Conforme pasaban los días, yo iba empeorando en mi desempleo escolar, problemas en casa y problemas conmigo misma me afectaban, sentía un enorme miedo al solo pensar que me volvería a parar en mi escuela, por más que pensaba de donde venía aquel temor nunca le encontré su origen.
Conforme avanzaba aquel miedo me quedaba en casa o me saltaba las clases, era más fácil para mi huir... Era lo mejor que sabía hacer...La única persona que notaba mi ausencia era Mila...
Me alegrababa tanto que ella aun supiera que existía.
Pero a pesar de ello no podía romper mi miedo...En línea
*Mi niña, por que no has ido?
-me eh estado enfermando y las cosas en casa no mejoran
*Me haces mucha falta, además si sigues faltando reprobaras el semestre
-Lo se
* Tienes que ir, realmente te extraño...
Sabía que necesitaba presentarme a clases, no podía hechar a perder más mi vida así que solo me presentaba a algunas clases "importantes" pero en cuanto entraba quería salir.
Lo único bueno que había en la escuela era... Mila... Sus abrazos y su voz era una buena terapia, mirarla con sus demás amigos, verla sonreír me llenaban de alegría y a la vez de pensamientos negativos, esos pensamientos me destrozaban cada vez...
Quería decirle cuanto la quería,cuanta falta me hacía y quería que su sonrisa fuera simplemente para mi... Aunque eso no pasaría. Ella prefería ignorar mis sentimientos y yo preferí guardarlos...
Lo único bueno de ser amiga de la persona que amaba es que podía estar en sus momentos de felicidad.
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Ella y yo
RandomLeila no sabía que pasaba con sus emociones, ¿es posible que en tan corto tiempo alguien pueda enamorarse? Tal vez la edad no le ayudaba, ella estaba en la edad de "no saber lo que quería" Leila a sus 16 años se enamoró de la persona menos esperad...