Mala suerte

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Al salir del cine íbamos de la mano. Me sentía completa, estaba realmente feliz. Pero en el camino al restaurante ninguno de los 2 habló. Y no tarde en cuestionarme de todo. Y si él tuvo novia recientemente? Y si no era lo suficiente para el? Por qué me eligió a mí?
Llegamos al restaurante. Al parecer hubo un problema con la reserva y por más que estuvimos ahí esperando más de 30 minutos a que se libere alguna mesa nos fuimos.
-Y ahora? Qué hacemos? Discúlpame- Me dijo. Se veía tan tierno. Pobrecito
-Este.... podríamos ir a tu casa. No dijiste que quedaba cerca de acá?
-Buena idea, lo había pensado pero no sabía que tan de acuerdo ibas a estar.
-Me parece genial, al menos puedo conocerte un poco más. Te gusta la pizza?
-Por supuesto, a quién no le gusta?
-El tomate combina con tu pelo- le dije. El rio
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Ezequiel

De alguna forma me vi volviendo agarrado de la mano con una chica de la cual no conozco mucho más que su nombre, pero de alguna forma me encantaba, me hacía acordar demasiado a ella. Eran idénticas. Muchos buenos y malos recuerdos vinieron a mi mente, recordé esos tiempos en los que planeaba suicidarme, en los que estaba afligido en todo momento. Tiempos en los que no paraba de llorar, de fumar, de beber, de acostarme con muchas mujeres simplemente para olvidarla. Me sentí terrible por un momento, pero su voz me hizo aterrizar.
-Falta mucho?- Mierda, me quede pensando y deje de prestar atención. Nos habíamos pasado.
-Perdón, me descuidé. Tuvimos que haber doblado en la anterior.
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Mia

No sé qué le pasa, por momentos es como si el no estuviera presente, lo veo a los ojos y no me dicen nada, su mirada es vacía.
De pronto me doy cuenta que llevábamos más de 30 minutos caminando derecho. Le pregunté si faltaba mucho y respondió que nos habíamos pasado. Caminamos una cuadra hacia atrás y doblamos a la izquierda.
Más o menos a mitad de cuadra frenó de golpe y dijo que habíamos llegado. Su casa era realmente enorme. Cuando entramos estaba deslumbrada, nunca vi tanto lujo en mi vida. Intenté no demostrarlo demasiado para que no crea que estoy con el por el dinero.
-Quieres algo de beber?
-Con un agua está bien- Intente sonar lo más amable posible
-Ordeno una pizza?- Dijo en un tono amistoso y con una sonrisa impregnada
-Si por favor. Muero de hambre- Dije y el rió- Te puedo hacer una pregunta?
-Si, cómo no?
-Veras.... hay muchas chicas bonitas ahí fuera y prestas atención a esta gordita fe- Él me había interrumpido
-Nunca digas eso, sos hermosa- Mi corazón empezó a palpitar muy fuerte, mis mejillas ardían. Seguro era un tomate
-Gracias, pero de todas formas contesta mi pregunta.
-La razón por la cual me fijo en vos es porque so- Sonó el timbre, el cual corto su oración en el momento más importante. El salió a recibir la pizza y yo me quedé sentada en el lujoso sillón.
-Ya está todo listo, solo falta poner vasos y la cena ya está lista
-Genial, yo los traigo- Dije. Acto seguido lo veo sacando de una caba un vino carísimo y muy delicioso.
-No cualquiera sabe degustar un vino tan sofisticado y caro- Dijo en un tono desconfiado. - quiero que esta cena sea perfecta, quiero estar contigo.- Y sirvió el ya nombrado en mi copa.
La noche fue espléndida. Nos reímos, cantamos, hablamos y sobre todo nos conocimos. Pero en mitad de la noche él se puso blanco, se agarraba la cabeza, parecía que estaba sufriendo demasiado. Se fue corriendo al baño y salió al rato. Estaba blanco. Me pidió que me vaya, que no se sentía bien y en seguida cumplí con su petición. Tardé unos 15 minutos en volver a casa, me corroía la cabeza el pensar en que era lo que le pasó. Realmente me sentía mal por él. Cuando de repente mi celular suena. Era el!
-Hola Eze, como estas? Te sentís mejor?
-Hola Mia, si estoy mejor, gracias. Llamaba para avisarte que hoy voy a faltar al trabajo y a la universidad por lo tanto no me vas a encontrar en el tren esta tarde.
-De acuerdo- Le dije- Cualquier cosa, si necesitas algo simplemente avísame- Le dije y el agradeció y acto seguido nos despedimos.
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Ezequiel

Todo iba genial. La pizza estaba deliciosa, la conocí un poquito más, me contó de su vida, su trabajo, sus estudios. Era una joven inteligente con un gran futuro por delante. Estudia una ingeniería en alimentos, al parecer era una buena carrera, me ponía feliz que la espere un buen futuro.
Y de pronto ocurrió, ahí estaba ese dolor de cabeza tan fuerte que me agarra de vez en cuando, me estaba matando, mis manos se agarraban de mi cabeza con fuerza, me dolía demasiado, me fui al baño y me tome una pastilla para las migrañas que había olvidado mi mejor amigo hace tiempo, el dolor cedió al instante, pero me sentía demasiado mal y aunque me haya dolido le tuve que pedir a Mia que se vaya, le dije que no me sentía bien. Esperé a que se vaya y llamé a una ambulancia, me sentía terrible. Esta no tardó en llegar, al abrirle la puerta al médico me desmayé. A partir de ahí no recuerdo nada, solo recuerdo haberme despertado en un hospital y sin entender nada. Miré a mí alrededor y veo a un médico que se acerca.
-Buenos días- Dijo con una mirada penosa, no sabía que pensar ya
-Seguro que son buenos? - Le pregunté en un tono desconfiado
-Mire señor, seré breve para no molestarlo psicológicamente. Tiene algún pariente vivo? Algún amigo.... alguien quien se pueda quedar a cuidarlo por la noche?
-No, mi único pariente vivo es mi hermano y se fue a vivir lejos por trabajo. En lo que concierne a amigos mi mejor y único amigo está de viaje, por lo que no queda nadie para cuidarme. -Dije en un tono algo depresivo - Qué tengo doctor? Tengo alguna enfermedad importante? Porque las migrañas son cada vez más frecuentes y fuertes, la última termine desmayado y aquí estamos.
-Aún no sabemos que puede llegar a ser lo que cause esos síntomas. Usted menciono que su único pariente vivo es su hermano. De que fallecieron sus padres?
-Mi madre de cáncer y mi padre en un choque. -dije seco un poco afligido. Malos recuerdos volvían a mi mente. Tenía ganas de llorar. Me sentía terrible. Ya no quería hablar más con nadie, quería llorar
-En que parte tenía cáncer?
-Tenía cáncer terminal en la base del cráneo. Al igual que mi difunto abuelo
-Ezequiel Hobbes no? -Pregunto sin sentido
-Si señor- Estaba muy nervioso y asustado, una vez que quería empezar de nuevo me enfermo, y ahora que lo pienso es posible que tenga el mismo cáncer que mato a mi madre.
-Esta mi teléfono por aquí?- Pregunte en un tono amable. Necesitaba saber si Mia había llegado bien a su casa
-No lo tenía consigo señor, pero le puedo prestar el mío si es que lo necesita- Y me dio el teléfono
-Muchas gracias, usted es un buen hombre- Y tomé el celular de su mano. Llamé a Mia, al parecer ella estaba preocupada por mí, no le quería contar que estaba en el hospital, no quiero que venga y me vea en este estado deplorable. Simplemente le dije que me sentía mal y que no me iba a ver en el tren.
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Gracias por leer
En serio lo agradezco, por favor voten y comenten.

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2017 ⏰

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