Era mi último dia en Estados Unidos. Mi último dia donde crecí. Donde me críe. Donde están mi familia y amigos. Donde está mi vida.
Me mudé a Noruega porque quería un cambio. Algo distinto. A mis papás no les importo así que tuve permiso. Lo más difícil era dejar a mis amigas. Eran las únicas personas en las que podía confiar. Les prometí que las iba a visitar.
No fue difícil venir hasta Noruega. Soy menor de edad, tengo 17 y por eso necesitaba una autorización de mis padres. Firmaron los papeles sin ningún problema. Querían liberarse de mí lo más rápido posible. Armé mis valijas con poca ropa porque iba a empezar de cero y había tiendas. No necesitaba muchas cosas. Dinero, documento, pasaporte, objetos de higiene personal y algunas cosas para recordar. Fui en un taxi hasta el aeropuerto. Mis amigas me despidieron allí con lagrimas en sus ojos. Subí al avión y tuve una sensación extraña. Estaba dejando todo atrás.
Después de tantas horas de vuelo, una de las azafatas me despertó suavemente avisándome que pronto íbamos a aterrizar. Pasé mis manos por mi cara. Tomé un sorbo de mi botella de agua y ajusté mi cinturón de seguridad. Hubo unas turbulencias pero era normal.
Bajé del avión y hacía frio. En el aeropuerto, agarré mis valijas y saqué mi celular para llamar a Ted. Él iba a ser mi compañero de cuarto junto con tres chicas más. Me senté en un asiento de espera libre. Marqué su número.
- ¿Hola? - escuché del otro lado.
- Hola, Ted. Soy Julie. Ya llegué. Estoy en el aeropuerto.
- ¡Julie! Que bueno que ya hayas llegado. Espérame allí, en un rato voy. - me respondió con entusiasmo.
- Bueno, aquí estaré. Adiós.
Corté la llamada. Mientras esperaba a Ted, le mande mensajes a mis amigas de casa avisando que llegué bien. Agarré mis cosas y me dirigí a la entrada del aeropuerto. Por suerte llegó rápido.
- ¡Julie! - Sentí un grito desde lejos. Era Ted. Corrió a abrazarme. Nos teníamos confianza porque éramos amigos a distancia y fue él quien me ofreció quedarme en su casa.
- ¡Hola rubio! - reí.
- Que bueno que ya estés aquí. Las chicas están emocionadas por conocerte.
Le lancé una sonrisa y subimos al auto. Las valijas las metimos en los asientos de atrás así era más fácil de sacarlas. Durante en el camino al departamento me contó como eran las cosas en Noruega. Cómo se trataba la gente, los lugares que tenía que visitar, las comidas que tenía que probar, etc.
Llegamos a destino y me ayudó con el equipaje. Subimos las escaleras. Por suerte era en el primer piso. Ted abrió la puerta y me encontré con globos y un cartel que decía "Bienvenida a Noruega Julie" . Tres chicas se abalanzaron sobre mí para darme un cálido abrazo. Les correspondí.
- Hola soy Julie. - dije tímidamente.
- Hola Julie, yo soy Gigi, ella es Danielle, y Maggie. - dijo con alegría.
Gigi era rubia de ojos verdes. Flaca, alta, sonrisa grande y alegre. Danielle tenía el pelo castaño claro, casi rubio. Ojos también verdes. Flaca, un poco mas baja que Gigi. Se la notaba un poco cansada pero estaba contenta. Maggie era pelirroja, con ojos celestes y pecas. No era tan flaca como las otras chicas pero se mantenía. De las tres chicas, ella era la más divertida.
Me mostraron el departamento y me explicaron algunas cosas, por ejemplo como usar la cocina o cual era la canilla de agua caliente y cual fría. Por último me mostraron mi habitación. Era del tamaño perfecto. No muy grande ni muy chica. Se fueron de la habitación para que me pueda acomodar. Desempaqué todas mis cosas y las acomodé.
Me tendí en la cama. Era muy cómoda. Un par de minutos después escuché que tocaron la puerta.
- Está abierto. - dije
Vi a Ted, o por lo menos su cabeza, asomarse para chequear que todo fuese bien. Se quedó con la boca abierta al ver cómo había acomodado todo. A mi habitación le pegué unos posters y colgué unos cuadros. Quedo más linda de lo que era cuando había llegado.
- Me gusta. Está divina. - dijo llevándose las manos hacia el pecho.
- Gracias. - le respondí.
- Las chicas y yo nos preguntábamos si tenías hambre. Seguro pasó mucho tiempo desde que almorzaste y ya casi son las nueve de la noche. Queríamos ordenar un par de pizzas. Algo tranquilo porque tenes que descansar para mañana.- dijo Ted. Diablos, había olvidado que sería mi primer día de clases en mi nueva escuela.
- Para ser honesta, sí. Tengo hambre y la pizza me gusta.- le dije.
- Bien ahora le avisaré a Gigi que llame al delivery. - Salió de la habitación cerrando la puerta. A los pocos minutos volvió a entrar para avisarme que la comida había llegado.
Fui al baño a lavarme las manos. Luego me dirigí hacia donde estaban todos. Había tres cajas de pizza, lo cual era suficiente. Nos sentamos a la mesa y comenzamos a comer. Me dieron consejos sobre la escuela. Cómo eran los profesores, a quienes tenía que evitar para no tener problemas, el horario de las clases, etc. Terminamos de comer y Maggie, Ted y Danielle se quedaron mirando tele. En cambio Gigi y yo nos fuimos a dormir.
Entré a mi habitación y me cambié a mi pijama. Me acosté en la cama. Revisé mi celular y luego me dormí. Mañana iba a ser un largo día.
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babygirl | chris schistad
FanfictionNo es posible. Me enamoré de un maldito fuckboy. ¿Como mierda sucedió? Esto no me puede estar pasando. Tengo que contar desde el principio y reordenar mis ideas.