Just to be close to you

Close to you

Disclaimer: Las parejas oficiales nunca debieron ser, así que nosotros atentamos contra lo establecido en los últimos dos libros, porque un amor como este vivirá en el corazón de todos nosotros hoy, mañana y siempre. Los personajes le pertenecen a J.K. Rowling. Esta historia pertenece al "4° Reto HhT 2013 Con sabor a limón".  

*º*º*º

Harry Potter, Jefe del Departamento de Aurores, se encontraba en una misión especial que él había decidido tomar y no relegar a algún otro miembro de su equipo, ya que se trataba de la seguridad de la Ministra y no de cualquiera, sino de una que él quería demasiado.

Kingsley Shacklebolt, había dejado el cargo después de un exitoso periodo de 9 años. La noticia de su sucesora había sacudido al mundo mágico. Más de un mago se había opuesto, pero nada habían podido hacer por las vías legales, así que evidentemente habían recurrido a otras formas, logrando que la nueva Ministra de Magia fuera objetivo de atentados a dónde fuera y estuviera. De ahí a que Potter se encargara personalmente de la seguridad de Hermione Granger.

Efectivamente, su mejor amiga había logrado llegar hasta el puesto máximo en la comunidad después de una corta pero grandiosa carrera en el Ministerio, inicialmente al interior del *Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas, más tarde en el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, donde fungió como una voz progresista que aseguró la erradicación de las leyes opresivas pro-sangre puras.

Todos los que la querían y admiraban estaban orgullosos de ella. Sin duda una bruja con sus capacidades lograría mejorar la calidad de vida de los magos y las criaturas mágicas con los proyectos que deseaba llevar a cabo.

—Estos decretos permitirán a largo plazo...

Hermione no pudo terminar su discurso. Un rayo rojo pasó al lado de su cabeza, proveniente de alguien que se encontraba a su espalda. El hechizo impactó a un mago al final del grupo de personas que se habían reunido para escuchar su anuncio en el atrio del Ministerio.

Rápidamente Harry la resguardó, colocándose instintivamente delante de ella, cubriéndola con su cuerpo, mientras sus ojos detrás de sus gafas pasaban por el perímetro, alertas, vislumbrando cualquier peligro. En cuestión de segundos, un escuadrón de aurores se llevó al hombre, mientras la multitud explotaba en exclamaciones de todo tipo.

—La reunión se suspende hasta nuevo aviso, vuelvan a sus trabajos —anunció la mano derecha de Hermione, Susan Bones—. Buen día.

Un traductor se encargó de repartir el mensaje en distintos idiomas, por las criaturas que se encontraban también ahí para tratar asuntos de interés común.

—¡No, esperen! No fue nada, puedo seguir con mi discurso, aún hay varias cosas que quiero tratar con la comunidad de trabajadores del Ministerio. —Se apresuró a decir, pero fue en vano—. ¡Esto no es posible! ¡Debieron obedecerme! —refunfuñó Hermione, con los brazos en forma de jarra sobre su cintura, saliendo de detrás de Harry.

Una fila de aurores se colocó frente a ella, mientras la multitud se disolvía, algunos yendo a sus Departamentos y otros desapareciendo por las chimeneas.

—Sólo seguimos el protocolo en caso de un ataque a su persona —replicó Susan, hundiendo un poco sus hombros, escondiendo parte de su rostro con las carpetas que tenía en sus brazos y con las que parecía querer resguardarse del enojo de su jefa.

—¡Merlín, esto no puede seguir así!

—Vamos, te acompañare a tu oficina —dijo Harry, con una sonrisa conciliadora que al parecer logró aplacar un poco su molestia.