Camino a la felicidad (sonamy)

* Invasión *

En la primera invasión, Eggman planeó enviar muchos robots y de todos los tamaños.

No hubo planificación.

Comenzó en una pequeña aldea que luego fue destruída. Ahora solo hay una granja.

La dirección fue el norte, luego sur. Dominó 5 ciudades sin muchos problemas, algunos zoomorfos se resistían, pero sin resultado.

Tails: En un mes todos deberían estar enterados

En la sexta ciudad, un pequeño grupo de niños interrumpió su invasión. Solo 3 pequeños zoomorfos.

Capturó la ciudad al mes y esto le trajo molestia que incluso él mismo se presentó para enfrentarlos.

Vamos, son niños. Qué sucedería?

En las noches intentaban comunicarse unos a otros, las celdas están muy distanciadas.

En la pelea de él contra los niños en la novena ciudad, realmente fue un dolor de cabeza.

Perdió muchos robots, tantos que no sabría si podría recuperarlos construyendo más, pero aún así ganó esa batalla.

No se sintió victorioso de aquello.

Ya al capturar como 10 ciudades. Se sintió mejor.

Pero la aguja seguía ahí. Los niños no dejaban de molestar.

Se utilizo el alfabeto mediante golpes a causa de que algunos tal vez no sabían el código morse. Un golpe A, Tres golpes C.

Los dejó, no sabría cuánto soportarían esos niños, pero no sería tanto.

Carcajeo mirando las pantallas, cinco cámaras se apagaron en el transcurso de la semana. Eso indicaba que capturó cinco ciudades.

Vivió relajado en su guarida mientras sus robots destruían todo a su paso.

No, no destruían. Eggman no podía hacer eso.

Él quería ser el gobernante.

Así que. Para qué destruir?

Demoraron un mes en saber que día comenzaría el plan y a qué hora.

Las ciudades capturadas tenían un aire pesado y llevaban un letrero en gran con las letras de su nombre.

No esperaría que su nombre sería sinónimo de la derrota en un futuro.

Obtuvo lacayos zoomorfos que lo halagaban y satisfecho les daba poder.

No tanto, no es descuidado. Sabe el peligro que eso conlleva.

Fue genial que lo admirarán dichos zoomorfos, pero al tiempo sintió irritación.

En todo momento le halagaban, hasta por estornudar.

Los lanzó a las celdas.

Contaron cuantos robots los vigilaban y cuantos minutos de diferencia hay cuando aparece la siguiente ronda de vigilancia.

Notó que en la ciudades ya capturadas mostraban pérdidas de robots.

Se alarmó.

Pero ya era tarde.

Se llevó a un grupo de robots cuándo invadieron su guarida, apenas pudo escapar por ese ataque sorpresa.

Tails miraría el cielo en el pequeño hueco que hay en su celda, en el momento exacto golpearía con fuerza el suelo y los otros zoomorfos harían lo mismo. Dando inicio al escape.