N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Creo que puedo decir que esta historia está a punto de acabar... No sé cuántos capítulos quedan, pero no son muchos... Espero que os guste lo que viene...
CAPÍTULO 28: ENCONTRAR SU CAMINO
Blaine y Sebastian comenzaron a pasar mucho tiempo juntos. Hacían excursiones con los niños y, a veces eran acompañados por Cooper y Simon. El joven se presentó a los exámenes que le faltaban y aprobó con buena nota, por lo que pronto se encontró con su graduado escolar.
Todos estaban preocupados porque la autoestima de Anderson no aumentaba, aunque sí era cierto que sabían que los deseos de suicidarse habían desaparecido. Habían estado vigilando su cuaderno, ese dónde debía apuntar todos esos deseos positivos que tenía. Todavía seguía habiendo una sola frase y no tenía nada que ver con él, aunque sí con sus hijos.
Tal vez por eso Sebastian estaba caminando nervioso por el salón. Tanto Cooper como él querían lo mejor para Blaine, por lo que estaban pensando en su futuro... Un futuro en el que tenían que encontrarle una profesión que le gustara y que le hiciera feliz. Sabían que siempre había querido dedicarse al mundo del espectáculo y ellos querían ayudar.
Sin embargo, esa no era una profesión fácil y tener al joven encerrado en una sala con un profesor que había llevado a Broadway a muchas estrellas. Lo querían contratar para que hiciera lo mismo con Blaine, ya que intentar que entrara a la Universidad era complicado. El problema era que no aceptaba cualquier alumno y Sebastian no estaba seguro de que Anderson estuviera en condiciones para recibir un rechazo.
La puerta donde estaban Blaine y Mr Smith se abrió y de ella salieron los dos sonrientes.
–Ha sido un placer, señor Anderson. Debo insistir en que es notable que ha pasado un tiempo dese que practicó adecuadamente su canto, pero es indudable que tiene mucho talento. Con mi ayuda y su esfuerzo, seremos capaces de llevarlo muy lejos. Practique lo que le indicado, nos vemos el viernes. –El hombre se despidió, dejando a todos allí.
–¿Y bien? –Cooper quiso saber muy nervioso.
–Dice que tengo todo para triunfar en Broadway, pero que necesito trabajar mucho para conseguirlo. Quiere que comencemos tres veces por semana y espera que en unos meses pueda comenzar a hacer audiciones. Tengo que ensayar una canción para el viernes y me ayudará a perfeccionarla. –El joven explicó con una sonrisa tan grande que todos estaban positivamente sorprendidos.
–Así que mi hermanito va a ser estrella de Broadway. –El mayor lo abrazó muy orgulloso.
–Todavía no, tengo que aprender y ensayar mucho todavía. –Blaine susurró algo avergonzado.
–Sé que lo vas a conseguir. –Cooper dijo confiado.
–Tenemos que celebrarlo. –Simon propuso.
–¿Vamos a cenar a algún sitio? –Sebastian sugirió.
–Podemos ir a buscar a los niños y...
–No, Blaine. Entiendo que eres padre y que quieres pasar tiempo con los niños, pero también necesitas tiempo para ti. Vamos a salir los cuatro, vamos a tener conversaciones de adultos y vamos a disfrutar. –Su hermano lo interrumpió, la vida del joven debía ser más que sus hijos, tenía que aprender a amar su vida y disfrutarla.
–Está bien... Antes de irnos, tengo que hacer una cosa.
El más joven fue hasta el cajón donde guardaba su cuaderno y lo sacó, junto a un bolígrafo. Los otros tres miraban atentos, con enormes sonrisas en sus labios, orgullosos y esperanzados. No sabían exactamente qué estaba escribiendo, aunque sospechaban que tenía que ver con lo que había pasado.
Blaine escribió "tengo talento para la música" bajo la frase que ya estaba escrita, sintiéndose bien consigo mismo por primera vez en años. Levantó la mirada y vio a su familia, a las personas que, junto a sus hijos, más quería en el mundo. Verlos tan felices hizo que se sintiera mejor y, antes de que se diera cuenta, se vio a sí mismo escribiendo una tercera frase, "estoy rodeado de amor". Después de eso, fueron a un restaurante elegante para disfrutar que su futuro parecía mejor que lo que nunca lo había imaginado.
Sebastian acompañaba a Blaine a casa después de una de sus excursiones de fin de semana. Ese fin de semana habían ido con Marley y Sophie y, como los niños se habían dormido, se quedaban en casa de los abuelos. Por eso iban los dos solos en el coche, algo que no era habitual para ellos. Llegaron frente a la casa en la que el más joven vivía con su hermano y el mayor paró el coche.
–Te veo feliz... ¿Cómo van las sesiones con la doctora Wilde? –El castaño quiso saber.
–Voy bastante bien, me ha dicho que si sigo así me va a cambiar la medicación, cree que puedo probar algo menos fuerte. –El joven informó.
–¡Me alegro muchísimo! ¿Por qué no me lo habías dicho? –El ojiverde sabía que su amado estaba mejor, lo notaba en que cada vez sonreía más y que sus ojos volvían a tener brillo. Y el cambio no sólo era en su rostro. Había engordado un poco y se veía más saludable, aunque aún no había alcanzado su peso ideal.
–No pensé que te interesara... Todavía no sabemos si estoy mejor... –El cantante se encogió de hombros.
–Blaine, siempre me interesa saber cómo estás... ¿Has hablado con la doctora Wilde sobre la posibilidad de que tú y yo comencemos una relación? –Smythe quería saber la opinión de la profesional, ella mejor que nadie podría saber lo que le convenía a su ex.
–Me ha dicho que me deje guiar por lo que siento y lo que me apetece. Ella cree que estoy preparado si se da el caso. –Anderson sonrió hacia el otro.
–¿Y quieres que volvamos? –Sebastian preguntó en un susurro.
–Por supuesto que quiero, espero recuperarme cuanto antes para que podamos estar bien... –Blaine sonrió y se sorprendió cuando el otro se acercó para darle un beso muy dulce en los labios.
Al principio, el moreno no respondió el beso por lo inesperado, pero pronto comenzó a moverse con él, de manera que el beso se intensificó y los dos dejaron escapar gemidos por la pasión. Estaban felices porque sabían que, una vez volvieran a estar juntos, iban a esforzarse para que nada volviera a separarlos.
El beso terminó, dejándolos sin aliento, y se miraron a los ojos. Los dos sonreían y se notaba que habían esperado demasiado para encontrarse en esa situación.
–Tenemos que tener una cita pronto. –El castaño propuso.
–Cuando quieras, me encantará que pasemos tiempo juntos. –Los ojos color avellana brillaban de felicidad y el otro sintió como unas mariposas volaban en su estómago. Era todo lo que quería ver, todo lo que necesitaba para ser feliz él también.
Volvieron a besarse, olvidándose que estaban frente a la puerta de la casa de Cooper y Simon, que los niños se habían quedado en casa de los abuelos, de que era tarde y que al día siguiente Smythe trabajaba. Todo eso no importaba cuando la pareja estaba volviendo a ser feliz y pasar tiempo juntos para recuperar una relación que beneficiaría a ambos y que facilitaría la vida de sus hijos.
–Mañana nos vemos cuando vuelva a casa, ¿no? –Sebastian quiso saber.
–No querría estar en otro lugar del mundo... –Blaine confesó y le dio un rápido pico en los labios antes de salir del coche y despedirse. Definitivamente, había sido un gran día para él.
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Amantes (Seblaine - boyxboy)
Fanfic¿Qué harías si estás solo, desesperado porque te amen y la única manera de conseguir que tus padres estén a tu lado es hacer algo que jamás te habrías imaginado? ADVERTENCIAS ANTES DEL PRIMER CAPÍTULO