Mi plan era sencillo: llegar con la mercancía a la estación de Whitechapel, subirnos a un tren en el que habíamos reservado un vagón y llegar a Dover, donde un barco nos llevaría a Calais, Francia. Desde allí iríamos París, donde nos esperaban los hombres de Franco. Ojalá hubiera sido tan sencillo.
(Casa de los Kray, Ronnie está haciéndose la maleta)
Reggie: (Desesperado. Mientras habla, con gestos hace que su hermano se siente en la cama junto a él) Déjame acompañarte aunque sea a Dover, los dos sabemos que si ese tal Putin es lo que dijeron los supervivientes de Varsovia no parará hasta acabar con los dos, no sólo contigo. Ronnie, no puedes hacer esto sólo.
Ronnie: Te lo recordaré otra vez. Londres no se defenderá sin nosotros, alguien debe quedarse, y ese debes ser tú. Tú tienes aquí a Frances, a la que no creo que le haga mucha gracia que te vayas de viaje por Europa; en cambio, yo hago esto por Rick, por el que...
Reggie: ¡¿Por el que qué?! ¡¿Eh?! Era un soldado, uno bueno, uno al que queríamos todos. Tú más, es cierto, pero no puedes cambiar el pasado, nadie puede hacer eso. Si dejas que tu odio hacia el responsable te ciegue...
Ronnie: ¡¿Responsable?! ¡¡¡RESPONSABLES!!! ¡¿No te das cuenta de lo que está pasando, verdad?! Esto va mucho más allá de asaltar el refugio de una banda, mucho más allá de una emboscada hacia mí, de un intento de hacer que España sea invadida por la OTAN, la CEE o a saber quién. Esto es el legado de la lucha de los Frye y Starrick, y créeme que tú eres el listo que debe cuidar la ciudad mientras yo limito el poder de... (su expresión pasa de estar llena de ira y rabia y pasa a estar controlada por los nervios, la duda)... él.
Reggie: Vamos Ronnie, no es para ponerse así, cuando acabe todo esto ya nos encargaremos de arreglar lo que quede de tu corazón, cuando volvamos de París...
(En ese momento entra la Srta. Kray, ligeramente asustada)
Sra. Kray: ¡Reggie! ¡Ronnie! Ha llegado vuestro chófer, creo que tiene prisa. Y... ¿Ronnie... has pedido tú que haya tanta gente? ¿Estás seguro de que estás bien? ¿Quieres una de tus galletas para relajarte?
Reggie: (Levantándose y yéndose de la habitación) Está bien, está bien. Pero por mamá, no hagas ninguna estupidez, es una entrega más, un negocio. (Conteniendo una lágrima) No hagas que se convierta en algo personal.
Ronnie: (Se levanta también, aunque se va casi corriendo hacia la calle) Gracias, cuida de mamá y de todo. Y... por cierto, esto se convirtió en algo personal con el primer disparo, y no dejará de serlo hasta el último.
(En el coche, de camino a la estación, jazz de fondo)
Mafioso: (Visiblemente alterado, sabe lo que está pasando) Señor Kray... ¿Está seguro de que este es un buen plan?
Ronnie: (Puro en mano) Para nada, precisamente por eso es un plan perfecto. Nadie suficientemente importante de nuestros rivales cree que vayamos a prescindir del avión para algo así.
Mafioso: (Sorprendido y alegrándose) Ni me lo había planteado, señor
Ronnie: Ya sé que no te lo habías planteado, ¿por qué crees que yo soy el que manda? (Mafioso hace ademán de responder) Antes de que intentes responder alguna estupidez de las tuyas: (su mirada asesina apunta directamente a sus ojos) Porque soy más listo, más fuerte y tengo más experiencia que tú en esto.
Mafioso: Claro... lo siento señor.
Ronnie: ¿Y bien?
Mafioso: ¿Sí?
Ronnie: ¿Cuál es el plan?
Mafioso: Pues... bajar de los coches, intentar que ni nos maten ni deterioren la mercancía y... entrar en el tren de las 11 en el andén 9... o diez, de Whitechapel.
Ronnie: ¿Llamaremos la atención?
Mafioso: La pregunta es cuanta gente no saldrá corriendo al verle, señor Kray.
Ronnie: Es cierto... ¿Crees que avisarán a los contactos de Putin?
Mafioso: El miedo es un poderoso aliado, recuerde además que algunos de los hombres se quedarán en la estación. Si de verdad nadie nos está esperando cuando lleguemos... no debería pasar nada, al menos, hasta Dover.
(Mientras Mafioso termina de hablar, el convoy pasa por delante de un grupo de hombres que les miran fijamente)
Ronnie: ¡Para el coche!
Conductor: Pero... señor...
Ronnie: ¡Que lo pares he dicho!
Conductor: Lo que usted diga...
(Ronnie baja del coche, seguido por Mafioso y un par de sus hombres, todos Thompson en mano. En mitad de la calle, empieza a gritar al grupo)
Ronnie: ¡Eh! ¡Vosotros!
Spetsnaz: (Con marcado acento ruso) ¿Pasa algo, señor?
Ronnie: ¡¿Por qué me miráis así?!
Spetsnaz: Y... ¿Cómo es "así"?
Ronnie: Como si trabajarais para... él,
(Ambos grupos sacan sus armas de los abrigos, sólo Ronnie se mantiene desarmado)
Spetsnaz: ¿A qué espera, señor Kray?
Ronnie: (Tras darle una calada a su puro) A que hayas muerto, disparad.
(La armas rugen detrás de Ronnie, sin que los soldados soviéticos puedan si quiera comprender del todo la situación. Ronnie se acerca a paso firme a Spetsnaz)
Ronnie: ¿Últimas palabras?
Spetsnaz: Todo... por... el bien... (susurra una última palabra)
Ronnie: ¿El qué?
Spetsnaz: El bien mayor.
(Se oyen coches llegar a toda velocidad)
Policías: ¡Alto! ¡Alto! ¡Policía, alto!
Ronnie: ¡Entrad en los coches, ahora!
Mafioso: Pero... señor...
Ronnie: (Mientras corre hacia el coche) ¡Que entréis!
Mafioso: Vale... voy...
(En el coche)
Mafioso: Se suponía que no haríamos ruido, ahora seremos la portada de los periódicos de media Europa.
Ronnie: ¿Y?
Mafioso: Que adonde vayamos nos estarán esperando
Ronnie: Más interesante entonces.
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Unos minutos después llegamos a la estación de Whitechapel. Según las leyendas, esa fue la estación a la que los gemelos Frye llegaron en su momento, hacía un siglo aquellos días, para liberarlo. Ahora yo me iba para algo más, algo mucho más grande que una ciudad. Me iba para vengar a la única persona a la que he sabido amar, me iba a luchar por aquello en lo que creía, que no eran ideales o estupideces por el estilo, de esas de las que se habla en los Parlamentos. Me iba para enfrentarme a alguien que no merecía vivir. Me iba para cumplir con aquello a lo que me obligaba mi sentido del deber, tan olvidado hoy.
Me iba, en definitiva, a hacer algo de lo que estar orgulloso cuando volviera.
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La última entrega
General FictionEste es el guión de una película con el mismo nombre. Por supuesto, todo lo que hay aquí es pura ficción, así que no esperéis historia o una prosa envidiable, sólo palabras ligeras y alguna ocurrencia del autor. De todos modos, disfrutad.