I found my hope.

Capítulo 3.-

- L-lo siento - lo solté.

- H-hum - asintió. Y con timidez me rodeó y se acercó al local.

¡Que vergüenza! Dios, no me di cuenta, que tonta soy. Me di la media vuelta con la intención de seguirlo cuando mi pie derecho pierde la fuerza y me desplomo. ¿Qué está pasando?

- ¡¿Mónica?! - corrió a levantarme.

Miré mis pies y me encontré con una sorpresa. Mi pie derecho estaba todo herido, después de todo corrí mucho y con tacones. Recuerdo habérmelo torcido un par de veces pero lo único que estaba en mi cabeza era correr y perderme.

- No... No es nada Hoseok.

- ¿Nada? Mira tu pie, ¿Eso para ti no es nada? - me miró seriamente. Se veía preocupado.

- Yo... Lo siento - sollocé. Las lágrimas... Las lágrimas estaban viniendo a mis ojos, ¿Por qué de pronto quiero llorar?

- Mónica... - me miró con tristeza.

- Lo siento - cayó una lágrima - Lo siento... - y otra - Lo siento... - El nudo que me había estado guardando se ha zafado - ¡Lo siento! ¡LO SIENTO! ... Hoseok lo siento tanto - miles de lágrimas caían por mis mejillas perdiéndose de a poco por mi barbilla, empapándome el cuello.
De pronto sentí una cálida palma sobre mi espalda dando pequeñas y sutiles palmaditas, y la voz de Hoseok diciendo "Está bien, está bien"
Son las lágrimas más cálidas que he tenido. Las únicas que han recibido consuelo. Casi todas las noches lloro, lagrimas que se pierden, lagrimas que nadie ve, sollozos que nadie escucha. Ha pasado tiempo desde que alguien me consolaba.

- Yo... estoy realmente sola - dije temblorosamente, mis ojos enceguecidos por las lágrimas temblaban queriendo escapar todo el dolor que sentían - Mi madre trabaja día y noche, soy su único apoyo... Mi hermano ahora está en una relación en la cual la escogió antes que a mí, solo quedo yo conmigo misma...

- No estás sola.

Mi corazón se aceleró frente a tales palabras.

- ¿Quién está conmigo? - lo miré fijamente. Quizá esperando una respuesta, o una palabra que hiciera que mi corazón volviera a palpitar de alegría.

- Déjame estar contigo a partir de ahora, así alguien solitario como yo podría sentirse menos solo estando contigo...

- Está bien Hoseok - le dije sin titubeos - Acompañemonos en nuestra soledad - le regalé una sonrisa.

¿Cómo era que se llamaba esto? ¿Amistad? Hace mucho tiempo no tenia un amigo.

- ¿Sabes? Te has convertido en el primer amigo que tengo, hace un buen tiempo que no formo un lazo con alguien - sequé mis lágrimas.

- Me alegra escuchar eso - sonrió.

¿Le alegra que no tenga amigos o que sea el primero? Vaya, vaya.

- Tengo requisitos - fruncí el ceño.

- ¿Requisitos para ser tu amigo? - se le escapó una carcajada - ¿Cuáles son esos requisitos?

- Sinceridad, es lo único que pido - respondí cortante.

- Sinceridad... bien, ya está - volvió a sonreír.