"¿y tú eres?

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9 años después.

-¡Claire! tenemos que irnos.- Bastian se empezaba a desesperar, llevaba media hora esperándola ya que ella no se decidía que arma tomar.

-No me apresures.- bajó la escalera enojada, traía un arco de color oro con puntas rojas. -para tener 21 estás demasiado amargado.-

-como sea- se cruzó de brazos y alzó una ceja- ¿ya estás lista?-

- sí- la pelinegra asintió- ahora si dime ¿qué es lo que tenemos que hacer y adónde vamos?-

-según esto, hay lobos rondando por una de las casas de los lideres, solo tenemos que verificar que los escudos sigan funcionando.-

-y que ellos no pueden hacer eso, digo por algo son líderes.-

Movió la cabeza a los lados. - ¿acaso no me pusiste atención? - frunció el ceño- sabes que, mejor no contestes - suspiró y puso las manos en sus caderas. - no lo han podido contactar, así que tenemos que ir nosotros.

- y síno está en casa, ¿por qué tanto alboroto entonces? -

- Claire, ¿es en serio? - respiró profundo, amaba a su hermana con toda el alma, pero habían veces en las que quería ahorcarla - Es el líder Levi, su esposa eh hijos están en la casa, recuerda que se casó con una...

-aaaaaa!!! Es el que se casó con una humana.- dijo Claire interrumpiendo a su hermano.

-exacto, ahora ya sabes a qué me refiero.-

-ssssss.....no.- sonrió inocente.

¿Dónde rayos tienes la cabeza?- sobó su sien -te explico, tenemos que checar si los escudos están puestos porque como sabes los humanos no pueden saber de nuestra existencia y si su familia ve a un lobo tendríamos que explicarle muchas cosas, entonces después tendríamos que borrarles la memoria y los líderes nos matarían a nosotros por no hacer nuestro trabajo y no guardar el secreto, ¿ahora si entiendes?-

Hubo un silencio.

-y que estamos esperando, ¡andando!- cerró la puerta dejando a su hermano con la palabra en la boca.

Los guardianes Vivían en lo más profundo de los bosques, ya que como lo mencionó Bastian estaba prohibido que un humano supiera de su existencia, y si alguno se enterara le tendrían que borrar la memoria y después el guardián sería castigado con la muerte.

Estaban afuera de la casa apunto de transportarse.

-espera, no vamos a esperar a Asiel y Athalia?- Claire volteo a ver a Bastian.

-No, ellos van a ir a otro lado.- agachó la cabeza y rasco su nuca.

-¿te volviste a pelear con Athalia verdad?-

Athalia, Asiel, Claire y Bastian se habían criado juntos, sus papás eran mejores amigos, Claire y Athalia eran de la misma edad se habían vuelto las mejores amigas, Bastian y Asiel también eran de la misma edad y por obviedad eran mejores amigos, con el tiempo Bastian y Athalia se enamoraron y se hicieron novios a Claire no le gustó mucho la idea pero tenía que aceptarlo.

-claro que no.- dijo evitando la mirada de la chica.

-no sé por qué no te creo, pero bueno solo te digo que si la haces sufrir te prohibiré andar con ella.- le advirtió.

-¡Hey! Yo no te dije nada cuando anduviste con mi mejor amigo.- fruncio el ceño.

Volteo los ojos-¡Fue hace dos años,supéralo!, ahora vámonos.-

Los guardianes tenían magia, pero estaba prohibida usarla a excepción de crear armas y transportarse de un lugar a otro. Para transportarse tenían que poner sus manos encima de la marca del otro, que se ubicaba en la muñeca, era una cruz con dos flechas cruzadas tenía aspecto de quemaduras como si los hubieran marcado con metal, al tele transportarse se hacía como un pequeño remolino de aire y hojas alrededor de ellos y cuando el remolino desaparecía ya estaban en el lugar al que debían ir.

Al llegar a a la casa del Líder, el lugar estaba tranquilo y no había rastros de lobos o algun otro ser vivo.

-pues a mí me parece muy tranquilo- dijo claire mientras se asomaba por una ventana.

-no lo sé.- toco la puerta tres veces, pero nadie abrió. -entremos.-

Entraron a la casa, Bastian tenía su espada en posición de guardia y claire ya había colocado una flecha en el arco.

- Tú arriba y yo inspecciono abajo- le indicó el chico a la pelinegra.

Está asintió. Después de haber recorrido el lugar, Claire bajo las escaleras.

-Ves, te dije que no había na...

Le fue imposible terminar la frase, ya que un lobo la había interrumpido avetandoce sobre ella.

-¡Claireeee!- grito su hermano.

-Estoy bien- dijo la chica mientras le ponía el arco entre los dientes a la bestia, en el esfuerzo por evitar que esa cosa le devorara la cara, pudo notar que había uno más por la cocina. - Bass, ¡hay otro! - dijo entre dientes.

Bastian volteó y pudo ver al lobo que se refería su hermana, sin dudarlo dos veces, corrió hacia el y sin darle tiempo al licantropo de atacar este le enterró su arma.

-fue tan fácil.- dijo mientras se paraba y le sacaba la espada del pecho a la bestia, pero escucho un gruñido que provenía de atrás. -Mierda, eran dos.- la criatura se le echó encima, era más grande y más fuerte a comparación de la que había matado.

Claire sabía que su arco no aguantaría más, así que busco una manera de zafar sus pies y cuando por fin lo hizo le pegó una patada, la bestia quedó algo atolondrada por el golpe pero rápido se recuperó, corrió hasta la chica a toda velocidad, pero fue más rápido la flecha de ella y se incrustó justo en el corazón-

-hazte el muerto.- la criatura cayó sin vida a los pies de Claire. -Buen chico.- sonrió victoriosa, pero de la nada sintió un zarpazo en la pierna derecha. -Mierda son 2.- dijo mientras se tocaba la herida.

-¡lo sé!- gritó su hermano que estaba en la cocina luchando con el animal.

Claire corrió hasta una habitación para reducirle el espacio al lobo y así poder matarlo más fácil pero este fue más rápido que ella y la aventó a la cama, claire se pegó en la espalda con la cabecera haciendo que soltara un grito de dolor, este estaba enfrente de ella listo para atacar.

-por lo general espero hasta la segunda cita pero si insistes.- dijo en tono burlón.

La criatura se abalanzó sobre ella

-¡que no tienen otra manera de acorralar!- soltó en tono frustrado

Esta vez ya no podía repetir la misma táctica ya que su pierna estaba lastimada, se estaba quedando sin salida, estaba usando toda su fuerza para agarrar el hocico para que no le devorara la cara se estaba quedando sin energía, de repente vio una espada atravesar el corazón de la bestia y empezó a sentir como este disminuía su fuerza hasta caerle muerto encima, esta quito rápido el cuerpo del licántropo y vio a un chico parado enfrente de ella, era alto, fornido, su cabello era café claro y tenía los ojos verdes, definitivamente no eran Asiel ni Bastian.

-¿y tú eres?- le pregunto mientras se paraba de la cama.

Los guardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora