, Sinu y Camila bajaron las escaleras de madera  listas para el desayuno, sus pisadas eran ligeras, nada escandalosas como las pisadas de su padre, el único ruido era el rechinar de la madera vieja con cada pisada.

Sinu y Camila llegaron al comedor, Sinu se sentó justo en frente de Alejandro, y Camila se detuvo mirando a su familia, a todas sus hermanas y hermanos.

La más pequeña Sofía Cabello con 5 años , y la mayor Rebecca Cabello con 21, sus demás hermanos Leandro de 20, Savannah de 16 y Owen de 13.

Camila tomó su asiento junto a Savannah, enfrente de Sofía, ese siempre era su lugar en la mesa.

La familia se tomó de las manos y empezaron a orar al mismo tiempo, una vez que terminaron, tenían permiso de comer.

Alejandro: Hoy te levantaste muy tarde...Camila -comentó Alejandro mientras cortaba su carne usando el cuchillo y tenedor-

Dimensiones Encontradas CAMRENWhere stories live. Discover now