Relinchos

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Y lo que veo, me deja sin aliento.

Cuatro cuadras dentro de un cobertizo de madera y piedra se encuentran delante mío, a su derecha, hay una pequeña casa y al lado de todo, un gran campo de pastura que envuelve toda la propiedad practicamente.

Las puertas de la casa se abren, y sale Tyler cargado de paja fresca. Me dirijo hacía él sin saber dónde va.

-Tyler.-le digo palmando su espalda. -¿Necesitas ayuda con... esto?

-Oh, hola Tara, no te había oído venir, antes eras una ruido, oh- se calla al ver mis labios temblando, conteniendo las lágrimas.

-Mierda, lo siento, no quería comentar nada de eso, lo siento de verdad perdóname. Tara yo...

-Estoy bien- miento- No pasa nada, no te preocupes.

-Aha... Ven, te enseño todo, ahora estaba a punto de limpiar la cuadra de Zimber, mi yegua.

Le sigo en silencio. No parece muy convencido de verdad pero al menos ha dejado el tema, si seguía así, acabaría llorando. Y yo no quería, no delante de él.

Nos dirigimos a las cuadras, y deja la paja en la entrada, saca unas llaves de su bolsillo y las introduce en la puerta.

Me adelanto y la abro, empujo las dos grandes puertas y me dirijo con paso firme hacia el interior. Me paro en el centro. Una débil luz se filtra por una pequeña ventana que hay arriba en el techo, dejándolo todo con un ambiente misterioso y cariñoso, unos relinchos me sacan de mi trance, parpadeo varias veces y me fijo en la cabeza de tres caballos, que me miran curiosos o divertidos, me doy la vuelta.

-Esto es maravilloso, es... ¡Es genial!- Exclamo.

Las luces se encienden y hacen que todo se vuelva aún más mágico.

-Vamos Tara, hay mucho que hacer, luego podrás admirar todo.

-Vale pero esto es, es... Wow. ¿Qué hacemos?

Tyler ríe, su risa es contagiosa y me empiezo a reír yo también, me estoy riendo tan a gusto que no noto cómo las lágrimas caen de mi, cómo unos brazos me levantan del suelo y me hacen dar unas vueltas al rededor de su cuerpo.

Acabamos cayendo los dos en el monton de paja fresca y paramos de reír, para sonreír y mirarnos.

-Deberías aver visto tu cara Tara, ha sido genial. Ponías una cara...-ríe- A sido gracioso.

Dice con con una sonrisa tan sincera y agradable.

-Cállate- consigo decir entre risas.

Nos levantámos torpemente del montón de paja y nos quedamos en silencio unos minutos.

-Vamos Tara, toca trabajar.

...

-Pásame la cabezada.

-¿La qué?

-La cabezada, es como unas cintas que sujetan la cabeza del caballo, junto con un ramal, la cuerda para cogerlos y poderlos amarrar sin que se escapen. Están detrás tuyo, coge la negra.

-Oh si, claro, voy.

Estábamos preparando todo para limpiar la cuadra de la yegua de Tyler, Zimber. Pero primero teníamos que atar afuera a la yegua para así dejar libre el espacio.

Me volteo y me fijo en lo que Tyler me ha descrito antes, hay cuatro colgadores con una cabezada cada uno, voy hacía la negra y la cojo. Esta, es toda negra con borregito en la parte interior. Giro y alcanzo a Tyler, quien me mira divertido.

-¿Qué ocurre?- Pregunto.

Niega con la cabeza.-Nada. ¿Empezamos?

Asiento y le paso la cabezada.

Abre la puerta del recinto y me pide que entre yo también.

Allí dentro nos recibe un alegre relincho. Delante mío se encuentra una preciosa yegua blanca, bastante alta, y mirada atente. Se nos acerca y doy un paso hacia atrás.

-Tanquila Tara, ya os conocéis, no tienes porqué tener miedo. Es una buena yegua, te debe unas cuantas,-ríe- no te preocupes, es muy cariñosa.

-Está bien- Digo, adelantando otra vez.

Me acerco a ella y me paro delante suyo. Zimber me empuja con su hocico, me asusto y tiro hacia atrás.

-Tranquila, sólo te está pidiendo que la acaricies. Mira.

Ty me coge la mano y me acerca a la frente de la yegua. Esta empuja mi mano, haciendo que me sobresalte. Respiro hondo, y toco suavemente su cabeza, al hacerlo, ella cierra los ojos, empiezo a moverla masajeando el pelaje. Tyler me deja la mano y se cruza de brazos.

-¿Lo ves? No tienes porque temerle, no te hará nada. Los caballos notan tu miedo, tu alegria, notan todo lo que te pasa y reaccionan dependiendo de tu estado. Es por eso que siempre tienes que mostrarte serena, y no intentes ocultar núnca tu sentimiento, el caballo será el primero en descubrir que te ocurre.

Esto es genial, no recordaba que fuera una sensación tan maravillosa.

-Gracias- Consigo decir.- Gracias por todo esto Ty.

Me mira incrédulo.

-Espera, ¿cómo acabas de llamarme?

-Pues... Ty, ¿Por qué?

- Así... Así es cómo me llamabas antes de que pasara todo esto, potrilla.

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Y bieeen, un capítulo más. ¿Qué creéis qué ocurrirá? ¿Tara esta recuperando su memoria perdida?

Comentad lo que os parezca, si os gusta o no, y cómo os gustaría que siguiera la historia. También votad si os está gustando, a mi me haceis muy feliz.

Perdonadme si me cuesta actualizar, pero eh estado pasando por algunos malos momentos y creedme, ayudando a bastantes amigos. Por otro lado, el instituto, ¿Por qué tienen la necesidad de poner deberes y exámenes? Quien lo entienda que me lo cuente. Actualizare cuando pueda, lo siento.

Otra cosa que os quiero comentar; no se si os habreis fijado que la historia tiene una nueva portada, que es realmente mucho mejor que la que tenía antes.

La ha echo una chica que es realmente encantadora, os recomiendo que os paséis por su perfil, Y0UARE. Gracias!

Muchiissimas gracias si has leído hasta aquí.

Os quiero potrillos míos!

Y toqué el cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora